La derrota del gobierno en el Senado por el DNU con fondos extra para la SIDE era inevitable. La vicepresidente Victoria Villarruel lo sabía desde hacía tiempo y lo único que había podido hacer era postergarla. El miércoles acompañó a la Casa Rosada a los senadores de los bloques “dialoguistas” para que hablaran con los Milei. La idea era que no la acusaran a ella sola de la derrota y coparticipar el inevitable traspié parlamentario. En la sesión se levantó del estrado también para achicar costos. No pudo evitar, sin embargo. el reto de Anabel Fernández Sagasti por aplicar “a piacere” el reglamento.
A quién preocupa Lijo
Varias semanas después de la audiencia pública en la que fue blanco de numerosos ataques de los senadores, el pliego para nombrar al juez Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia sigue sin avanzar en el Senado. En los últimos días se difundió una encuesta de la consultora Escenarios que registra la opinión pública sobre el magistrado. Más del 47% no lo conoce o no tiene opinión sobre él. Casi el 50% no sabe o no contesta si es apto para el cargo. En primer lugar, la audiencia no parece haber servido de mucho. En segundo, la cuestión sólo parece interesar a quienes tiene causas pendientes en la Corte.
Algo cambió en Washington I
Un éxito político impactante del gobierno fue la separación del caso argentino del funcionario del FMI Rodrigo Valdés, a quien Milei acusó en julio de haber consentido el plan platita de Sergio Massa, mientras que a él que le trababa un préstamo indispensable para fortalecer las reservas. La decisión de apartar a Valdés fue de la administración Biden, lo que es una mejor señal aún para el libertario. Y le quedó atragantada a Kristalina Giorgieva, apoyo político del chileno, que volvió a defenderlo el viernes. La razón del éxito de Milei es que en el FMI creen que el ajuste se consolidará políticamente.
Algo cambió en Washington II
El apartamiento de Valdés fue una decisión del gobierno demócrata (aunque es sabido que Milei apoya a Trump) operada a través de la Secretaría del Tesoro. En su momento a Valdés no sólo lo había respaldado Gioergieva (a quien le gusta fotografiarse con el Papa), sino también Gita Gopinath. En julio, cuando Milei lo acusó de ser “foro de San Pablo”, la vocera Julie Kozak salió en su defensa. Dos meses después anunció su apartamiento, pero chicaneó al gobierno: “el FMI está de acuerdo con el objetivo de sostener el equilibrio fiscal y el valor real de las pensiones en especial de las más bajas".