Libros

Duelo entre dos visiones del arte

Los peligros de la belleza

Por E. Michael Jones

Ediciones Fidelidad. 488 páginas

Aprendí de uno de mis maestros que, así como en filosofía la verdad puede ser definida como la adecuación del intelecto a la realidad de la cosa, en materia artística, la belleza puede ser definida como la adecuación de la inteligencia a la gracia de la cosa. Y gracia no tiene aquí sólo un alcance sobrenatural o sacramental, sino que es sinónimo de decoro.

Vieja palabra latina, procedente de decus, y que nos remite al honor o al recato debidos a las cosas, en tanto creaturas. Pero sobre todo, nos remite a la palabra glorificante de esa belleza descubierta y amada. Con un detalle final que todo lo explica: esa belleza descubierta, contemplada y amada, no es sino participación de la Belleza Increada que es Dios.

Por lo tanto, el esteta es, o debería ser si mejor se piensa, el hombre que consulta a Dios cuando considera lo real. Y si tiene la virtud de la docilitas, además, estará entrenado para auscultar y oír la respuesta de Dios.

Esta es propiamente la misión de la mímesis. No es un acto físico, como el del copista que remeda una configuración externa. Es un acto metafísico, como el del contemplativo que se deja iluminar por el Logos, el Gran Dechado o Supremo Arquetipo.

En las antípodas del esteta que intentamos pobremente retratar en dos trazos, está el artista desquiciado, moderno, revolucionario.

Su mímesis no es la emulación del Dechado, la Imitatio Christi o la jubilosa aceptación de la Epifanía del Logos; es la burla simiesca que caracteriza al demonio, que no en vano ha sido llamado el mono de Dios. Es la mímesis subvertida, hecha burla, parodia, simulacro o fingimiento. Las Dos Ciudades también conviven en la Historia del Arte. ¡Y vaya si la pugna deja sentir su peso!

CASOS CONCRETOS

Mérito grande el de esta valiosa obra es el de probar tamaña tesis, no únicamente en el terreno de las dilucidaciones conceptuales, sino en el de los casos concretos. Como el de la pintura en Italia, la música en Alemania, la poesía en Inglaterra y la modernidad judía, sección esta última que convierte al libro, para su gloria, en un tratado políticamente incorrectísimo.

Hay algo de fascinante en este libro, amén de lo primero que acabamos de comentar. Y es su presentación gráfica, a la que, a decir verdad, no estamos acostumbrados los argentinos, aún los que nos tenemos por lectores adictivos. La susodicha presentación gráfica es de una calidad deleitable a los sentidos. Desde el gramaje del papel hasta las reproducciones de las obras de arte, el diseño y la tipografía; el conjunto todo de lo formal al servicio de la Forma.

Por eso es un tratado digno de ser atesorado, puesto que, en un cierto sentido se trata de un tesoro, no como riqueza sino como prenda.

ERUDICION

Se podrá no coincidir en todo con el autor y con sus extensos y fecundos escritos. Yo mismo me he llevado algún disgusto serio con algunas de sus páginas. Y me parece caballeresco reconocerlo. Pero el despliegue de tamaña erudición puesto al servicio de la verdad, lo convierte a Jones en un cooperador del Bien. Título acaso mayor que el que señalan los muchos antecedentes curriculares que adornan su larga trayectoria.

No podríamos haber accedido a estas páginas imponentes sin el esfuerzo y la generosidad de Luis Álvarez Primo. Paciente, entusiasta, autorizado y solvente traductor al castellano de la obra de Jones. Don Luis traduce con arte y estilo, con precisión y señorío.

A mí, que los arcanos de la traducción de una sola sílaba me han sido negados, se me hace un acto de justicia decirlo. No con la autoridad del traductor, de la que carezco, sino con la intuición de la amistad. De modo que cierro estas líneas dejando constancia expresa de mi gratitud a Luis Álvarez Primo y a la difícil misión que se ha propuesto.

Que prosigan sus esfuerzos, como ejemplos de apostolado intelectual o buen combate paulino. Que así se llamaban estas nobles tareas antes de que los golem inventaran la nadería de la batallita cultural.

Antonio Caponnetto