POR EDUARDO A. FUSERO *
El 4 de octubre de 1917, mediante un decreto firmado por el Presidente Hipólito Yrigoyen, quedó establecido el día 12 de octubre como Fiesta Nacional. El acto administrativo quedó constituido de la siguiente manera: 1º.- Que el descubrimiento de América es el acontecimiento de más trascendencia que haya realizado la humanidad a través de los tiempos, pues todas las renovaciones posteriores se derivan de este asombroso suceso que a la par que amplió los lindes de la tierra, abrió insospechados horizontes al espíritu.
2º.- Que se debió al genio hispano -al identificarse con la visión sublime del genio de Colón-, efemérides tan portentosa, cuya obra no quedó circunscripta al prodigio del descubrimiento, sino que la consolidó con la conquista, empresa ésta tan ardua y ciclópea que no tiene términos posibles de comparación en los anales de todos los pueblos.
3º. Que la España descubridora y conquistadora volcó sobre el continente enigmático y magnífico el valor de sus guerreros, el denuedo de sus exploradores, la fe de sus sacerdotes, el preceptismo de sus sabios, las labores de sus menestrales; y con la aleación de todos estos factores obró el milagro de conquistar para la civilización la inmensa heredad en que hoy florecen las naciones americanas.
EL AUTOR DEL DOCUMENTO
Si bien sabemos que el documento mencionado -y descrito anteriormente- ha sido muy divulgado a través de los años, nos pareció conveniente traerlo a la memoria para expresar que el autor del mismo fue el entonces diputado Horacio Bernardo Oyhanarte. Abogado, político y diplomático, que ocupó el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y Culto durante la segunda presidencia de Yrigoyen.
Este dato, soslayado por muchos, lo podemos apreciar en una carta que Oyhanarte -mientras residía en Londres- le envió a Miguel de Unamuno, el 30 de abril de 1936 (a diecinueve años de haberse decretado la conmemoración).
En la misiva, Oyhanarte le manifiesta al autor español la "paridad de ideas" que ambos tienen en común sobre la "trascendencia magnífica del Verbo: aliento de Dios, respiración armónica de las razas, único conductor de pecho a pecho, de pueblo a pueblo, de época a época". Finalmente, agrega: "lo que va dicho en el Decreto del Día de la Raza por mi redactado, tendrá Usted, caro maestro, algo así como una vista panorámica de lo que piense este vasco extraviado en las nieblas de Londres, sobre tan fundamental materia".
Hasta aquí, hemos sintetizado a la correspondencia para resaltar al redactor del edicto que declaraba feriado el 12 de octubre en homenaje al Descubrimiento de América.
* Miembro de número de la Junta de Estudios Históricos de la Recoleta.