Ciencia y Salud

Que el dengue no nos tape el bosque

El dengue es solo una de las muchas enfermedades transmitidas por mosquitos, y es crucial abordar el problema de manera integral. Si realizamos una breve búsqueda bibliográfica encontramos que hay más de 29 enfermedades que pueden ser transmitidas por mosquitos, incluyendo fiebre amarilla, dengue, chikungunya, zika, encefalitis japonesa, encefalitis de San Luis, fiebre del Nilo Occidental, fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, encefalitis equina y paludismo, entre otras.
En relación al dengue podemos decir que si bien esta enfermedad preocupa a la salud pública nacional debido a la ocurrencia desmesurada de casos, esto no nos debe impedir ver más allá de este fenómeno en particular. Teniendo en cuenta que no es la única enfermedad posible de ser transmitida por el vector mosquito, es importante considerar que las vacunas pueden protegernos contra una enfermedad específica, pero no contra todas las posibles enfermedades transmitidas por los mismos. 
Por otro lado, la sobrecarga de estímulos vaccinales al sistema inmune también es un tema relevante, ya que no podemos administrarlas  infinitamente a la población.
Pero no solo se trata de la inmunidad humana sino que el cuidado del medio ambiente y el hábitat también juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades transmitidas por mosquitos. La destrucción de hábitats naturales, la contaminación, la falta de saneamiento ambiental pueden alterar los ecosistemas y permitir la expansión de poblaciones de mosquitos debido al incremento en la disponibilidad de agua estancada, lo cual genera criaderos de mosquitos. Esto también puede afectar la biodiversidad y la capacidad de los ecosistemas para regularse a sí mismos.
Por lo tanto, es esencial adoptar un enfoque integral que incluya el cuidado del medio ambiente y conservación de hábitats naturales, gestionar adecuadamente los recursos hídricos y promover campañas de educación para la salud como así también la identificación y control de focos de criaderos de mosquitos.
En este sentido sabemos que las campañas gubernamentales están centradas en la solicitud de que la población haga un eliminación o descacharrizado del medio ambiente peri-domiciliario sin embargo debemos tener en consideración que gran parte de esos objetos son envases producidos por industrias por mencionar alguna, la alimentaria y la automotriz. Las industrias en general juegan un papel importante en la generación de residuos y envases descartables que pueden convertirse en criaderos de mosquitos. Es fundamental que estas industrias asuman su responsabilidad y contribuyan a reducir la cantidad de envases descartables y a promover prácticas donde prime la salud pública y no solo la ganancia de la empresa. Algunas medidas que podrían adoptar estas industrias incluyen:
- Reducir el uso de envases descartables y reemplazarlos por opciones reutilizables o biodegradables
- Diseñar envases que no acumulen agua y sean difíciles de convertirse en criaderos de mosquitos
- Implementar programas de reciclaje y reutilización de envases
- Colaborar con los gobiernos y organizaciones de salud pública para educar a los consumidores sobre la importancia de la gestión adecuada de los residuos
La industria automotriz también puede:
- Reducir el uso de envases descartables en la producción y distribución
- Implementar programas de reciclaje de componentes y materiales
Prever la disponibilidad final de neumáticos usados y otros componentes a descartar 
Es fundamental dirigir campañas hacia estas industrias para reducir la producción de envases descartables y promover prácticas sostenibles. Algunas estrategias para abordar en relación a estas industrias incluyen:
- Establecer normativas y regulaciones para reducir el uso de envases descartables
- Implementar incentivos para la innovación y la adopción de tecnologías sostenibles
- Promover la educación y conciencia sobre la importancia de la gestión adecuada de los residuos finales.
Por supuesto que podríamos seguir enumerando una larga lista de industrias que elaboran envases que no son reciclables con facilidad y que terminan siendo potenciales acumuladores de agua en su disposición final.
Al trabajar juntos, podemos reducir la cantidad de residuos que pueden convertirse en criaderos de mosquitos y prevenir la transmisión de enfermedades. Es hora de actuar y promover un cambio hacia una economía circular y sostenible que priorice la salud pública y el medio ambiente.
 

Dr. Ramiro Salazar