El ministro del Interior, Florencio Randazzo reconoció que con Brasil existe "una pelea de intereses", pero aclaró que el gobierno nacional "de ninguna manera" va a confrontar con el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva por la controversia que surgió entre ambas administraciones por el comercio bilateral.
Esas palabras fueron pronunciadas poco antes de que Cristina Kirchner viaje a la capital de ese país para participar de un foro internacional, circunstancia en la que podría haber un contacto para resolver la disputa.
El funcionario aclaró que el mandatario brasileño "en ningún momento se manifestó enojado" cuando estuvo en Buenos Aires para participar de los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, como así tampoco hubo un planteo formal sobre la existencia de "ningún impedimento para que ingresen importaciones" a los puertos argentinos desde su país.
Si bien Florencio Randazzo aclaró que "de ninguna manera" va a existir "una pelea" con Lula, sí admitió que existen disputas "de intereses". Así lo expresó en un reportaje que Oscar González Oro mantuvo con el ministro en el programa El Oro y el Moro de Radio 10.
"Brasil tiene una balanza favorable con la Argentina, que quiere decir que la Argentina importa mucho más de lo que exporta. Eso no implica que -como es una pelea de intereses que naturalmente se da cuando se habla de comercio- nosotros no defendamos la industria argentina, los trabajadores y el precio de las góndolas en los supermercados", afirmó.