Las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina han restituido su verdadera identidad a su nieta 125, que fue apropiada ilegalmente durante la dictadura militar que gobernó el país austral entre 1976 y 1983, cuando su madre, una militante peronista de 24 años, fue secuestrada y desaparecida.
"Abuelas de Plaza de Mayo tiene la inmensa alegría de comunicar la restitución de la hija de Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia", explicaron en un comunicado las Abuelas, que históricamente buscan a sus nietos, hijos de desaparecidos que fueron apropiados por la última dictadura y entregados a familias ajenas.
Tartaglia, conocida entre su familia como "La Flaca" y nacida en 1953 en Santa Rosa, capital de la provincia de La Pampa (centro), se mudó a la bonaerense ciudad de La Plata, donde estudiaba Derecho y militaba en la Juventud Universitaria Peronista. Allí fue secuestrada el 27 de noviembre de 1977 a los 24 años.
Tras una intensa búsqueda por parte de sus seres queridos, en noviembre de 1978 su hermano recibió una carta de Lucía donde relataba que se encontraba detenida, y en otra misiva afirmó posteriormente que estaba embarazada y que esperaba dar a luz para principios de 1979.
Según se supo con la llegada de la democracia, gracias a testimonios de sobrevivientes, la joven estuvo secuestrada en el Centro Clandestino de Detención conocido como "Atlético-Banco-Olimpo", que estaba embarazada y que fue llevada a dar a luz mientras aún se encontraba en cautiverio.
Su desaparición centró un juicio en el que fueron condenados catorce represores el 22 de marzo de 2011.
"Gracias a la perseverancia de nuestra búsqueda y de todo el movimiento de los Derechos Humanos, hoy la nieta 125 puede conocer la verdad sobre su origen", añadió la organización humanitaria.
El proceso de identificación comenzó una vez que la familia de Lucía supo de su embarazo y emprendió la búsqueda del niño o niña, para lo cual brindaron las muestras genéticas ante el Banco Nacional de Datos Genéticos.
La chica cuya identidad ha sido ahora restituida, de quien no se facilitó el nombre, fue convocada en el marco de una investigación judicial donde existían dudas sobre su identidad e informada sobre la posibilidad de que sea hija de desaparecidos.
Tras un tiempo de prudencia, accedió a dar una muestra biológica para cotejar su ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
Este miércoles, el resultado del análisis fue comunicado a la Justicia.
"Una vez más celebramos por la libertad de una nueva nieta que se atreve a conocer su verdad y alentamos a todos aquellos que puedan aportar información sobre posibles hombres y mujeres que estén en la misma situación a que así lo hagan", destacaron las Abuelas.
La emblemática organización agregó que noticias como esta les "reconfortan el alma" y les "fortalecen" para continuar en una búsqueda que comenzó hace 40 años, para restituir la identidad del total de 500 niños que se estima fueron apropiados por el régimen militar.