Después del sobresaliente con que los expertos en Economía calificaron al primer año de la gestión Milei a raíz de su esfuerzo por lograr el equilibrio fiscal vía recorte del gasto público, y por la sensible baja de la inflación tras cerrar el grifo de la emisión monetaria, llega el momento de mirar hacia adelante. El 2025 depara nuevos desafíos.
Consolidados estos dos logros -al menos nada indica que estén amenazados ya que son parte del dogma oficial-, el equipo económico debe acometer la ardua empresa de poner en marcha la economía. El ajuste se prolongará en el tiempo pero, lo saben en la Casa Rosada, la recesión no puede cristalizarse, mucho menos en un año electoral.
Las estadísticas oficiales brindan algunas señales de dónde estamos parados. Como siempre, los números suelen ofrecer la posibilidad de ensayar lecturas diversas. La comparación interanual de las cifras de la actividad económica hablan de un escenario deprimente, un terreno yermo. La relación contra trimestres del mismo año, en cambio, permiten vislumbrar brotes verdes, tímidos latidos.
La planilla del Indec difundida el lunes sobre la actividad económica marca:
* En el tercer trimestre de 2024, el producto interno bruto (PIB) creció 3,9% en términos desestacionalizados respecto al segundo trimestre del año.
* En cuanto a la demanda, todos los componentes tuvieron un incremento trimestral; en términos desestacionalizados, las Exportaciones crecieron 3,2%; el Consumo privado aumentó 4,6%; el Consumo público, 0,7%; y la Formación bruta de capital fijo creció 12,0%.
* La serie original del PIB, en comparación con igual período del año anterior, mostró un descenso de 2,1% en el tercer trimestre del año.
* Entre los componentes de la demanda, la mayor disminución se registró en la Formación bruta de capital fijo, con -16,8% interanual (ia). De los sectores de actividad, se destacaron los descensos en Construcción (-14,9% ia), Pesca (-6,7% ia) y las actividades de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-6,1% ia). A su vez, creció el sector de Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (13,2% ia).
A ojo de buen cubero podría rubricarse que sólo el agro y la ganadería, sectores transables -es decir que su producción tiene demanda de exportación- experimentaron un fuerte crecimiento en el último trimestre. En cambio, la actividad vinculada al consumo interno no termina de encender los motores. He aquí la Construcción y el comercio en todas sus variables, con rojos de -14,9% y -6,1%, respectivamente.
CONSUMO
El desplome del consumo ha golpeado por debajo de la línea de flotación a todos los vectores de la economía interna. Es un látigo que dejó sus huellas en las grandes empresas pero también en la economía informal, la de los manteros y el dinero no registrado.
De hecho, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) en la Ciudad de Buenos Aires, durante el mes de noviembre se detectaron 513 puestos de venta ilegal callejera, lo que representó un descenso del 51,2% en comparación con noviembre de 2023, mientras que en relación a la medición previa a octubre de 2024 hubo una suba de 2%. Se vende menos que hace un año pero, poco a poco, parece renacer el vigor comercial.
Ahí reside uno de los principales desafíos que el Gobierno tiene en 2025. ¿Avivará el fueguito de la recuperación? ¿De qué manera regará el frágil brote verde? Los empresarios de la industria y el comercio destinado al consumo interno, de los más golpeados en lo que va de la gestión libertaria, tienen su respuesta: claman por la rebaja de impuestos.
El mismo Milei ha prometido en el proyecto de presupuesto que si las cuentas públicas son saludables, el Gobierno avanzará en la poda del esquema tributario; y que si los números no acompañan, pues se profundizará el ajuste, el recorte del gasto público.
En el Vademécum tributario argentino de Pymes, elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), se identificó la existencia de 39 diferentes tipos de tributos a lo largo de nuestro país que gravan la actividad de las pequeñas y medianas empresas.
“Entre estos tributos se encuentran impuestos, tasas, contribuciones y derechos. Si además se tienen en cuenta los 30 regímenes de retención, percepción e información que afectan a las pymes argentinas, el total de marcos normativos asciende a 69”, enfatiza el documento.
Los empresarios textiles, que siempre están en el ojo de la tormenta -uno de los principales rubros acusados por Milei de “cazar en el zoológico”-, suelen recalcar que su performance es competitiva, pero que la carga impositiva los obliga a multiplicar los precios.
Esta vez, además de declamar su inocencia, elaboraron un documento titulado ‘Derribando mitos’ en el cual destacan que “en cuanto a los niveles de precios de la ropa en Argentina, es necesario destacar que el 80% del precio de una prenda comercializada en un shopping está relacionado con costos fuera de fábrica tales como impuestos, alquileres, costos financieros asociados a compra en cuotas y promociones”. ¿Desenredará esta madeja el equipo libertario?
EMPLEO
La actividad productiva no termina de arrancar y por ende el empleo cruje. Si bien el nivel de desempleo no es alarmante, llama la atención que la creación de puestos de trabajo en esta dinámica económica corra por el andarivel del monotributo y las tareas precarias.
La tasa de desocupación en el tercer trimestre del 2024, de acuerdo al Indec, alcanza al 6,9%. Es decir que en el país hay 1 millón de personas sin ocupación que buscan trabajo activamente y están disponibles para trabajar, pero no lo logran.
La lectura dentro del 6,9% muestra los siguientes detalles:
* Para la población de 14 años y más, la tasa de desocupación fue de 7,9% para las mujeres y de 6,2% para los varones.
* Entre las regiones, las que mostraron la mayor TD (Tasa de Desocupación) fueron el Gran Buenos Aires y la región Pampeana, con 7,6% y 7,5%, respectivamente.
* En referencia al nivel educativo de las personas desocupadas, el 69,5% cuentan con hasta secundario completo, y el 30,5% presentan nivel superior y universitario, completo o incompleto.
* En cuanto al tiempo de búsqueda, el 65,4% lleva buscando empleo desde menos de 1 mes hasta 12 meses, mientras que el 34,2% lleva más de un año.
En su cuenta de la red X, el macroeconomista Federico Pastrana evaluó la situación del mercado laboral y llegó a la siguiente conclusión:
* La recuperación del empleo es muy acotada: en 2 meses apenas se crearon 13.000 puestos de los 178.000 perdidos (sólo el 7%).
* En la comparación interanual bajó la cantidad de trabajadores registrados y aumentó la de cuentapropistas. Cambio estructural.
* Otro indicador es el crecimiento del empleo en negro. En 3trim de 2024 la tasa de no registro es 36,7% vs 35,8% de un año atrás.
* Otro indicador de empeoramiento de las condiciones es el persistente aumento del subempleo demandante. En un año pasó de 6,8% a 8,1%. La gente quiere trabajar más horas y no consigue hacerlo.
* Esto es coherente con la caída de los salarios y los ingresos de los hogares. Al no llegar a fin de mes, lo que se cobra por trabajar no alcanza y se busca tener más ingresos trabajando más horas, pero la demanda de trabajo está debilitada.
Con vistas al 2025 la creación de empleo no parece cobrar mayor dinámica. De hecho, la consultora ManpowerGroup Argentina revela en su última encuesta que el 29% de los empleadores planea aumentar sus dotaciones de personal; el 28% disminuirlas; el 39% no espera realizar cambios y el 4% restante no sabe si los realizará, lo cual arroja una Expectativa Neta de Empleo (ENE) de -1% ajustada estacionalmente para el primer trimestre de 2025. Para poner las cosas en contexto, la ENE para 2025 en India, que lidera el ranking, es del 40%, seguido por Estados Unidos con 34; México, 32%; Costa Rica y Sudáfrica, 31%.
La bujía hace chispa, el motor todavía no arranca. Sin embargo, con la inflación domesticada -al menos para los amplios parámetros argentinos- y el superávit fiscal consolidado, la economía muestra un cambio de lógica, una alteración en su matriz que puede deparar satisfacciones.
El último informe del intercambio comercial muestra por dónde es el camino. El agro crece a partir de las exportaciones y el sector energético, cuya balanza el año pasado era negativa, ahora es positiva en u$s 5.223 millones. En términos liberales, ahora sólo falta que derrame.
La actividad económica muestra débiles brotes verdes en sectores vinculados a la exportación. Falta que se reactive el consumo interno y despegue el empleo.