En el campamento de entrenamiento de la Milicia Bolivariana de Venezuela predominan los hombres y mujeres que creen en las advertencias de Hugo Chávez de que el "imperio" norteamericano podría atacar algún día, y por ello, deben estar preparados para sacrificar la vida si es necesario para luchar "contra cualquier amenaza externa o interna".
Según publica hoy el portal El Nuevo Herald, se trata de un grupo armado que podrían ser utilizados para amenazar a los opositores al régimen, socavar protestas y ayudar al caudillo a mantenerse en el poder a toda costa.
"Si nos atacan creo que estamos preparados para ello", afirmó un ama de casa, que admira a Chávez: "Estamos preparados para apoyar a las fuerzas armadas si nos necesitan''.
Los miembros de la fuerza de voluntarios la integran desde desempleados a electricistas, empleados bancarios y trabajadores sociales. La mayoría de los entrevistados durante el entrenamiento de la segunda semana de abril señalaron que algunos de ellos son beneficiarios de los programas gratuitos de educación del estado o son trabajadores del sector público.
No cobran una remuneración, pero reciben alrededor de $7 para compensar los costos de transporte para cada evento al que asisten, por lo general los fines de semana.
Como parte del entrenamiento se alinean en un campo de tiro con fusiles Automáticos Livianos (FAL), de fabricación belga, que tienen décadas de antigüedad, apuntando a blancos con marcas en color rojo, ubicados a unos 75 metros de distancia.
Practican la reacción a una emboscada en la selva, camuflados con las caras manchadas de barro y con hierba seca pegada como collares en el cuello de sus uniformes.
Por su parte, el vocero del Departamento de Estado para América Latina, Gregory Adams, afirmó a El Nuevo Diario de Nicaragua que Venezuela se prepara para una guerra contra un país "que no se sabe cuál es", y que eso preocupa a los Estados Unidos.
Además, argumentó sus palabras con el reciente trato que el presidente Hugo Chávez firmó con su homólogo ruso Vladimir Putin, a finales de abril, en el que se acordó el financiamiento de 4.400 millones de dólares en armamento.