Un jardín oculto para comer rico

De fondo, suena ‘Watermelon sugar’, cantada por Harry Styles. Una canción burbujeante, alegre, y a la vez tranqui que permite distenderse. Todas esas sensaciones se buscan -y se logran- en ‘Chill Garden’, algo así como ‘jardín relajado’ en inglés.

Pero más allá de cualquier canción, lo primero que se palpa al traspasar la puerta del local, precisamente, es un espacioso jardín. Bello, muy bien iluminado y con calefacción, cuenta, según dicen, con 20 especies de plantas naturales que cubren parte de las paredes y hasta una pérgola muy vistosa.

Las mesas están distribuidas por todo ese espacio y la idea es sentarse en alguna de ellas para disfrutar de “una experiencia acogedora y rodeada de naturaleza”.

En tanto, si se prefiere ingresar al edificio propiamente dicho, también habrá agradables sorpresas. Se trata de una casona del siglo XIX, que perteneció a Leandro N. Alem, y que fue convenientemente remodelada. Hay sectores bien diferenciados -el viejo living y las habitaciones, entre otros espacios- que permiten cierta intimidad.

Vanesa, la encargada del local, recibe a La Prensa y cuenta que “la idea del jardín es recrear un oasis natural y en el salón todo es bien hogareño”. En efecto, se ven pisos, ventanas y mesas de madera, en combinación con sillas de pana verde musgo, que ofrecen mucha calidez.

EL MENU

La visita ocurre un viernes por la noche y por todos lados se ven grupos de amigas -hay muchas mujeres que eligen disfrutar de ‘Chill Garden’-.

Vanesa ofrece una selección de los platos, una suerte de menú degustación. Hay entradas, principales y postres, todos muy bien logrados, con sabores que incluyen un dúo de empanadas de ternera braseada al vino tinto, langostinos marinados en cítricos con mayonesa de sriracha y ravioles de calabaza fritos con pesto de albahaca.

También se destaca una tabla de quesos gourmet con confituras de frutas y berenjenas al escabeche y la milanesa de pollo crocante con salsa barbacoa. Las palmas se las lleva una exquisita ganache de chocolate blanco con base de brownie y sorbete de crema americana, uno de los postres más pedidos.

En tanto, la encargada muestra orgullosa la cava privada con capacidad para 2.500 botellas que además cuenta con una mesa redonda para ocho a diez personas que puede reservarse para catas y eventos privados.

‘Chill Garden’ es una excelente opción para ir con amigos y alargar la charla con algún rico trago o café.

‘Chill Garden’

Dirección: Pujol 935, Caballito.

Horarios: martes a domingos de 10 a 0.30.

Instagram @chillgarden.ba