Ciencia y Salud

Artritis reumatoidea: qué hacer por uno mismo

El médico argentino Pablo De Caso está implementando en el país un curso creado en la Universidad de Stanford, que tiene por objetivo brindarle a los pacientes con enfermedades crónicas, tales como la artritis reumatoidea, herramientas que ayudan a disminuir los síntomas de la afección y alcanzar así una mejor calidad de vida. El experto habló con La Prensa sobre las características del programa y sus alentadores resultados.

Quienes padecen artritis reumatoidea, una enfermedad autoinmune que produce inflamación de las articulaciones, fatiga y dolores musculares -entre otros síntomas-, ven a menudo deteriorada su calidad de vida. Sin embargo, es posible aprender a controlar la afección y disminuir así su impacto negativo, según aseguró en una entrevista con La Prensa el médico reumatólogo Pablo De Caso.

A través del "Curso de Manejo Personal de la Salud", creado en la universidad norteamericana de Stanford, se busca que el paciente que sufre una enfermedad crónica "aprenda a controlar el dolor y la fatiga, descubra los beneficios de la actividad física, conozca los medicamentos que se utilizan para el tratamiento y sepa manejar los distintos estados de ánimo y el estrés", explicó el especialista.

El programa, que insta a los pacientes a "tomar la enfermedad por las astas", ya se ha implementado en más de 20 países y -según aseguró De Caso- "la experiencia indica que de 120 pacientes que lo utilizaron en los últimos años, el 90% disminuyó o dejó de consumir antiinflamatorios para el dolor".

Ahora, el reumatólogo argentino ha comenzado a dictar el curso en el país, junto a un equipo multidisciplinario de profesionales, que durante seis semanas enseñan cómo vivir mejor pese a la artritis reumatoidea, utilizando la actividad física y el manejo de las emociones como principales aliados.

- ¿Qué es el Curso de Manejo Personal de la Salud?

Dr. De Caso: - Es una nueva experiencia en el país; es un curso de calidad de vida. Tenemos el privilegio de haberlo hecho en la Universidad de Stanford y tener la licencia para darlo en toda la Argentina a pacientes con enfermedades crónicas, en este caso pacientes con artritis reumatoidea.

- ¿En qué está basado?

- Este curso se basó en las necesidades de las personas con alguna enfermedad crónica, como es la artritis, y en los problemas crónicos que acarrea la enfermedad: dolor, fatiga, malos hábitos alimentarios, emociones negativas (miedo, incertidumbre, depresión, mala comunicación). Este curso está destinado a mejorar la calidad de vida de las personas a través del autocuidado, es decir, de la educación del paciente. Se va trabajando sobre todo la parte física; les hacemos hacer ejercicios, les enseñamos cómo se deben hacer y cómo proteger las articulaciones.

- ¿Cuáles son los principales aspectos que deben conocer quienes padecen artritis?

- Deben conocer lo más que puedan la enfermedad, deben tomar el timón de este barco, ser los capitanes, es decir, tomar un rol activo en el manejo de la enfermedad. Es necesario que conozcan acerca de los medicamentos que existen para el tratamiento, que tengan una buena comunicación con su médico y con los proveedores de la salud, y que aprendan a mejorar las emociones. Se trata de aprender a tener una buena calidad de vida, especialmente a través de los dos puntos que priorizamos en este curso: la actividad física y el manejo de las emociones.

-¿Por qué la artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune?

- Porque el propio sistema inmunológico genera un ataque de las articulaciones y un compromiso de todo el estado general de la persona, ya que los pacientes con esta patología se sienten fatigados, sufren anemia; en algunas personas suele afectar la vista, el pulmón... no es una enfermedad articular, es una enfermedad sistémica, porque -cuando no está controlada- no sólo afecta las articulaciones sino a todo el organismo.

BUENOS RESULTADOS

- ¿Qué resultados se han obtenido hasta el momento?

- Un estudio realizado sobre 120 pacientes que siguieron este programa reveló que el 90% disminuyo o dejó de consumir antiinflamatorios. Se ha visto que no sólo mejora la calidad de vida de las personas con esta enfermedad crónica, sino que además mejora el sistema de salud. El programa ya está anexado al sistema nacional de salud en Inglaterra, bajo el nombre "Programa Paciente Experto", al igual que en España y en Australia.

- ¿Cómo pueden participar del curso las personas que sufren esta enfermedad?

- Habitualmente lo hacemos a través de las asociaciones o de jornadas, pero tenemos cada dos o tres meses un curso nuevo en diferentes lugares. Ya lo dimos en varios puntos del país, como Tucumán, Bahía Blanca, Rosario, Lobos, Luján. La idea es llegar a todos los rincones de la Argentina. La gente puede enterarse de los próximos cursos, ingresando a: www.rrreumatología.com.ar. Se anotan y nosotros les decimos cuándo hay un curso y dónde le queda más cerca.

- ¿Esta propuesta complementa el tratamiento farmacológico de la artritis reumatoidea?

- Por suerte la ciencia avanzó mucho y contamos con nuevas medicinas que logran frenar la enfermedad o, en algunos casos, una remisión -quiere decir que el paciente queda libre de la enfermedad con el tratamiento-. El curso de calidad de vida de Stanford contribuye a mejorar el camino de este transitar con la enfermedad crónica, y ayuda a aceptar la enfermedad, ver de qué forma la pasan mejor, a través de técnicas de pensamiento positivo, relajación muscular, ejercicios físicos. Es importante el abordaje de la persona no sólo desde el aspecto farmacológico sino en un aspecto integral del ser humano.

- ¿Quiénes conforman el equipo de profesionales que brinda el curso?

- Somos un equipo de kinesiólogos, profesores de educación física, reumatólogos y coachs, que son entrenadores emocionales. Yo soy coach y he traído a dos de mis profesores a trabajar conmigo. Hemos incorporado algunas cosas locales al curso de Stanford para que sea mucho más acorde a nuestras costumbres, a nuestra cultura.

ENTRENAR LAS EMOCIONES

- ¿El estado de ánimo se puede entrenar a través de determinados ejercicios que ustedes enseñan?

- Así es. Enseñamos cómo se ve la persona en un estado anímico negativo y cómo se ve en un estado anímico positivo. Con un simple ejercicio de pensar situaciones, las personas cambian el estado de ánimo. Les enseñamos cómo levantar endorfinas, a través de ejercicios de 15 a 20 minutos por día. Y los pueden hacer desde una persona en silla de ruedas hasta una que está perfecta. Les enseñamos los secretos que aumentan las sustancias para las que habitualmente se utilizan medicinas, como antidepresivos o antiinflamatorios. De esta forma el paciente muchas veces deja de consumir medicamentos que no son necesarios.

- ¿El curso de Stanford está en sintonía con la tendencia a buscar en el hombre la fuente de su propia cura?

- Totalmente. Y esto es una verdad. A nosotros nos agrada el término "medicina integrativa" y pensar que muchas veces lo que se necesita para la curación está en cada persona. En el buscarla, encontrarla y en el practicar las cosas que uno les va enseñando, está la solución hacia cargar estas enfermedades crónicas.