Tiempos de incertidumbre y contradicción. Mientras el proceso inflacionario carcome el salario de los argentinos, una encuesta de la Escuela de Negocios de la UCA refleja que el 43% de la gente piensa que la situación económica no cambiará en el próximo semestre, y 35% afirma que mejorará. Sólo el 14% es pesimista. Ahora, ¿qué lectura hay que hacer de ese seguir igual que vislumbra la mayoría?
"Las expectativas económicas aumentan en relación al mes anterior -afirma el director de la institución, Patricio Millán-. Y hay un porcentaje importante que también cree que las cosas van a mejorar en el semestre".
-¿De qué se habla cuando se habla de la expectativa de la población?
-Este tipo de encuestas miran la situación económica de las personas. Opinan en relación a cómo ven ellos su situación personal, no se están poniendo a contemplar si caen las exportaciones u otras variables.
-¿Es la voz de la economía real?
-Esa es la realidad, lo que piensan. Es cómo los afectan a ellos la economía real. Lo que el informe indica es que la gente no se siente tan afectada por la economía. En relación al mes anterior, sienten que no hay peligro. Pero esto no quiere decir que la mayoría piense que las cosas mejorarán en el futuro. No, dicen que va a ser igual.
-¿Qué es lo que más preocupa a los argentinos, según la encuesta?
-Esto no lo medimos en el último informe, pero en uno anterior llegamos a la conclusión de que lo que más preocupa a la gente es la suba de precios, el problema de la inflación. Consideran que los precios están subiendo mucho. Es lo más relevante.
-¿Se observan respuestas muy diferentes de acuerdo al sector social adonde se realiza el estudio?
-Hay algunas diferencias, pero no son importantes. En cuanto a los próximos seis meses, las opiniones positivas son más favorables en las clases bajas y en el Gran Buenos Aires, y mayormente negativas en el interior del país.
-¿Las diferencias entonces son geográficas y no sociales?
-Esta encuesta se hace en los centros urbanos. Lo que podemos distinguir es entre el Gran Buenos Aires y el resto del interior del país. Las opiniones positivas en el Conurbano son mayores.
-¿Por qué cree que se da este optimismo en el Gran Buenos Aires, la zona socialmente más castigada del país?
-Pienso que los problemas que la gente está viendo en relación al campo afecta más a la gente del interior. Hay mucha más representación del sector agrícola en las provincias que en el Gran Buenos Aires.
EL TRABAJO
El documento elaborado por la Escuela de Negocios va en otro sentido en el terreno laboral: abunda el pesimismo. Lo curioso en este caso es que el 46% de los universitarios no vislumbra buenas perspectivas de trabajo en el país para lo que resta del año, y las clases alta y baja coinciden en la proyección negativa.
"El problema del mercado laboral en el sector universitario es siempre conocido, porque a veces uno estudia y espera conseguir un empleo y no lo consigue. Tal vez porque hay demasiados profesionales en ese rubro", explica el profesor Millán. Pero agrega un dato que surge relevante para el crecimiento de la economía nacional:
"Lo que está ocurriendo en la Argentina es la falta de obreros calificados. Ahí hay mucha más demanda de trabajadores que oferta".
-En 2008 la crisis del campo condicionó el Indice General de Expectativas Económicas. ¿Las elecciones nacionales pudieron haber sido un condicionante ahora?
-Creo que todavía la gente no tiene claras las cosas. El debate se centra en la situación política. Supongo que los que tienen perspectivas de ganar pueden tener una visión más positiva, y los otros no. Ahora se entra en un período de incertidumbre dado por el hecho de las elecciones, y eso puede impactar a la gente en distinto modo.
Las elecciones influyen en cómo se observa una situación determinada.
-Se sabe que los inversores son cautos ante la incertidumbre. ¿Qué ocurre con los consumidores?
-Condiciona su opinión, pero no en lo que gasta o consume. Sí influye lo que gana y cómo están evolucionando los precios.