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Caballos que sanan cuerpo y mente

Los centros de equinoterapia permiten la rehabilitación de personas con distintas discapacidades físicas, conductuales y neurológicas, entre otras. No todas las provincias cuentan con una regularización de esta terapia para que forme parte de las prestaciones de salud.

 

"Hay chicos que entran de una forma al recinto y que al subirse al caballo comienzan a reirse o actuar de una forma que nunca lo esperarías. El efecto es inmediato porque no lo ven como un trabajo sino como un momento para encontrarse con un amigo", destacó a La Prensa la médica Verónica Settepassi, coordinadora de la Escuela de Rehabilitación Ecuestre "Hipocampo".

Las terapias complementarias han logrado posicionarse como una excelente manera de rehabilitacion de personas con distinta discapacidad física y neurológica. En este contexto, la equinoterapia surgió como una respuesta integradora, una opción de tratamiento que facilita la unión entre la terapia fisica y mental del paciente. 

"El caballo tiene el mismo patrón de marcha que el humano y lo usamos para desarrollarla en un paciente. Cuando viene una persona que sufrió un accidente y quedó paraplejico recobra esa sensación de caminar y de desplazarse de una manera más libre. Esta sensación los emociona mucho", destacó la médica especilista en equinoterapia.

Muchos pacientes llegan hasta un centro de rehabilitación ecuestre por recomendación o en su búsqueda de alternativas para aplicar a su tratamiento. Algunos ya han intentado con otras ramas de la zooterapia y las expectativas están presentes en cada instante.

"Hay un chico autista que le tiene temor a los perros pero ama a los caballos. Es algo que le surge naturalmente. El caballo es más tranquilo, no invade tanto como un perro que ladra o le puede saltar", destacó Settepassi.

Al inicio del primer encuentro, el paciente será evaluado segun sus necesidades particulares por los especialistas para determinar qué tipo de modelo terapeutico será el mejor por desarrollar en su caso. Luego se plantea un plan de trabajo para abordar la rehabilitación unificando áreas de abordaje con el equipo de especialistas en diferentes áreas.

"No hay limite de edad. Lo recomendable es que sea desde los 18 meses en adelante. Después depende si puede montar. No es tanto la edad sino lo que pueda hacer. En esta practica no hay muy pocas contraindicaciones", subrayó la médica.

El contacto con el caballo aporta facetas terapéuticas a niveles cognitivos, comunicativos y de personalidad, pues al desarrolarse al aire libre los sonidos, colores y aromas son utilizado también como estímulo sensorial en el tratamiento.

"Los jinetes experimentan en las sesiones un gran sentimiento de autonomía y seguridad al poder dirigir al animal hacia el lugar deseado. Utilizamos como metodología de trabajo el juego para el logro de objetivos de trabajo. De esta manera las actividades y ejercicios ofrecidos son vivenciados de manera ludica, lo cual aporta aspectos positivos en cada uno de los jinetes", destacó a La Prensa Silvina Serser, directora del Centro de equinoterapia "El Alba" en Mar del Plata.

UN AMIGO
En el año 2011, Mariana Romeo, una médica especializada en neurología, buscaba una terapia complementaria para su hija Catalina, de entonces 3 años. El primer encuentro entre Cata y su amigo "Tantor", como el caballo de Tarzán, marcaría un vinculo profundo que hasta el día de hoy continua creciendo.

"Cata disfruta mucho venir aca porque lo ve como una actividad más que una rehabilitación. Y esto también se aplica a nuestro nivel familiar porque se desarrolla al aire libre", destacó a La Prensa la mamá de Catalina, quien sufre una agenesia de cuerpo calloso que le dificulta el desarrollo, sobre todo en áreas motoras, de la coordinación, equilibrio y el tono muscular.

Luego agregó que "aca no hay una exigencia de trabajar como cuando van al consultorio de un médico. Además esta desde el principio con el mismo caballo lo que permite que a la vuelta ella sea la encargada de darle algun premio como un turrón o alimento que a Tantor lo enloquezca".

La equinoterapia también se desarrolla en personas que hayan sufrido una ACV, stress o que tengan problemas conductuales. Tal fue el caso de Augusto, hoy de 10 años, que desde principio de este año participa en la equinoterapia.

"No encontrabamos un deporte que a Agusto lo ayudara con sus problemas de conducta, que eran serios. El contacto con el animal le permitió establecer un vínculo. Aquí se siente querido por el equipo que lo apoya y el ambiente lo relaja", enfatizó a La Prensa Cecilia Forte, mamá de Augusto.

En los siguientes meses de iniciar el tratamiento, los avances de Augusto fueron notorios. "Hubo cambios impresionantes que en otros deportes no los tuvo. Aca hubo un vínculo que motivó un cambio. Un ejemplo es que antes era comun que se viera envuelto en peleas con sus compañeros, impulsibidad y agresión hacia sus padres. Hoy se sociabilizó y los pares lo buscan para jugar", recordó su madre quien ya plantea, luego de que le den un alta a su hijo, que siga asistiendo como un entrenamiento con proyección a un desarrollo deportivo.

OPORTUNIDAD
Frente a cada caso en particular, el vinculo con el caballo provoca una motivación que termina siendo una parte crucial en la consecución de un avance en el paciente. Pero más allá de montar al caballo, se forma una relación de cuidado entre el jinete y su amigo equino.

"Ellos son receptores de cuidado pero nunca se le da una oportunidad para demostrar afecto de esta forma. Entonces capaz un nene que no se quiere peinar lo encontras de repente queriendo peinar a su caballo o darle de comer", destacó la coordinadora de Hipocampo.

En El Alba destacan la historia de Manuel, de 9 años, que con un diagnostico de paralisis Cerebral, con un severo astigmatismo y un indicio autista, demostró un cambio drástico en el temor inicial con los caballos. Con paciencia y estableciendo un vinculo con su amigo, su evolución permitió que, al año, ya hubiera logrado tonificar los músculos de sus piernas y utilizaba sus manos para manejar las riendas del caballo y equilibrar su cuerpo.

"Al adquirir una gran seguridad en sus propias posibilidades pudo autodesafiarse superando totalmente sus miedos y mejorar su conexión con las otras personas", destacó Serser. Hoy, Manuel es dueño de su propio caballo al que cuida y alimenta con la mayor devoción.

Luego agregó que "Es una actividad sumamente motivadora, lo cual nos permite avanzar sin limitaciones en los objetivos propuestos, no hay un límite de aprendizaje y de progresos, siempre estamos dispuestos a pedir un poco más, convirtiéndose en una propuesta que ofrece placer y desafío a los jinetes". .


OBRAS SOCIALES
Detrás de las historias de éxito se encuentra el incansable trabajo de un equipo multidisciplinario. Tanto los especialistas en el área de salud como los instructores equinos confluyen en una alianza fundamental para alcanzar los objetivos propuestos en cada caso.

Actualmente, en la Argentina no existe una carrera de grado que permita formar a quienes busquen desarrollarse en la equinoterapia. Existen cursos dictados en diversos centros vinculados con la equinoterapia pero no hay un lineamiento academico que unifique los contenidos.

Por otra parte, no en todas las provincias han legislado en favor de estas terapias complementarias. En las provincias de Buenos Aires, Mendoza, San Luis, Río Negro y Neuquén, entre otras, existe una regularización de esta terapia para que forme parte de las prestaciones de salud. Sin embargo, todavía en la Ciudad de Buenos Aires no se ha avanzado sobre el tema lo que genera que no siempre todas las obras sociales reintegren la totalidad del costo del tratamiento.

"Cada vez mas obras sociales reconocen esta terapia, lo cual facilita a las familias poder asistir con continuidad", enfatizó Serser. 

Consultada sobre el tema, Verónica Settepassi concluyó que "Los espacios son caros y es una lucha en la ciudad porque son pocos. Esto lo hacemos más por pasión que por otro beneficio"