El general (r) Jorge Olivera Róvere y el coronel (r) Bernardo Menéndez fueron condenados a prisión perpetua por crímenes cometidos durante la última dictadura, mientras que otros tres ex militares recibieron la absolución.
A pesar de la condena, Olivera Róvere -ex subcomandante del Primer Cuerpo de Ejército y ex jefe de la Subzona Capital Federal- y Menéndez -ex jefe del Area V de la subzona Capital Federal- seguirán en libertad, tal como llegaron al juicio, hasta que el veredicto quede firme, según resolvieron los jueces del Tribunal Oral Federal (TOF) 5, Daniel Obligado, Guillermo Gordo y Ricardo Farías.
Los dos ex jerarcas del Ejército fueron hallados culpables de privación ilegítima de la libertad agravada y homicidio calificado. Los beneficiados con las absoluciones fueron el general de brigada (r) Teófilo Saá y los coroneles (r) Felipe Alespeiti y Humberto Lobaiza, ex jefes del Regimiento de Infantería 1 "Patricios" y del Area II de la Subzona Capital Federal entre 1975 y 1979, para quienes el fiscal federal Félix Crous y las querellas habían pedido 25 años de encierro.
Los familiares de las víctimas e integrantes de organismos de derechos humanos reprobaron e insultaron a los jueces por las absoluciones. "Cómplices" e "hijos de p..." les gritaron tras la lectura del veredicto a los magistrados, que dejaban la sala de audiencias rápidamente.
El tribunal condenó a Olivera Róvere, de 82 años, por la mayoría de los 116 secuestros que se le imputaron (fue absuelto por algunos de ellos) y por los cuatro homicidios que se juzgaron: los de los legisladores uruguayos refugiados en la Argentina Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz y los también orientales Rosario Barredo y William Whitelaw.
Olivera Róvere y Menéndez fueron hallados culpables de privación ilegítima de la libertad doblemente agravada por ser funcionario público y cometida con violencia o amenaza, y por homicidio calificado por alevosía.
Los jueces rechazaron los pedidos de cárcel común que efectuaron las querellas y dispusieron que el modo y lugar de detención para los condenados se resolverá cuando el veredicto quede firme.
Además, el tribunal rechazó los pedidos de nulidad del juicio y de prescripción de los delitos que habían pedido las defensas de Olivera Róvere y de otros acusados. Los fundamentos del fallo serán leídos el próximo 10 de diciembre.