El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, denunció que la empresa "Shell y su más alto directivo en el país", Juan José Aranguren, "siempre" tienen "una actitud conspirativa y atentatoria contra los intereses del país", al rechazar el aumento de 12 por ciento dispuesto anoche por la petrolera para sus productos.
"Lo único que les interesa es la rentabilidad del corto plazo. No tiene razonabilidad técnica (el incremento que rige desde la cero hora de hoy) para establecer este tipo de fijación de precios", aseguró el funcionario, para quien "solamente la codicia, la estrategia de imponer condiciones y decisiones como grupo económico, los lleva a tomar este tipo de actitudes".
Anoche, Shell informó del aumento, que atribuyó a "la evolución de las distintas variables que afectan el mercado de los combustibles en la Argentina" y al "fuerte incremento en pesos que se está produciendo en el costo del petróleo crudo, nuestro principal insumo".
Al hablar con la prensa en la Casa Rosada, Capitanich cargó contra la petrolera y recordó incluso el boicot contra sus productos al que había llamado en 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner: "Quiero hacer hincapié en la actitud unilateral de una empresa multinacional, Shell, respecto al incremento del 12 por ciento de los combustibles", comenzó el jefe de los ministros.
"Hemos tenido un conjunto de reuniones la tarde del viernes junto al ministro (de Economía) Axel Kicillof y al secretario de Comercio, Augusto Costa, hemos trabajado para verificar la integración vertical de empresas petroleras, aquellas que explotan hidrocarburos, lo procesan a través de destilerías, y lo venden a través de estaciones de servicio", repasó.
Para luego señalar que "algunas efectivamente adquieren el combustible en destilerías y lo venden directamente a las estaciones de servicio. Estábamos trabajando claramente para morigerar y evitar cualquier impacto en este sentido, pero esta empresa no debe extrañar".
"¿Se acuerdan cuando Néstor Kirchner fustigó su conducta? Es esta misma empresa la que hizo una operación cambiaria junto al HSBC, para establecer durante 12, 20 horas, un tipo de cambio a 8,40 pesos. Es la misma empresa que en forma unilateral decide establecer un incremento de 12 por ciento en el precio de sus combustibles", se quejó Capitanich.
Según el funcionario, "el Gobierno muchas veces se encuentra solo luchando contra estos grupos económicos, contra estos empresarios inescrupulosos, contra estos comerciantes que finalmente lo único que les interesa es la rentabilidad del corto plazo".
"No es casualidad esta actitud por parte de Shell, una actitud no solamente unilateral, sino contraria a los interés del país. La actitud de Shell y de su más alto directivo en la República Argentina siempre es conspirativa, siempre es atentatoria contra los intereses del país", insistió.
En igual sentido, Capitanich remarcó que el Gobierno elaboraba "una estrategia que permitía el diálogo entre las partes para trabajar toda la cadena de valor, todo el sistema de abastecimiento de crudo y el precio final del bien, utilizando todos los elementos y herramientas necesarias para generar las condiciones de abastecimiento y fijación de precios".
"Pero, como siempre esta empresa, contrario a los intereses del país, contrario a los intereses de todos los argentinos, toma una decisión unilateral, con el objetivo de perjudicar a quienes consumen combustible", completó.