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Adiós al fútbol champagne

El baúl de los recuerdos. Francia derrotó a Croacia en la final de Rusia 2018. No lo hizo con su histórico estilo, sino con una solidez y contundencia que fueron demasiado para un buen equipo balcánico.

Michel Platini se juntaba con Alain Giresse, Jean Tigana y Bernard Genghini para dar funciones de gala. Francia le rendía culto al fútbol champagne en los ´80. Sin embargo, ese estilo no le permitió ser campeón. No sucedió en 1998, cuando a pesar de contar con el exquisito Zinedine Zidane se llevó el título con un equipo más práctico que brillante. Estuvo cerca en 2006, pero Zizou perdió la cabeza y tiró por la borda su gran Mundial. Y en Rusia 2018, dos décadas después de su primera consagración, volvió a festejar con una selección sólida, efectiva y demoledora que derrotó a una encomiable Croacia. Sin fútbol champagne, pero con Kylian Mbappé tan joven como decisivo.

Esa metamorfosis no es un demérito de Francia. El fútbol evoluciona. Se modifica constantemente. Va y viene con cambios que renuevan su encanto. De hecho, el conjunto campeón en Rusia 2018 tenía a un embajador de su histórico estilo en Antoine Griezamnn, un talentoso que no le escapaba al esfuerzo. Calidad y sacrificio al servicio de la pelota. Por eso el elenco galo fue un gran campeón.

Croacia llegó a la finalísima del 15 de julio de 2018 al límite de sus reservas físicas. Le tocó afrontar tres tiempos suplementarios. Pasó dos instancias por definiciones desde los doce pasos gracias a los reflejos de su arquero Danijel Subasic. Se movía al ritmo de Luka Modric, un jugador de otro tiempo por su fina estampa y lucidez para conducir desde la mitad de la cancha.

Francia sumó su segundo título sin ser más que su rival en el choque por el título. Los balcánicos salieron a escena decididos a asumir el protagonismo. Con Modric juntándose con Ivan Rakitic para abastecer a un peligroso trío de ataque compuesto por Ante Rebic, Mario Mandzukic, Ivan Perisic. Pero los planes sufrieron un contratiempo muy temprano.

El árbitro argentino Néstor Pitana tuvo incidencia en esa situación. Cobró una inexistente falta de Marcelo Brozovic sobre Griezmann y de ese tiro libre nació el primer gol francés. Le pegó el jugador del Atlético Madrid, la pelota se desvió en Mario Mandzukic y el cambio de trayectoria descolocó a Subasic. El 1-0 se hizo realidad.

Hasta ese momento los balcánicos movían la pelota a su antojo sin que Paul Pogba y N'Golo Kanté pudieran arrebatársela. Por eso el resultado parcial se antojaba injusto. Más aún por el error del juez. Sin embargo, Croacia encontró rápidamente el empate con un zurdazo de Perisic inatajable para Hugo Lloris. La igualdad duró apenas unos minutos, ya que Francia volvió a sacar ventaja en una jugada que dejó expuesto otra vez a Pitana.

El argentino no observó una mano en el área de Perisic y ante las protestas de los jugadores galos irrumpió el VAR para disimular el error del árbitro. Desde el punto penal, Griezmann venció al arquero y le dio calma a su equipo hasta el final del primer tiempo, más allá de que a lo largo de esos 45 minutos se había visto obligado a jugar al ritmo que le imponía su adversario. Por si fuera poco, Lloris pasó más de un sofocón. Sí, Croacia jugaba mucho mejor.

En realidad, de no haber sido por Griezmann, las huestes comandadas por Didier Deschamps no habrían alcanzado la diferencia de la que gozaban. La habitualmente segura retaguardia no brindaba garantías, en el medio no controlaban la pelota, Mbappé no podía superar a Ivan Strinic… Solo el atacante colchonero asomaba con su luminosidad en un panorama bastante opaco.

EL BRILLO ES LO DE MENOS

En el fútbol, dinámico e imprevisible, cualquier cosa es posible. Todo cambia en un abrir y cerrar de ojos. Mbappé salió de su letargo y empezó a causarle dolores de cabeza a la última línea croata. La defensa recuperó su fortaleza y la salida de un apagado Kanté contribuyó a recuperar el equilibrio en el medio. Pogba, hasta entonces ausente sin aviso, recibió el balón en la medialuna del área y con un hermoso zurdazo alejó todavía más a Francia.

El partido se ajustó a las necesidades de los de Deschamps. Modric y lo suyos no tenían más alternativa que desplegarse con mayor decisión ataque. Sí, con mayor decisión todavía. Así, los galos dispusieron de más comodidad para explotar su velocidad en el contraataque. Mejor parados en el fondo, con gran precisión en los pases y con la velocidad de Mbappé en ataque, los franceses se sentían más a gusto.

Los galos se entregaron a réplicas que forzaban el fondo balcánico. En una de esas incursiones, Lucas Hernández le alcanzó la pelota a Mbappé y ese joven prodigio del fútbol mundial hizo estremecer la red del arco de Subasic. Sin la burbujeante caricia del champagne en el paladar, afloraba la sencillez de un buen vaso de agua para dejar atrás los malos tragos que le provocaba la determinación de sus oponentes.

El cuarto gol era un castigo demasiado grande para Croacia. Por más que no estuviera dispuesta a rendirse, el cansancio condicionaba su futuro. Claro que en su esencia no existía la noción de bajar los brazos. Mandzukic se redimió del desvío que abrió la cuenta y, con poco para ganar, salió a apretar a Lloris. El arquero pecó de la suficiencia que lleva a los arqueros a cometer equivocaciones absurdas con la pelota en sus pies y la perdió con el delantero. Faltando casi 20 minutos, se achicaba la diferencia en el marcador.

El asedio del equipo dirigido por Zlatko Dalic se hacía más insistente. Si bien era verdad que quedaba poco tiempo y que las energías se agotaban, tan cierto como eso era que Croacia atesoraba la ilusión de enfrentar un destino que se mostraba adverso.

Aunque no tuvo la firmeza de sus anteriores compromisos en Rusia 2018, con la clase de Griezmann para manejar los tiempos y la peligrosidad siempre latente de Mbappé Francia logró abrirse paso hacia la victoria tan deseada sobre una Croacia que había hecho todo para tener un final diferente. La espectacular era del fútbol champagne quedaba sepultada en el pasado. Los galos no la despedían con lágrimas, sino con la satisfacción de haber encontrado otra fórmula que les aseguraba el éxito.

LA SÍNTESIS

Francia 4 - Croacia 2

Francia: Hugo Lloris; Benjamin Pavard, Raphael Varane, Samuel Umtiti, Lucas Hernández; Paul Pogba, N'Golo Kanté, Blaise Matuidi; Antoine Griezmann; Kylian Mbappé, Olivier Giroud. DT: Didier Deschamps.

Croacia: Danijel Subasic; Sime Vrsaljko, Dejan Lovren, Domagoj Vida, Ivan Strinic; Luka Modric, Marcelo Brozovic, Ivan Rakitic; Ante Rebic, Mario Mandzukic, Ivan Perisic. DT: Zlatko Dalic.

Incidencias

Primer tiempo: 18m gol de Mandzukic (C), en contra; 28m gol de Perisic (C); 38m gol de Griezmann (F), de penal. Segundo tiempo: 10m Steven Nzonzi por Kanté (F); 14m gol de Pogba (F); 20m gol de Mbappé (F); 24m gol de Mandzukic (C); 26m Andrej Kramaric por Rebic (C); 28m Corentin Tolisso por Matuidi (F); 36m Nabil Fekir por Giroud (F); 36m Marko Pjaca por Strinic (C).

Estadio: Luzhniki (Moscú). Árbitro: Néstor Pitana, de Argentina. Fecha: 15 de julio de 2018.