Y el Presidente no se anima

Señor Director:

Seguramente, la mayoría de los argentinos apoyamos la reacción de Israel, frente al brutal y sanguinario ataque del cual que fueron víctimas el 7 de octubre del 2023.

El asesinato de jóvenes; la matanza de niños; el aniquilamiento de familias enteras y el secuestro de 250 personas, nos recordaron las características del accionar del terrorismo en el mundo, aunque yo, sinceramente, pensé que en mi país lo habíamos olvidado.

Ya sé que puede parecer una locura el comparar la situación de Medio Oriente con la guerra vivida en la Argentina en la década del 70/80, dado que nuestras Fuerzas Armadas tuvieron que enfrentar a unos 16.000 terroristas, (entre Montoneros, ERP y otras organizaciones menores), mientras que Israel enfrenta hoy a unos 130.000, (sumando Hamas y Hezbolá). También resulta desproporcionada la cantidad de víctimas de cada contienda, ya que en nuestro país, al terrorismo se lo venció con el lamentable saldo de alrededor de 7.300 insurgentes muertos, junto a unos 1.100 pertenecientes a las FF.AA., FF.SS., funcionarios públicos, empleados del Estado y civiles inocentes, en tanto que la nueva guerra de Medio Oriente, se ha cobrado hasta ahora, (entre Gaza y Líbano), la vida de alrededor de 42.000 personas, pudiendo presumir que entre esos muertos, el 50% son niños y mujeres, entre tantos otros civiles inocentes.

Claro, allí todo se tornó imposible de sobrellevar cuando Hamas tomo el gobierno de Gaza luego de ganar las elecciones, en tanto Hezbolá ocupaba 10 importantes puestos en el gobierno del Líbano.

Nuestro Presidente apoya a Israel. Él sabe lo que significa el terrorismo y lo que sucede cuando estas organizaciones toman el poder: la vida se transforma es una desgracia. La vida entonces es esclavitud, pobreza, sometimiento físico, moral, espiritual y religioso. Me pregunto entonces: ¿cómo es que nuestro Presidente aún no ha hecho algo para sacar a nuestros soldados del eterno e injusto cautiverio que viven desde hace varias décadas?

Personalmente, yo creo que Israel ha equivocado el camino. Ya sé que derrotar al terrorismo minimizando el daño colateral, lleva mucho más tiempo y que cobraría muchas más vidas entre los integrantes de sus FF.AA. y ciudadanía en general. Pero tampoco es cuestión de lograr la victoria transformándonos en algo parecido a lo que estamos combatiendo. ¿No les parece?

Y es entonces que vuelo a valorar a nuestras FF.AA. y FF.SS., viendo el cuidado que han tenido durante aquella lucha, al alcanzar la victoria, evitando en sus acciones armadas, el incurrir en el famoso daño colateral.

Ahora, yo espero que nuestros periodistas y políticos de religión judía dejen de referirse a nuestros viejos soldados como” represores y genocidas”, ya que, respecto a su conducta, creo que tienen mucho para aprender, mientras que, como argentinos, al igual que todo el resto, mucho tienen para agradecer.

Y al Sr. Presidente yo le propongo: no espere el éxito de su programa económico para reestablecer la justicia. Recuerde que sin ella no hay paz ni Republica.

 

FABIAN E. SOTELO

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