El juez federal Julián Ercolini procesó al técnico en informática Diego Lagomarsino como partícipe necesario del asesinato del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman, en un fallo en el que -por primera vez- un magistrado califica al caso de "homicidio simple", confirmaron fuentes judiciales.
Lagomarsino, quien asesoraba a Nisman en temas informáticos, reconoció en más de una oportunidad ser el dueño del arma de la que salió el disparo que mató al fiscal, aunque siempre sostuvo que el investigador se la había pedido prestada un día antes de aparecer muerto.
El magistrado también procesó a cuatro custodios de Nisman a los que acusó de haber cometido el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" por desproteger al fiscal del caso AMIA. En un fallo de 656 páginas, Ercolini le trabó a Lagomarsino un embargo de 15 millones de pesos, le prohibió salir del país y, aunque no le dictó la prisión preventiva, dispuso que sus desplazamientos sean controlados mediante una tobillera con GPS.
El experto en informática no podrá alejarse de su domicilio declarado por más de 24 horas ni más de 10 kilómetros sin autorización del juez. Y deberá comparecer en el juzgado cada 15 días.
A los policías federales Rubén Benítez; Luis Miño y Armando Niz, el juez los procesó como coautores del delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público" y de "encubrimiento agravado" por "tratarse de un hecho precedente a un delito grave".
A todos les trabó embargos de 500 mil pesos, les prohibió salir del país y les fijó la obligación de presentarse en el juzgado federal cada 15 días. En tanto, al custodio Néstor Durán el magistrado le trabó un embargo por 50 mil pesos y lo procesó sólo por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
EL FALLO
El magistrado destacó en su fallo el informe pericial multidisciplinario elaborado por la Gendarmería nacional y presentado en el expediente este año, en el que se afirmó que "la muerte violenta de quien en vida fuera el señor Natalio Alberto Nisman, se trató de un homicidio".
Tal como había hecho antes el fiscal del caso, Eduardo Taiano, el juez Ercolini se apoyó en el informe de Gendarmería en el que se afirmó que Nisman había sido ejecutado por dos personas pero no se hizo eco del número de victimarios establecido por la pericia.
La investigación judicial no logró determinar aún cuántas personas participaron del asesinato del fiscal Nisman ni cómo entraron y salieron del departamento sin ser vistos por ninguna persona ni captados por ninguna cámara de seguridad.
En el fallo de 656 páginas, Ercolini puso énfasis en la relación que Lagomarsino logró construir con Nisman y que le permitió entrar a su casa, viajar con el fiscal a Chile e incluso convertirse en cotitular de una cuenta bancaria del investigador del caso AMIA en Estados Unidos.
"INJUSTICIA INMENSA"
Lagomarsino afirmó que, si termina preso, será una "injusticia inmensa" y dijo que el fallecido fiscal le "cag... la vida" al solicitarle que le preste un arma. "Si voy preso, me termino de romper; porque no hay nada peor que un inocente preso, es una injusticia inmensa", sostuvo.
"Nisman me cag... la vida", remarcó. Y conjeturó que el fiscal general de la causa por el atentado a la AMIA "no pensó que me iba a meter en el quilombo que me metió". Lagomarsino reclamó que lo juzguen por darle un arma al fiscal, insistió en que eso fue lo único que hizo: "Del resto, inventado alrededor, no tengo nada que ver".
"No tengo miedo, tengo terror a que se cometa una injusticia", aseguró Lagomarsino, en declaraciones televisivas, sobre la posibilidad de ir preso por la muerte de Nisman.
Con tobillera electrónica desde hace un mes, Lagomarsino aseguró que su vida ya no es lo que era. "Mi vida hoy está muy restringida por mí mismo. Más allá de la tobillera, no me gusta exponerme", señaló. Agregó que continúa trabajando, pero que le es difícil conseguir nuevos clientes.
Por último, volvió a criticar a la ex mujer del fiscal, Sandra Arroyo Salgado, al asegurar que la jueza "miente", porque "dijo que el tiro era atrás de la nuca. Y que la computadora es un colador, y la computadora de Nisman no era un colador".