Ulises Camacho falleció luego de recibir un disparo en el pecho en medio de un asalto. Camacho, quien había salido de prisión hace tan solo un mes, había querido asaltar a un ingeniero que terminó defendiéndose con su arma. Germán, abuelo del ladrón, se mostró compungido por la pérdida y aseguró: “Tenía que ir preso, no estar muerto”.
Camacho vivía con sus abuelos, quienes tras enterarse de su deceso hablaron con la prensa y expresaron su dolor por la pérdida de su nieto. Germán, el abuelo del ladrón, indicó indignado: “Mi nieto llevaba un arma de juguete, debió dispararle al pie no al pecho. Es un asesinato. No puede portar un arma de semejante calibre”.
“No se puede hacer justicia por mano propia, debería haber llamado al a policía”, manifestó el hombre que junto con su esposa habló sobre “los problemas de alcoholismo” de su nieto y resaltaron que intentaron hacerlo internar, pero no lo habían conseguido. “El decía que quería comprar un auto para trabajar. Era mi único”, manifestó la abuela del joven fallecido.
La víctima del asalto es un ingeniero electrónico de 54 años. El hombre tiene dos hijos y en su camioneta llevaba una Bersa Thunder calibre 45 que utilizó para dispararle a Ulises Camacho.
El hombre se reconoce como fanático de Boca Juniors, de las armas y de la caza. En sus redes sociales se lo puede ver en varias fotos con escopetas, e incluso algunas de ellas están acompañadas por frases como: “Siempre me gustó cazar, me gusta cazar y me va a seguir gustando cazar”.
El fiscal de Homicidios Gastón Duplaá, a cargo de la investigación de la causa, indicó que cuando la Policía lo fue a buscar a su trabajo confesó y entregó el arma, asegurando estar en un estado de shock. Según entendió el hecho se trató de legítima defensa, por lo que luego de dar su testimonio quedó en libertad.
El abuelo del delincuente que fue asesinado por un ingeniero al que le intentó robar en la localidad bonaerense de San Justo, dijo que el empresario "debió pensar dos veces antes de disparar", a la vez que pidió justicia por su nieto.
"Creo que no puede tener un arma de semejante calibre y debió pensar dos veces antes de disparar", señaló Germán en diálogo con la prensa, tras lo cual indicó: "Tiene que haber justicia, no puede ser que haga justicia por mano propia así".
Asimismo, añadió: "Él tenia que agarrarlo preso o llamar a la policía y debía de haberle dado en la pierna porque esto es un asesinato. No sabía que mi nieto estaba en la delincuencia. Por su problema con el alcohol dijeron que teníamos que llevarlo a internar y la Policía no lo llevó para desintoxicarse".
Por su lado, Marcela, la abuela del joven, manifestó: "Vivió con nosotros desde bebé, él nació en este barrio. Quería manejar autos, que compremos un auto para trabajar de remisero".
Al trabajador lo notificaron ante la apertura de la causa, pero no se lo aprehendió debido a que se considera, en primera instancia, que cometió el crimen en legítima defensa.