Sugerencias del Chef
Un viaje culinario exótico y juguetón
‘Frenessì’ en Puerto Madero invita a vivir una experiencia gastronómica 360° con proyecciones que transportan, entre otros lugares, a la selva, la Patagonia y al espacio. Sólo 16 comensales por vez, locales y turistas, disfrutan de un banquete extravagante y exclusivo de diez pasos.
Una violenta excitación del ánimo. O tal vez un delirio furioso. Algo así dice la RAE sobre la palabra frenesí. Sin embargo, al visitar el espacio llamado precisamente ‘Frenessì’ -estilizado con doble ese y acento grave-, en Puerto Madero, la sensación es bien placentera y agradable, muy lejos de cualquier rasgo virulento. Entonces, con un nombre sobre todo metafórico, la invitación del lugar es a disfrutar de un concepto, que va mucho más allá de una mera visita a un restaurante.
Se trata, ante todo, de una experiencia. La idea es meterse en una “cápsula gastronómica inmersiva” que combina lo gourmet con la tecnología, viajes, algo de teatro y experiencias multisensoriales. Al concepto lo llaman cocina “tecnoemocional” porque fusiona la tecnología con el gusto y el olfato.
Tal vez la referencia a la película ‘El cocinero, el ladrón, la mujer y su amante’ -filme de culto de Peter Greenway de 1989- quede un poco lejana para algunos lectores pero quien haya visto ese filme puede tener una idea del concepto de inmersión. Claro que en ‘Frenessí’ no se ven ni por asomo los descalabros de ‘El cocinero…’, pero sí hay algo de un espíritu juguetón, excéntrico y levemente burlón que emparenta ambos mundos.
“La intención es llevar a los comensales por un viaje de casi 3 horas, en el que se ‘transportan’ desde la Patagonia Argentina a una selva misionera; del cielo al fondo del mar y del espacio a la playa, entre otros”, señala Juan Cruz, el gerente operativo, en diálogo con La Prensa, minutos antes de empezar la experiencia.
PURO TEATRO
Hay una maestra de ceremonias, asistentes en cada momento, camareros coreografiados y en algunos casos camuflados con vestuario. Todo remite a un mundo performático y teatral. Se accede al salón por un pasillo inmersivo. Y una vez adentro se ve una gran mesa blanca, con solo 16 sillas, rodeadas por paredes que poco a poco se comienzan a “pintar” con los paisajes de 10 mundos creados a través de proyecciones.
El concepto fue importado desde Colombia por el grupo el Grupo Seratta, uno de los conglomerados gastronómicos más importantes del país hermano. Y aquí, se adaptó, en gran parte, a los gustos argentinos.
El gerente señala que “el público es argentino en su mayoría. El 30 por ciento son turistas -brasileños, sobre todo-, y ahora tenemos un boom de rusos. Pero también vienen desde Uruguay, Chile y Paraguay exclusivamente: reservan primero con nosotros y luego armar su tour por la ciudad”.
EL MENU
En su mayoría pequeños, los platos están muy bien realizados y al ser diez se sale satisfecho. Hay hueva de trucha patagónica, conejo, ceviche, langostinos, entraña… Finalmente, el postre esparcido sobre la mesa termina por darle un toque artístico a todo el recorrido.
‘Frenessì’ cumple con lo que promete, aunque el precio es oneroso -el ticket cuesta 240.000 pesos por persona-, la inmersión es tan lograda que incluso puede resultar conmovedora y excitante.
‘Frenessì Argentina’
Abierto de martes a domingos, con previa reserva. Juana Manso 1860, Puerto Madero. Instagram: @frenessi.argentina
Se trata, ante todo, de una experiencia. La idea es meterse en una “cápsula gastronómica inmersiva” que combina lo gourmet con la tecnología, viajes, algo de teatro y experiencias multisensoriales. Al concepto lo llaman cocina “tecnoemocional” porque fusiona la tecnología con el gusto y el olfato.
Tal vez la referencia a la película ‘El cocinero, el ladrón, la mujer y su amante’ -filme de culto de Peter Greenway de 1989- quede un poco lejana para algunos lectores pero quien haya visto ese filme puede tener una idea del concepto de inmersión. Claro que en ‘Frenessí’ no se ven ni por asomo los descalabros de ‘El cocinero…’, pero sí hay algo de un espíritu juguetón, excéntrico y levemente burlón que emparenta ambos mundos.
“La intención es llevar a los comensales por un viaje de casi 3 horas, en el que se ‘transportan’ desde la Patagonia Argentina a una selva misionera; del cielo al fondo del mar y del espacio a la playa, entre otros”, señala Juan Cruz, el gerente operativo, en diálogo con La Prensa, minutos antes de empezar la experiencia.
PURO TEATRO
Hay una maestra de ceremonias, asistentes en cada momento, camareros coreografiados y en algunos casos camuflados con vestuario. Todo remite a un mundo performático y teatral. Se accede al salón por un pasillo inmersivo. Y una vez adentro se ve una gran mesa blanca, con solo 16 sillas, rodeadas por paredes que poco a poco se comienzan a “pintar” con los paisajes de 10 mundos creados a través de proyecciones.
El concepto fue importado desde Colombia por el grupo el Grupo Seratta, uno de los conglomerados gastronómicos más importantes del país hermano. Y aquí, se adaptó, en gran parte, a los gustos argentinos.
El gerente señala que “el público es argentino en su mayoría. El 30 por ciento son turistas -brasileños, sobre todo-, y ahora tenemos un boom de rusos. Pero también vienen desde Uruguay, Chile y Paraguay exclusivamente: reservan primero con nosotros y luego armar su tour por la ciudad”.
EL MENU
En su mayoría pequeños, los platos están muy bien realizados y al ser diez se sale satisfecho. Hay hueva de trucha patagónica, conejo, ceviche, langostinos, entraña… Finalmente, el postre esparcido sobre la mesa termina por darle un toque artístico a todo el recorrido.
‘Frenessì’ cumple con lo que promete, aunque el precio es oneroso -el ticket cuesta 240.000 pesos por persona-, la inmersión es tan lograda que incluso puede resultar conmovedora y excitante.
‘Frenessì Argentina’
Abierto de martes a domingos, con previa reserva. Juana Manso 1860, Puerto Madero. Instagram: @frenessi.argentina