Luis Caputo ratificó que su objetivo principal es la baja de la inflación, aunque no le guste a los operadores financieros. Se los dijo en una reunión de la semana pasada con los ALyC, intermediarios de bonos. En ese marco avisó que la inflación de julio empezará con 3 adelante. “El Economista” -que dista de ser una publicación oficialista- informó anteayer que la inflación “core” sería incluso menor a 3%. A fines de 2022 Sergio Massa había previsto que la de abril de 2023 tendría “un 3 por delante”, pero finalmente terminó con un 8,4%. Ese dato explica por qué perdió el balotaje por 10 puntos.
Cómo vienen las reservas
Los medios hicieron hincapié durante la semana pasada en el alza del riesgo país y la baja de las reservas, esto último atribuible a los pagos de vencimientos de la deuda y a las importaciones. Esto a pesar de que Caputo les había asegurado a los ALyC que tiene asegurados los dólares para pagar la deuda sin recurrir al FMI o a los bancos porque ya armó un “repo”, crédito con bonos en garantía. Pero los banqueros se encargaron de dejar trascender que no le creen. Lo cierto es que el ministro no espera nada del sistema financiero y se ve venir un bimestre ajustado, mientras prende velas al blanqueo y la moratoria.
La situación de Mondino
La canciller Diana Modino cumplió sin sobresaltos su tarea en la OEA por la crisis venezolana, pero tampoco en esta oportunidad pudo evitar las críticas de algunos medios. Le objetaron que hubiese declarado vencedor en las elecciones al opositor Edmundo González Urrutia, posteo que tuvo el aval del propio Javier Milei, pero que más tarde avisara que el país esperaría un tiempo para expresarse “en forma definitiva”. Una lectura periodística tan sutil de los pronunciamientos diplomáticos alertó al entorno de la funcionaria en el que circula la versión de que Gerardo Werthein aspira al cargo.
Cómo lo ven los americanos
Los Estados Unidos reconocieron el triunfo de la oposición en Venezuela, pero fuentes locales del gobierno estiman que el régimen de Nicolás Maduro se consolidará inevitablemente, porque la rebelión popular no se puede prolongar mucho más. También porque goza de un apoyo militar unificado. Creen también que si gana Donald Trump lo declarará enemigo público número uno de los Estados Unidos uno junto con China e Irán y lo atacará con un discurso radicalizado, lo que va a poner en aprietos a gobiernos como el de Lula que buscan por todos los medios quedar bien con Dios y con el diablo.