Un partido que nació luchando contra el fraude, hoy es víctima del fraude

Por Carlos Mansur *

La Unión Cívica Radical es un partido político de la Argentina que tiene 134 años de historia, nació al calor de dos grandes reivindicaciones "la lucha contra el fraude electoral y el régimen” y las banderas de la igualdad y la justicia social heredadas de los principios revolucionarios de la Francia prenapoleónica.
Lamentablemente nuestro centenario partido se ha llenado de oportunistas y sinvergüenzas, desbastando el partido de los que nos reconocemos como los boinas blancas, que fue el distintivo que usaron aquellos valientes en 1890 cuando en lo que hoy es la plaza Lavalle levantaron barricadas en la denominada Revolución del Parque.
Un anónimo para la opinión pública y que sería un oscuro personaje, que tendría un pasado de barra brava, sería el concejal de Quilmes, Fernando Pérez, que no es más que una reproducción de lo que son otros dirigentes más notables como lo son Daniel Angelici, Emiliano Jacobiti y Martín Lousteau. Esta gente se ha ocupado de cometer el último y más tremendo de los sacrilegios politicos contra nuestro partido....arrastrarlo a una interna innecesaria.
Además, se habría perpetrado un escandaloso lamentable y vergonzoso fraude en el distrito de Quilmes en las elecciones internas celebradas el domingo pasado. Pero hay gente al parecer que no les alcanzó con eso si no, que haciéndose los ofendidos llevaron gente que presuntamente serían barras bravas de estudiantes de la plata, para copar el comité de la provincia Buenos Aires en su sede central en la ciudad de La Plata. Personajes violentos y facinerosos que no les tiembla el pulso a la hora de apretar prepotear patotear y llevarse puesto lo que sea con tal de preservar sus negocios y negociados.
Desde hace tiempo que vengo denunciando el manejo mercantilista de la política que tendrían algunos, ya sea desde el manejo de las universidades, o cómo fue habría sido el patético caso de Martín Lousteau y Gerardo Morales, cuando habrían actuado presuntamente comprando voluntades con la billetera del por entonces jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Estos personajes deberían dar un paso al costado soltar al radicalismo y e irse al kirchnerismo con quienes tienen una alianza estratégica o en todo caso crear un partido político propio, donde puedan ejercer libremente sus máximos valores que no son otra cosa que el disvalor mismo.
No hace falta ser un genio ni un científico de la NASA para darse cuenta que es imposible un solo distrito como es Quilmes pueda colectar casi 7000 votos para poner casi a la par el resultado de toda la provincia es obvio y salta a la vista que habría irregularidades, de hecho se ha conocido las últimas horas un audio en el que se escucha al mismísimo concejal Pérez intentando hacer maniobras en el distrito de tigre. Y viendo las cosas con el diario de mañana, todo cierra. Se comprende porque estos sinvergüenzas a pesar de haber recibido una oferta de tener el 49% de todos los cargos con tal de evitar una interna fraticida no aceptaron y llevaron a nuestro partido a sufrir el escarnio público y un papelón sin dimensiones porque la última elección interna en los 600,000 afiliados que tiene el radicalismo en la provincia de Buenos Aires votó una cifra cercana a los 60,000. Es decir si alguien quiere hacerle daño al radicalismo lo que tenía que hacer era llevarlo a una interna para que quede expuesto el nivel de falta de representatividad y adhesión de los propios afiliados en el territorio bonaerense. Y a este presunto empleado de Daniel Angelici, Domenicini, y el otros dirigentes como Pérez, Jacobitti y Lousteau. Por supuesto que nada les importó y empujaron al partido a la interna.
Pero el daño no solo quedó allí no les alcanzó con eso sino que como el resultado no les gustó habrían decidido robar la elección, lo inédito lo insólito y lo que no esperaban es que esa maniobra sería descubierta y por supuesto como todo sociópata la reacción frente a la denuncia fue la violencia. Pero que vayan sabiendo que por más que vengan con los barras bravas quieran tomar nuestro comité central, nos amenacen y nos intimiden, no le tenemos miedo porque nosotros somos como partido y como personas y como militantes, justo lo contrario de lo que ellos son y hacen nosotros somos la vida y la paz y nadie nos va a hacer corrernos de nuestro presente y nuestro futuro. ¡¡¡Adelante radicales!!!
* Presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) Junín, provincia Buenos Aires.