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Con Los Pumas como protagonistas, arranca la fiesta mundial del rugby

En 1987, por primera vez en la historia, se jugó un Mundial de rugby. La sede fue compartida: Nueva Zelanda y Australia actuaron de países anfitriones. Los campeones, como muchos preveían, resultaron los All Blacks, que le ganaron a Francia la final 29-9. Desde entonces, la Copa del Mundo tuvo nueve ediciones (Nueva Zelanda ganó 3, Sudáfrica 3, Australia 2 e Inglaterra 1) y se disputa cada cuatro años. Y nunca paró de crecer la contienda. En dinero, audiencia, cantidad de seleccionados participantes y demás. Incluso, se convirtió en el tercer evento a nivel planetario más esperado por los amantes del deporte, después de los mundiales de fútbol y de los Juegos Olímpicos. Desde el viernes 8 de septiembre y hasta el sábado 28 de octubre, los amantes de la ovalada estarán de fiesta. Y siguiendo con atención la performance de Los Pumas, que siempre pueden dar un zarpazo.

El primer partido, en la previa, no puede ser mejor: el anfitrión, Francia, se medirá nada menos que con los All Blacks, en el Stade de France de París. Por supuesto que, por estos pagos, todos estarán pendientes del estreno de Argentina, que recién será el sábado, frente a Inglaterra, seleccionado favorito a quedarse con el Grupo D que los albicelestes comparten también con Japón, Samoa y Chile. Estos últimos tres rivales, en los pronósticos, más accesibles para el elenco nacional.

Claro que Los Pumas siempre pueden dar el golpe. Y, por qué no, ganar en el debut. Incluso, hasta quedarse con el grupo. Es, Argentina, uno de los mejores equipos del mundo, pero por ahora por debajo de los candidatos habituales: Nueva Zelanda, Sudáfrica (el último campeón) y el local Francia. Ese podio lo marcan las casas de apuestas, hoy tan en boga. Son los seleccionados que pagan menos que el resto. Después sí viene un pelotón en el que aparecen Australia, Inglaterra, Irlanda y, recién ahí, podría entrar el elenco nacional.

La presentación del plantel argentino en Francia.

El campeonato del mundo de rugby 2023 tendrá nueve sedes: Bordeaux, Lille, Lyon, Marsella, Nantes, Niza, Saint-Étienne, Saint-Denis y Toulouse. Allí jugarán los 20 equipos clasificados y se disputarán 48 partidos, durante los 51 días que se extenderá el torneo.

Habrá cuatro grupos de cinco equipos cada uno. Los dos primeros se clasificarán a la próxima etapa de eliminación, los cuartos de final. Y, por primera vez, serán tres los combinados sudamericanos presentes. Mientras Argentina el Grupo D, el A lo compondrán Uruguay, Francia, Nueva Zelanda, Italia y Namibia. El B tendrá a Sudáfrica, Irlanda, Escocia, Tonga y Rumania y el C, a Gales, Australia, Fiji, Georgia y Portugal.

Luego del estreno del sábado, frente a los ingleses (Los Pumas obtuvieron un triunfo histórico sobre Inglaterra en Twickenham por 30-29, en noviembre en 2022, la última vez que se enfrentaron), jugarán su segundo partido el viernes 22 contra Samoa, a las 12.45. Después chocarán con Chile el sábado 30 las 10 y completarán su participación en la fase de grupos el domingo 8 de octubre, enfrentando Japón, desde las 8 de la mañana.

La curiosidad para algunos no tan conocedores del tema es que Los Pumas estarán comandados por un entrenador australiano. Michael Cheika nació en Sídney, Nueva Gales del Sur, hace 56 años y tomó las riendas del elenco nacional en marzo de 2022. Cuando jugaba, lo hacía de octavo. Pero su buena carrera dentro del campo de juego fue superada por la que hizo como head coach. En 2014 dirigió a los Wallabies y, en 2015, ganó el premio al mejor entrenador del mundo, otorgado por la World Rugby, la federación que rige los destinos del deporte a nivel planetario.

Michael Cheika, el entrenador del equipo albiceleste.

Cheika no es ningún desconocido para el plantel albiceleste, ya que fue ayudante en el cuerpo técnico que comandaba Mario Ledesma, el anterior entrenador del equipo. Y antes trabajó al frente de los Waratahs, el quince profesional de la ciudad de Sídney. Tan bien le fue en aquella experiencia que luego fue parte de dos Mundiales (2015 y 2019) al mando de Australia. La primera vez llevó al seleccionado oceánico al subcampeonato del mundo: su equipo cayó en la final a manos de Nueva Zelanda 34-17.

Es un personaje muy particular Cheika. Habla cinco idiomas, tiene cuatro hijos y tres trabajos. El hombre no sólo comanda al seleccionado argentino, sino que, además, se desempeña en NEC Green Rockets de Japón (equipo de la Japan Rugby League One) y es coach del combinado de Líbano (sus padres son libaneses) en la Rugby League.

No le faltan trabajos ni energía al jefe, que asoma serio cada vez que lo quieren entrevistar y dice que no le gusta mostrarse como realmente es. Sin embargo, pese a su hermetismo, se sabe que es un ganador nato, que se amarga con las derrotas más de la cuenta y que sueña con hacer historia con Los Pumas. Cree más que nadie en su equipo y entusiasma a todos cuando habla del potencial del seleccionado. “Tengo la oportunidad y la voy a marcar con Argentina”, dijo hace poco, en una de las pocas y breves entrevistas que dio.

El trofeo William Webb Ellis, el hermoso premio que se lleva el campeón del mundo.

Por espacio de un mes largo, las miradas de los hinchas argentinos se posarán sobre el australiano que les dará indicaciones a Matías Alemanno, Eduardo Bello, Rodrigo Bruni, Agustín Creevy, Thomas Gallo, Francisco Gómez Kodela, Juan Martín Gonzalez, Santiago Grondona, Facundo Isa, Marcos Kremer, Tomás Lavanini, Pablo Matera, Julián Montoya, Guido Petti, Pedro Rubiolo, Ignacio Ruiz, Joel Sclavi y Nahuel Tetaz Chaparro (los forwrards). Y también a Lautaro Bazán Vélez, Gonzalo Bertranou, Emiliano Boffelli, Martín Bogado, Mateo Carreras, Santiago Carreras, Santiago Chocobares, Lucio Cinti, Tomás Cubelli, Jerónimo de la Fuente, Juan Imhoff, Rodrigo Isgró, Juan Cruz Mallia, Matías Moroni y Nicolás Sánchez, los backs elegidos por el particular entrenador.