Máxima tensión en el estadio de Estudiantes. El jugador Javier Altamirano convulsionó en el terreno de juego a los 27 minutos del primer tiempo. Los futbolistas de ambos equipos, al ver la situación, llamaron con desesperación a los médicos.
El personal de seguridad formó un cordón para preservar al jugador de las cámaras de televisión hasta que una ambulancia ingresó al césped para trasladar al volante al Instituto Médico Platense.
En medio de la incertidumbre, el partido se detuvo. Nervios, congoja y el fútbol, ya muy lejos del interés popular.
Los capitanes, Enzo Pérez de Estudiantes, y Edilson Cavani, de Boca, decidieron suspender el partido. “Primero el pibe”, le comunicó el ex River al arbitro del encuentro, Fernando Echenique.
Antes de que los equipos dejaran la cancha, la voz del estadio levó tranquilidad a los presentes e informó que Altamirano había recuperado el conocimiento y que iba a quedar en observación.