La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, confirmó este mediodía que el directorio de la entidad se reunirá el 1 de febrero para analizar un informe sobre los datos estadísticos del Gobierno.
Ese encuentro tendrá lugar días después de la audiencia en los tribunales de Nueva York, prevista para el 25 de enero, en la que los fondos NML y Aurelius expresarán su postura en el marco de la demanda contra la Argentina por títulos en cesación de pagos desde fines de 2001.
"La reunión del directorio está programada para el primero de febrero", respondió la funcionaria cuando, en el marco de una conferencia de prensa que se realizó en Washington, fue consultada sobre la cuestión estadística argentina.
Lagarde, además, afirmó que "debería haber una segunda visita en marzo", aunque en referencia al sistema financiero, que es algo "separado de la exactitud de los datos" estadísticos y completará una anterior, de la que no mencionó la fecha, sobre la "creación de un programa de evaluación" de ese sistema.
La intervención de hoy de la funcionaria sobre la Argentina se extendió durante dos de los 44 minutos en que se prolongó la conferencia de prensa.
En diciembre pasado, Lagarde había elevado el informe al directorio de la entidad, reporte que incluyó la respuesta argentina a las preocupaciones sobre sus datos estadísticos, particularmente sobre la inflación y los vinculados al crecimiento.
"El informe de diciembre era al directorio, y no voy a revelar a usted el contenido", señaló la ex ministra francesa de Economía cuando un periodista de los Estados Unidos le preguntó sobre el particular.
Dentro de dos semanas, el cuerpo colegiado del organismo deberá definir si emplaza a la Argentina para que regularice las estadísticas del INDEC para homogeneizarlas con los estándares internacionales.
En la oportunidad, el FMI puede decidir separar a la Argentina de los acuerdos del organismo y de la misma manera puede recomendar al Grupo de los 20 (G-20) que proceda en igual sentido, ante la falta de adaptación a las actas firmadas por el país con ese nucleamiento.
Las discrepancias entre el FMI y la Argentina por las estadísticas se mantienen desde hace varios años con severos puntos de conflicto, como cuando la actual titular del organismo advirtió, en septiembre último, que "podría sacarle tarjeta roja" al país si no mejora la calidad de sus números.
Por la misma razón, el FMI comenzó a remarcar la inconsistencia de los datos argentinos con una llamada a pie de página en todos sus informes oficiales advirtiendo que las cifras que son las entregadas por el INDEC en forma oficial pero que tienen serias divergencias con los cálculos privados.
Durante el primer cuatrimestre de 2011, a pedido del gobierno argentino, el FMI había enviado dos misiones técnicas para avanzar en la diagramación de un informe para implementar un índice de inflación a nivel nacional, pero el Gobierno nunca las tuvo en consideración.
Tampoco evaluó la sugerencia que había realizado el consejo de Universidades que habían sido convocadas para un fin similar.
En consecuencia, luego de varios pedidos ignorados, a mediados de setiembre el FMI le concedió al país un plazo de 90 días para ajustar sus números y luego fijó el 17 de diciembre como fecha para su análisis, cuya definición tendrá lugar el 1 de febrero.
A comienzos de octubre el vocero del FMI, Gerry Rice, había dicho en una rueda de prensa que "la calidad y la confiabilidad y la integridad de los datos es esencial para que el FMI pueda trabajar. Esto se da en todos los países miembros, sean grandes o pequeños. Esto es esencial para nosotros".
Al otorgar la prórroga hasta diciembre, el FMI emitió un comunicado en el que subrayó la "falta de progresos suficientes para implementar las medidas correctivas" en materia de índices desde la reunión del 1 de febrero y expresó a las autoridades nacionales su "preocupación porque la Argentina no ha alcanzado mejoras de conformidad con las obligaciones asumidas bajo el acuerdo del Fondo".
Esa fue la segunda prórroga que obtuvo la Casa Rosada para que mejore sus estadísticas económicas y ahora la incertidumbre pasa por determinar si el FMI se animará a tomar algún tipo de penalidad institucional con Argentina.