Verstappen brilla en Qatar y el título de Constructores se decidirá en Abu Dabi

El neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que el pasado fin de semana se convirtió matemáticamente en cuádruple campeón del mundo de Fórmula Uno en Las Vegas (EEUU), ganó este domingo -sin duda espoleado por la sanción recibida el sábado- el Gran Premio de Qatar, el penúltimo del Mundial, en el circuito de Lusail. Donde la resolución de la pugna por el título de constructores, entre McLaren y Ferrari, quedó pospuesta hasta la última carrera, el próximo fin de semana en Abu Dabi.

Verstappen, de 29 años, logró su sexagésima tercera victoria en la F1 -la novena del año- brillando en la noche catarí, en la que se impuso por delante del monegasco Charles Leclerc (Ferrari) y del australiano Oscar Piastri (McLaren), que, por ese orden, completaron el podio. En una carrera que los españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) concluyeron sexto y séptimo, respectivamente; y en la que abandonaron el argentino Franco Colapinto (Williams) -en la primera vuelta- y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), en el cuadragésimo de los 57 giros que se dieron este domingo.

El inglés George Russell (Mercedes), que venía de ganar en Las Vegas y que había salido desde la 'pole' tras la penalización a 'Mad Max', concluyó cuarto una prueba en la que su compatriota Lando Norris (McLaren), sancionado durante la misma con un 'stop and go' de 10 segundos -por no reducir su velocidad con banderas amarillas- cuando rodaba segundo, acabó décimo una carrera que se preveía plana y fue bastante alocada: con accidentes, pinchazos (entre ellos el de Sainz), investigaciones, penalizaciones y tres entradas a pista del coche de seguridad.

El piloto de Bristol minimizó daños y añadió al punto conseguido por esa posición el de la vuelta rápida en carrera. Sigue segundo en el Mundial, pero ahora con sólo ocho puntos de ventaja (349 frente a 341) sobre Leclerc.

McLaren, que pudo haberlo dejado matemáticamente resuelto este domingo, sigue al frente del Mundial de constructores -con 21 puntos de ventaja sobre Ferrari (640-619)-, que se decidirá en el último Gran Premio de la temporada, el de Abu Dabi, el próximo fin de semana en el circuito de Yas Marina.

Verstappen demostró una vez más su condición de insaciable y como el sábado, tras su exhibición en la cronometrada principal, una curiosa sanción -de pérdida de un puesto en parrilla-, le había quitado su cuadragésima primera 'pole' en la categoría reina, se tomó la revancha elevando a 63 su relación de victorias en la F1. Laa tercera de todos los tiempos. Por detrás de las 105 del inglés Lewis Hamilton, duodécimo este domingo con el Mercedes; y de las 91 del otro séptuple campeón mundial, el alemán Michael Schumacher.

El neerlandés, por ir más despacio de lo debido durante la vuelta de preparación en la Q3, en la que molestó a Russell, acabó cediéndole obligatoriamente la 'pole' al inglés, que festejó de esa manera su quinto primer puesto en una parrilla de F1.

Desde la segunda hilera, apuntando al título de constructores, salían los McLaren, que habían firmado un 'doblete' en el sprint del sábado, con Norris -tercero en parrilla- cediéndole la victoria justo antes de meta a Piastri, en agradecimiento a la misma acción protagonizada por el australiano en Brasil, cuando Lando aún tenía posibilidades matemáticas de ganar el Mundial.

La cuarta fila era puramente española, con Sainz arrancando séptimo y Alonso, octavo. Por detrás de Leclerc -quinto en parrilla- y de Hamilton; y justo delante de 'Checo', que largaba noveno, al lado del danés Kevin Magnussen (Haas), que acabaría ocupando esa plaza al final. Colapinto, tras un arranque de fin de semana repleto de contratiempos, lo hizo desde la decimonovena plaza.

Toda la parrilla optó por salir con neumáticos del compuesto medio, salvo el alemán Nico Hülkenberg (Haas), que lo hizo con duros desde la decimoctava plaza, una por delante del piloto bonaerense.

Russell salió mal; y de una tacada, en la primera curva, lo rebasaron Norris y Verstappen, que tomó el liderato. Justo antes del accidente de Colapinto -sin lamentar daños personales- al chocar con el francés Esteban Ocon (Alpine), que también quedó fuera de carrera en ese lance.

Entró el coche de seguridad durante cuatro giros y en el re-lanzamiento de carrera, 'Mad Max' mantuvo el liderato por delante de Norris y de Russell, atacado por Piastri. Sainz había ganado un plaza y rodaba sexto, por detrás de Leclerc; y 'Checo' dos, acelerando séptimo, por detrás del español de Ferrari.

Fernando, que había perdido un puesto antes de la entrada del 'safety', perdió otros tres tras la reanudación y era duodécimo, fuera de la zona de puntos -que, antes de la carrera, afirmaba querer defender- tras la décima de las 57 vueltas previstas. Cuando ya se había retirado su compañero, el canadiense Lance Stroll.

Alonso dio cuenta de Tsunoda en el decimoquinto giro y a partir de ahí acabó completando una nueva actuación sobresaliente, en una interminable segunda juventud a los 43 años.

Para asegurar matemáticamente el Mundial de constructores este domingo, Norris y Piastri debían sumar quince puntos más que Carlos y Leclerc. Y para asegurarse en subcampeonato, Lando tenía que capturar al menos tres puntos más que Charles. Ninguna de las dos premisas se cumplió y tanto el título por equipos, como el subcampeonato de pilotos se decidirán en Emiratos Árabes Unidos.

Superado el ecuador de la prueba (vuelta 28) el súper-depredador de los Países Bajos lideraba con 1.8 sobre Norris, cuando parecía claro que la carrera era cosa de ellos dos. Piastri rodaba a más de diez segundos y Leclerc era cuarto, a 12. Carlos y 'Checo' eran quinto y sexto; y, tras la parada de Russell, Alonso era décimo. Defendiéndose del inglés también cuando, al entrar a garaje Magnussen, ambos habían ganado un puesto.

El finés Valtteri Bottas pisó un retrovisor caído en pista y los desperfectos que había en la recta de meta provocan los pinchazos de Hamilton y de Sainz; y se volvió a decretar coche de seguridad, con los coches pasando un par de veces por el 'pit lane' (mientras se limpiaba la pista), en unos momentos en los que muchos aprovecharon para parar, entre otros Fernando y Checo .En la 35, después de que lo hicieran Hamilton y Piastri, paró Carlos -pinchado, al igual que el inglés; y en una mala parada-, antes de que el safety permitiese otro baile de entradas a garaje.

El doble campeón mundial hizo una segunda parada e instaló el neumático medio, con el que llegaría a meta en séptimo lugar.

En la nueva resalida, Norris puso en aprietos a Verstappen, que aguantó el tirón. 'Checo', con las gomas duras frías aún -en una carrera con muy poca degradación-, trompeó, rompió un palier y quedó fuera de carrera -prolongando su relación de infortunios- en la 40, justo tras relanzarse la prueba, en la que Hülkenberg acabó en la gravilla, por lo que salió un nuevo el coche de seguridad.

Esta vez, Verstappen no dio pie a posibles contratiempos y a partir de ahí se dedicó a controlar el sprint de 15 vueltas al que quedó reducido el desenlace de la prueba. Esta vez fue Norris el que sufrió la presión de leclerc. Piastri era cuarto, por delante de Russell y del francés Pierre Gasly (Alpine) -quinto al final-, con Sainz y Alonso de nuevo en sus puestos de inicio: séptimo y octavo.

A falta de trece se anunció la penalización de diez segundos de 'stop and go' para Norris, que no había ralentizado durante las banderas amarillas, con lo cuál a Verstappen se le aclaraba el camino hacia un nuevo triunfo y a Leclerc se le servía en bandeja el segundo puesto.

Norris regresó a pista decimoquinto y último; y Carlos -en una jornada de mala suerte- y Fernando avanzaban un puesto más para ponerse sexto y séptimo. Los puestos con los que cruzaron la meta.

Lando minimizó daños con la vuelta rápida y el décimo puesto, dos plazas por detrás del chico Guanyu Zhou, que no seguirá en la F1 el año que viene, pero que, al acabar octavo, sumó los primeros puestos del año para su escudería, Kick Sauber. Y tanto el subcampeonato de pilotos, como el título de constructores se decidirán dentro de una semana, en Abu Dabi. (EFE)