Una alergia que puede ser fatal
Aumentan en el mundo los casos de anafilaxis, una reacción severa del organismo ante factores tales como ciertos alimentos, la picadura de un insecto y algunos medicamentos. Instan a conocer cómo actuar ante este tipo de casos y cuáles son las principales medidas de prevención.
La anafilaxis o anafilaxia es una emergencia médica que pone en riesgo la vida. Se trata de una reacción alérgica severa, cuyos primeros síntomas pueden iniciarse tan sólo unos pocos minutos después de haber tomado contacto con el alérgeno (es decir, el factor que provoca la reacción) y, en general, éstos alcanzan su pico de severidad entre los tres y 30 minutos posteriores. No obstante, puede presentarse una segunda fase de la reacción entre una y ocho horas después de la primera.
Así lo explica la Organización Mundial de la Alergia (WAO, por sus siglas en inglés), que este año ha elegido la temática de la anafilaxis como eje central de la Semana Mundial de la Alergia, que comienza mañana.
Picazón en los labios, lengua o paladar; hinchazón de los labios, lengua y garganta; hinchazón de los párpados; picor en los ojos; picazón generalizada; enrojecimiento del rostro; urticaria; aumento del ritmo cardíaco; calambres abdominales; náuseas; vómitos; diarrea; dificultad para respirar; asma; colapso; pérdida del conocimiento; debilidad y desmayo producido por una baja de la presión, se encuentran entre los principales síntomas que suelen experimentar quienes son víctimas de este tipo de reacción alérgica severa.
"La anafilaxis es una enfermedad que no se reporta habitualmente pero que tiene una instauración rápida y es potencialmente mortal. En los últimos años ha aumentado su prevalencia notablemente y los eventos en los pacientes son cada vez más graves", alerta la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
Según informa esta entidad local, a nivel mundial se reportan anualmente 154 episodios fatales por cada millón de pacientes hospitalizados. "Se trata de un cuadro brusco y multisistémico, es decir, que afecta a varios órganos y produce un desarrollo anormal de múltiples partes del cuerpo", precisa.
Por su parte, el doctor Natalio Salmún, presidente de la Fundación para el Estudio del Asma y otras Enfermedades Alérgicas (Fundaler) destaca que la anafilaxis es una de las más graves complicaciones, potencialmente mortal, que pueden tener las alergias. "Se diferencia de una alergia común por la extensión de la reacción inmunitaria, que por lo general comprende prácticamente a todo el organismo", señala el experto, para luego añadir: "Se denomina shock anafiláctico a la reacción inmediata del paciente, minutos y a veces hasta segundos después de la exposición a la sustancia causante de alergia: el alérgeno".
UN SHOCK
De acuerdo con el profesional, habitualmente el sistema inmunológico responde ante el alérgeno mediante la liberación de histamina, entre otros mediadores químicos, que causan la sintomatología típica de las alergias: goteo nasal, estornudos, crisis de asma o erupciones en la piel. "Sin embargo, en algunos casos, los síntomas pueden ser más peligrosos y comprometer a todo el organismo, hasta el punto de llegar a poner en riesgo la vida del paciente; a esto lo llamamos reacción o shock anafiláctico", detalla.
Respecto de los factores capaces de desencadenar la anafilaxis, los expertos apuntan que entre los más frecuentes se encuentran determinados alimentos, algunos medicamentos o las picaduras de insectos.
PREVENCION
Según pone de manifiesto Lanny Rosenwasser, presidente de la WAO, los casos fatales de anafilaxis se pueden prevenir. "Saber cómo responder cuando se produce anafilaxis es fundamental, al igual que con cualquier respuesta en procedimientos de emergencia", remarca.
En ese sentido, el doctor Salmún recuerda que el primer paso para la prevención de la anafilaxis, es evitar los factores desencadenantes de la alergia.
"Si se empiezan a experimentar síntomas graves de alergia, llame a un médico o vaya a una sala de urgencia, donde recibirá una inyección de adrenalina (epinefrina), antihistamínicos o corticoesteroides, en caso de ser necesarios, lo cual aplacará la reacción alérgica", advierte el presidente de Fundaler, quien aclara que a pesar de haber recibido atención médica inmediata el paciente debe visitar un hospital para mayor evaluación y tratamiento.
Asimismo, Salmún subraya que es crucial que el paciente alérgico aprenda cómo autoadministrarse la adrenalina, según las indicaciones del especialista, y sustituya el dispositivo antes de la fecha de expiración de la etiqueta.
"De haber sufrido un ataque anafiláctico alguna vez, el paciente deberá consultar con un especialista en alergias para que realice una evaluación de seguimiento y tratamiento", insiste.
El médico deberá basarse en el historial médico del paciente y efectuar diversos exámenes para determinar la sustancia exacta que le provocó la reacción grave.
En concordancia, la AAAeIC hace hincapié en que los pacientes deben ser debidamente informados sobre los alérgenos que le provocan la anafilaxia y fundamentalmente cómo deben actuar ante la aparición de los síntomas.
"Toda persona que ha presentado indicios de la enfermedad debe llevar consigo adrenalina y, por supuesto, tener el conocimiento y entrenamiento de su uso", expresan desde la asociación, al tiempo que recuerdan que actualmente, en las farmacias de nuestro país, está disponible la adrenalina auto-inyectable, tanto en dosis de adultos como de niños.
"En el caso de los niños es sumamente importante que sus familiares, todos los cuidadores, profesores y monitores sepan que padece una alergia grave y qué deben hacer en caso de emergencia", enfatizan las autoridades de la AAAeIC.
"Las personas con más riesgo de reacciones graves o mortales por anafilaxia debido al asma, enfermedad coronaria o hipertensión arterial, deben discutir sobre los posibles desencadenantes de la anafilaxia con sus médicos, así como el estilo de vida para reducir el riesgo de padecer esta reacción alérgica grave", aconseja la WAO.
SUS CAUSAS
Acerca de las causas habituales de anafilaxis, la WAO enumera entre las originadas por un alérgeno:
* Alimentos: en teoría, cualquier proteína alimentaria es capaz de causar anafilaxis. Las más frecuentes son: maní, nueces, almendras, pistachios, avellanas, castañas de cajú, pescado, mariscos (langostinos, cangrejo, langosta, ostras); leche (de vaca o de cabra); huevos de gallina; semillas (de sésamo, de mostaza, de algodón); frutas y verduras.
* Antibióticos y otras drogas. Entre las más comunes se encuentran la penicilina, la cefalosporina, y los relajantes musculares utilizados en la anestesia.
* Insectos. El veneno en el aguijón de una abeja, una avispa y otras especies contienen enzimas que son capaces de causar anafilaxis.
* Látex. El látex es una savia lechosa producida por el árbol del caucho, Hevea brasiliensis. La anafilaxis causada por el látex puede ser una complicación seria de ciertos procedimientos médicos, tales como los exámenes internos, odontológicos, o las cirugías.
* Procedimientos médicos electivos. La inyecciones de inmunoterapia contra los alérgenos, que se suministran para tratar las alergias, pueden inducir a la anafilaxia. De modo que las inyecciones se deben aplicar en el consultorio médico o en un hospital, donde exista equipamiento de emergencias.
En tanto, entre las causas de anafilaxis no alérgica la WAO menciona:
* Aspirina, ibuprofeno e indometacina. Las reacciones ante este tipo de antiinflamatorios no esteroideos pueden ser muy severas. Las personas que se ven afectadas por estos fármacos normalmente pueden tomar salicilato de colina o de sodio, que son muy similares a la aspirina pero se diferencian en su composición química.
* Agentes sulfitantes. Los sulfitos de sodio, de potasio, los bisulfitos, metabisulfitos y los dióxidos de sulfuro gaseoso se añaden a los alimentos y bebidas para prevenir su deterioro y también se utilizan como conservantes en una variedad de medicamentos. Los sulfitos se convierten en gas en el estómago y luego son inhalados. En raras ocasiones, pueden causar asma y anafilaxis en personas susceptibles.
* Sangre, plasma, inmunoglobulinas, suero. Las reacciones anafilácticas pueden ocurrir luego de la administración de sangre o algunos de sus derivados. También la transfusión de un grupo sanguíneo incorrecto de sangre puede causar esta clase de reacción alérgica severa.
* Medios de contraste, químicos de baja densidad molecular utilizados en procedimientos médicos y las drogas narcóticas. Al ser inyectados en el cuerpo, estos químicos pueden causar la liberación de histamina y otros químicos inflamatorios de las células del organismo y el torrente sanguíneo, lo cual resulta en anafilaxia.
* Causas idiopáticas. Las mujeres pueden desarrollar -en raras ocasiones- ataques anafilácticos como resultado de una hipersensibilidad causado por la progesterona secretada durante el ciclo menstrual. Cuando se producen síntomas recurrentes de sonrojamiento, aumento del ritmo cardíaco, erupciones cutáneas, hinchazón de la piel, y dificultad para respirar pero no se pueden identificar sus causas, a estos casos a veces se los denomina como anafilaxis idiopática.