Samara Portela está al tanto de todo. Es brasileña, sabe mucho de vinos y del menú. Ella es la esposa de Sebastián, socio propietario de ‘Soler Vino Pizza’, un precioso local palermitano que también acaba de abrir en la cada vez más de moda Villa Crespo. Tal como su nombre bien gráfico lo indica, el restaurante se especializa en ofrecer vinos naturales y pizzas romanas -más finitas que las napoletanas-. “Les va a encantar, y los vinos también”, dice Samara -sommelière- quien presenta el menú y oficia de anfitriona.
La visita de La Prensa ocurre un martes por la noche y las mesas poco a poco comienzan a llenarse de comensales. En general, treintañeros, quizá amigos, alguna que otra pareja. La velada se presta para disfrutar de las exquisiteces ofrecidas.
“Nosotros tenemos etiquetas de marca propia, seleccionamos los productores de vino. Ellos trabajan con baja intervención y un criterio de sustentabilidad. Y esta pizza, fácil de digerir, es el maridaje ideal”.
-¿Quieren cortar con esa tradición de tomar solo cerveza con pizza, verdad?
-Sí, nos gusta patear el tablero, ser innovadores. La idea es reivindicar el ritual de sentarse a la mesa a compartir el pan y el vino.
En el local sobresale una gran estantería de piso a techo, en la que se exhiben más de 300 etiquetas seleccionadas por Samara.
En la comida ofrecida, con una entrada de embutidos, la anfitriona va cambiando los vinos desde unos más dulces y ligeros hacia otros malbec con más cuerpo. Se destacan las variedades criollas y los moscateles, intensas y muy afines con el menú.
Desde la cocina, también a la vista, con un enorme horno a leña de la reconocida marca italiana Accunto, traído especialmente de Nápoles, van saliendo de a una las especialidades de la noche.
“La pizza romana la hacemos con las mejores harinas, ingredientes italianos (como la salsa de tomates y el prosciutto), lácteos y charcutería artesanal, vegetales de la huerta y hasta un aceite de oliva extra virgen que un productor mendocino prensa a pedido”, explica Samara.
Se trata de una pizza que emula el estilo romano, realizada con aceite de oliva, una fermentación de 24 horas en frío y una cocción de 2 minutos a más de 300°C con fuego directo de leña. El resultado: masa finita, muy ligera, de base crujiente. Entre las ofrecidas, se destacan la stracciatella (salsa de tomate italiano, stracciatella, ajos confitados y albahaca fresca) y la caprese (salsa de tomate italiano, mozzarella de búfala, tomates cherry y pesto de albahaca).
Como postre, por supuesto, sobresale el tiramisú, bien italiano y apetitoso.
Samara no quiere terminar la noche sin recordar que ‘Soler Vino Pizza’ acaba de abrir una sucursal en Villa Crespo, en el cruce de las calles Aguirre y Darwin. “Tenemos ganas de hacer una gran oferta cultural que incluye un club con membresía, degustaciones de vinos, ciclos de música en vivo, talleres y variadas actividades”, explica.
Por lo pronto, en el local de Palermo, se respira un clima ideal con intimidad y música suave. En el subsuelo, camino a los baños, se despliegan unas hamacas ideales para jugar un poco y que pocos comensales se resisten a probar. Así de relajado es todo y así de tentador.
‘Soler Vino Pizza’
Soler 4201.
Lunes a viernes de 17 a 0, sábados y domingos de 12 a 0.
‘Soler Vino Club’: Aguirre 1202.
Instagram: @solervinopizza