Nueva York- El Gobierno argentino ratificó durante su paso por los Estados Unidos y en las Naciones Unidas su rechazo a la presidencia de Porfirio Lobo en Honduras, luego del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya y que derivó en un conflicto regional.
La delegación argentina se levantó antes que hablará el representante por Honduras ante la 65ª Asamblea General de la ONU.
Si bien se hizo saber recién hoy, el hecho pasó inadvertido sobretodo para los periodistas argentinos, porque ocurrió el martes 22, en los primeros discursos, cuando la presidenta Cristina Fernández aún no había llegado a Nueva York.
Incluso, Lobo declinó en dar su discurso y en su lugar lo hizo su canciller, Mario Canahuati.
El secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Néstor Kirchner, tanto en su reunión con el diputado y titular del Comité para el Hemisferio Occidental del Congreso Norteamericano, Eliot Engel, como en su disertación ante la New School University, dejó en claro sus diferencias con los Estados Unidos respecto al caso Honduras.
"Hay dos análisis diferentes y se busca una solución. Para la Argentina es el regreso de Zelaya", aclaró Kirchner, para terminar de resolver entre todas las partes los pasos a seguir a nivel institucional.
No obstante, Lobo pidió al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, que envíe a su país una comisión internacional para investigar las violaciones a los derechos humanos, lo que generó una fuerte polémica entre sectores sociales locales.