El titular de la Unión de Consumidores Argentinos (UCA), Fernando Blanco Muiño, afirmó que la tarjeta de crédito Supercard, para uso en supermercados y cadenas de elctrodomésticos, "quedó desvirtuada" de su objetivo inicial de convertirse en un medio de pago masivo.
Blanco Muiño aseguró en declaraciones a radio El Mundo que "lo que se pensó como una herramienta de alcance popular quedó desvirtuada".
"Para obtenerla hay que acudir con fotocopia del DNI, un servicio que acredite el domicilio, recibo de sueldo y como dato nuevo, una tarjeta de crédito con antigüedad de 12 meses. Se restringe bastante el acceso", indicó el titular de UCA.
El dirigente mantiene una disputa con la subsecretaria de Defensa del Consumidor, María Lucila Colombo, quien suspendió del registro de asociaciones de consumidores a UCA por haber hecho una campaña en diarios de la capital.
Blanco Muiño aclaró que de la Supercard "quedan excluidos los jubilados de la mínima porque se tienen que acreditar 2500 pesos de ingreso".
También recordó que "estaba previsto su inicio para el 1ro de abril y se han habilitados 60 centros que están en sucursales Coto, Carrefour, Frávega y Garbarino".
El titular de UCA indicó que "se ha incluido el costo de emisión y envío de resumen de 38 pesos".
Blanco Muiño rescató que "lo mejor que tiene la Supercard es la tasa de financiación de 22 por ciento anual".
"Es el mejor beneficio por lo menos en esta etapa, el de la tasa de interés muy por debajo de las tarjetas tradicionales. Es muy bueno porque tiene este valor de referencia y tiende a que el mercado vaya a la baja", opinó el dirigentes de consumidores.
A pesar de ello, dijo que de acuerdo con lo anunciado por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, "se iban a emitir millones de plásticos y ahora la expectativa son 100 mil".
"En un mercado de 17 millones tarjetas, 100 mil no va a moverlo. El mercado no va a tomar este valor de referencia", sostuvo.
Blanco Muiño además aclaró que su entidad "no ha visto los contratos" de adhesión a la Supercard para ver si se ajustan a la ley de Defensa de los Consumidores, porque Colombo no le envió copia.
"Hay que estar muy atento con lo que se firma. No es menor el costo de 38 pesos por mes. Después hay que ver cuáles son los comercios, si no hay comercio el consumidor le va a perder interés", señaló.