El jefe de Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, advirtió hoy que existe "un serio problema en el marco legal" porteño que impide revertir la inseguridad en Capital Federal.
En ese sentido, reclamó a la Legislatura de la Ciudad que apruebe dos proyectos oficialistas para prevenir el delito de "motochorros" y "regular de manera más estricta" el accionar de "limpiavidrios" y "trapitos", término usado para definir a personas que cobran por cuidar vehículos en lugares de libre estacionamiento.
"Tenemos un serio problema en el marco legal", advirtió Burzaco. El jefe de la Policía Metropolitana completó: "Hay que poner una regulación más estricta que le permita a la Policía Federal y a nosotros poder controlar mejor la calle".
El funcionario, en esa línea, defendió un proyecto de ley oficialista para prevenir el delito de "motochorros".
"El tema de identificar al acompañante con un chaleco visible y demás que permita establecer controles de papeles en las motos, sirve", resaltó al referirse a uno de los puntos de la iniciativa.
Al evaluar otra de las medidas promovidas con el proyecto, remarcó: "El hecho de controlar a la carga de combustible que la persona tenga los papeles que corresponde, sirve".
Elogió también "el tema de no poder circular de a dos en el microcentro y en alguna otra neurálgica de la ciudad".
En los últimos días, oficialismo y oposición cruzaron duras acusaciones por diferencias en proyectos legislativos para prevenir este tipo de delito, luego de la muerte del joven Agustín Sartori.
Sartori perdió la vida tras ser atropellado por dos ladrones que escapaban en una motocicleta por el barrio de Palermo luego de haber cometido dos robos.
Según estadísticas de la Procuración General de la Nación, durante 2009, hubo en Capital Federal un promedio de 21 ataques de "motochorros" por día, más del doble que el año anterior.
Por otra parte, Burzaco reclamó hoy a la Legislatura porteña la aprobación de un proyecto oficialista para "regular de manera más estricta" el accionar de "limpiavidrios" y "trapitos".
"La figura contravencional nos está pidiendo que nosotros comprobemos la extorsión o la amenaza y eso es muy difícil", se quejó.
Al referirse al caso de los "trapitos", criticó que "la persona que, además de que le cobraron 40 pesos por estacionar el auto", tenga "que ir a las 48, 62 horas a una fiscalía a corroborar que la persona que le pidió la plata lo extorsionó o lo amedrentó".
"En casi todo el mundo, la figura que está penalizada es la de cobrar dinero por estacionar en un lugar de libre estacionamiento. Es mucho más simple la figura porque le permite actuar más fácilmente a policías", concluyó.