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Ahora todos podemos ser astronautas

El 20 de julio de este 2021 debería ser recordado como una fecha clave en la Historia de la Humanidad. Tal vez, de importancia semejante al acontecimiento ocurrido 52 años antes cuando tuvo lugar la primera caminata de seres humanos sobre la superficie selenita. Por que, en efecto, lo acontecido este reciente 20 de julio en consonancia con lo que ya se hubo concretado el pasado 11 de julio, ha permitido tener la certeza de que todos nosotros podemos ser astronautas. Con la misma sencillez que subimos a un avión para emprender en vuelo transatlántico estamos hoy por hoy en condiciones de realizar un viaje al espacio exterior sea en un vuelo suborbital u orbital.

Obvio que estas afirmaciones pueden sorprender a muchos. Aún está en el imaginario de la población la idea de que para viajar al espacio exterior es requerido un entrenamiento riguroso, conocimientos técnicos especializados y contar con una salud superlativa. Pues bien, así fue en los primeros tiempos, durante los albores de la astronáutica. Pero eso ya es historia. Ahora los requerimientos son distintos.­

 

VIAJE SUBORBITAL­

­Comencemos atendiendo al viaje suborbital que tuvo como protagonista a Richard Branson -propietario de la empresa espacial Virgin Galactic- alcanzando los 80 kilómetros de altitud donde ya no hay atmósfera y puede sentirse la ausencia de gravedad. Branson acaba de cumplir 71 años de edad el 19 de julio. Alguien de una edad que, todavía, para muchos implica estar atravesando la vejez. Innecesario decir que Branson no ha tenido ningún entrenamiento para astronauta.

Pero el viaje organizado por Jeff Bezos con su empresa Blue Origin -ocurrido en coincidencia con el aniversario del viaje a la Luna de la Apolo XI- que alcanzó una altitud de 102 kilómetros nos brindó otras sorpresas en relación a la simpleza que es ya atravesar el espacio exterior.

Uno de los tripulantes fue Oliver Daemen, de sólo 18 años de edad, oriundo de Países Bajos. Y lo más interesante es que se enteró de que haría el viaje apenas con un par de días de antelación cuando se produjo el desistimiento de otro pasajero que era quien estaba previsto viajara al espacio en esta ocasión. Sin el menor entrenamiento previo Daemen se convirtió en afortunado astronauta. Pero hay más. Hubo una mujer que también estuvo allí. Nos referimos a Wally Funk que si bien tiene experiencia en aviación -fue la primera instructora de vuelo estadounidense de la Historia contando con 19.600 horas de vuelo acumuladas- es una persona con 82 años de edad. Sí. Tal como se lee. Esta octogenaria pudo desempeñarse sin dificultad alguna durante la travesía, regresar a la superficie terrestre y salir caminando como si nada notable hubiera ocurrido.

Adviértase que en esa misma astronave estaban un joven de 18 años y una dama de 82. Imposible mayores evidencias para confirmar que ahora todos podemos ser astronautas. No hay límites de edad para hacerlo ni ninguna restricción psicofísica importante. ­

Además vale destacar que se trata de dos vuelos al espacio organizados por empresas privadas, sin participación de los gobiernos ni de los estados y con tripulaciones civiles exclusivamente.

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DOS CAMINOS­

Todo lo referido abre dos caminos extraordinarios que estarán vigentes en no más de un par de años. Uno de ellos es la aparición de astronaves para viajes en pocos minutos de un sitio a otro del planeta. Pongamos por caso, viajar de París a Tokio en cuestión de minutos. Esto modificará por completo el negocio de la aviación. 

Por algo Boeing ya está trabajando en el diseño de espacionaves que reemplacen a los aviones. Las máquinas usuales en la actualidad se convertirán en obsoletas cayendo en desuso en breve. Por otro lado, los viajes de Richard Branson y de Jeff Bezos han marcado el inicio de lo que bien puede llamarse turismo espacial. 

Como bien explicó un especialista "para viajar al espacio lo que una persona necesita hoy es el mismo apto físico otorgado por un médico que cualquier gimnasio exige para entrenar.''

Por el momento estas posibilidades se encuentran muy limitadas por el elevado costo de los pasajes. Igual que sucedió en el comienzo de la aviación comercial. Empero, tanto Blue Origin como Virgin Galactic ya tienen cientos de reservas de pasajes para vuelos al espacio exterior que han planificado para un futuro inmediato.

Extraordinarias nuevas posibilidades se han abierto para nosotros. Otra evidencia más que justifica decir que ya estamos transitando una Nueva Era de la Humanidad.­