El Gobierno desplazó hoy al embajador argentino en España, Roberto Bosch, y analizaba quién será su reemplazante, en medio de los cambios que está llevando a cabo el canciller Gerardo Werthein.
Bosch formaba parte de la delegación diplomática que la administración libertaria heredó del gobierno del ex presidente Alberto Fernández, y que la ex ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino tampoco modificó.
El ex embajador en el país ibérico era quien había secundado a Ricardo Alfonsín durante su paso por esa sede diplomática en el país europeo.
Con la llegada del gobierno del presidente Javier Milei, la planta diplomática se mantuvo y Bosch pasó a encabezar las relaciones con España.
Hace poco más de una semana, Werthein había recibido al embajador designado de España en la Argentina, Joaquín de Arístegui Laborde, con quien se encontró tras la presentación de las copias de sus cartas credenciales.
La reunión se llevó para poner paños fríos luego del conflicto entre Milei y el presidente español Pedro Sánchez, quien hace cinco meses retiró a su representante diplomática, María Jesús Alonso Jiménez, a raíz de los cruces con el mandatario argentino.
El jefe de Estado de España había decidido romper lazos con Argentina después de que Milei hiciera alusión en un acto del partido ultraderechista Vox a la causa por presuntos hechos de corrupción de Begoña Gómez, la primera dama ibérica.