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Avances, percepciones y análisis del mercado laboral

Mientras la UBA anuncia que realizará una reforma en algunas de sus carreras más tradicionales, como Medicina o Ingeniería, la necesidad de nuevos métodos, herramientas y modos de interacción en el mundo formativo son parte de una demanda de que requiere nuevas capacidades para el desarrollo profesional y laboral.

En este sentido, Verónica Castañeira, consultora Vocacional, Educativa y laboral de la Cámara Argentina de Formación Profesional y Capacitación Laboral, sostiene que “hay una tendencia a disminuir la cantidad de años de las carreras de grado, se plantea una revisión sin perder calidad. En Europa, sobre todo en países como Francia e Inglaterra, las licenciaturas son de tres años, impulsando la especialización con posgrados, maestrías, etc., esa es la tendencia hacia la que nos dirigimos”.

Sin embargo, el programa no es lo único que se encuentra en una revisión, “se viene observando un cambio en las propuestas educativas, que la pandemia potenció e impulsó, sobre todo las virtuales”. Las diversas modalidades de cursada facilitan que estudiantes de todas las edades y regiones, puedan acceder a mejores estudios.

Si bien las carreras más elegidas por parte de los más jóvenes son diversas, van desde las económicas, digitales y tecnológicas, hasta la Microbiología, Medicina, Kinesiología, Arquitectura, Veterinaria, Diseños varios, Ingenierías, Psicología, Recursos Humanos, Ciencia Política, etc. Hoy se presentan combinaciones tales como: Marketing y Deporte, Diseño y Baile, entre otras.

Pero existe otro campo que va en franco ascenso producto del contexto y de las tendencias que impulsan las nuevas tecnologías: “se puede observar un marcado interés por aprender sobre finanzas, criptomonedas y generación de dinero conociendo y aplicando estrategias de inversión. En algunos casos no se lo plantean como carrera sino como una necesidad de manejar cuestiones financieras para un mejor aprovechamiento del dinero y las inversiones”, expresa Castañeira. Y agrega: “lo llamativo también sobre la educación financiera es que la misma es una preocupación en todas las edades, si pensamos en la nueva longevidad, el incremento de los años promedio de vida, comprendemos la nueva tendencia en la Silver Economy”.

Las carreras vinculadas a energías renovables y medio ambientales, como así también a la Gestión deportiva, suelen estar presentes entre los intereses. “El mundo de los e-sport e influencers, también comienzan a considerarse como opciones posibles, aunque con algunos reparos, lo cual no impide nombrarlas e investigar al respecto”.

El mercado laboral se está apalancando a partir de las nuevas tecnologías: “lo cierto es que los campos disciplinares están variando y creciendo a pasos agigantados por la  Inteligencia artificial, por lo tanto en los próximos 10 años no tenemos muy claras cuáles serán las nuevas ocupaciones y desafíos laborales , pero sí habrá habilidades  que serán fundamentales desarrollar  para los trabajos futuros: la flexibilidad, adaptación a los cambios, la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la comunicación asertiva, el trabajo colaborativo y estar abiertos al aprendizaje permanente”, asegura la consultora.

A su vez, siguen existiendo prejuicios y preconceptos sobre determinados campos disciplinares que ejercen su condicionamiento a la hora de elegir: “la docencia y las artes en general suelen estar devaluadas; mientras que las ingenierías, tecnologías y marketing digital, sobrevaluadas”. El imaginario general sobre el futuro laboral puede variar significativamente según la región, la cultura y la época. La especialista concluye en que “algunos conceptos y percepciones comunes sobre el mercado laboral están asociados a la incertidumbre y al miedo”. Según Castañeira las expresiones más recurrentes entre los adolescentes y jóvenes en situación de elección se encuentran el miedo a no poder trabajar de lo que estudió, a no ganar bien para sostener sus necesidades y las de su familia, no conseguir un buen trabajo.

Dentro de las posibilidades futuras, también surge la necesidad “de llevar adelante un emprendimiento, ser sus propios jefes, tener libertad de horarios y mayor control del destino profesional”.

Y si bien surge cierto descreimiento en las oportunidades que ofrece el país, y algunos piensan vivir en migrar después de recibidos. También surge la idea de trabajar virtualmente para empresas u organizaciones de otros países y recibir el pago en dólares o criptomonedas, algo que de hecho ya se está haciendo. “Muchos jóvenes buscan esa flexibilidad, poder trabajar desde su casa, ir a la oficina cuando lo necesiten o si hay alguna posibilidad de viajar, poder trabajar remotamente”, concluye la referente de la Cámara.