Un drama erótico que atrapa pero se ancla en lo superficial

‘Babygirl’. Guion y dirección: Halina Reijn. Fotografía: Jasper Wolf. Música original: Meghan Currier. Actores: Nicole Kidman, Harris Dickinson, Antonio Banderas. Duración: 114 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.

La directora holandesa Halina Reijn dirige ‘Babygirl’, una historia sobre el deseo, el engaño y el poder. Romy (Nicole Kidman) es una exitosa directiva y madre de familia que comienza a sentirse atraída por Samuel (Harris Dickinson), uno de los pasantes de su empresa, que la descoloca desde un primer momento cuando logra dominar a un perro callejero.

La estabilidad familiar de Romy se pone en jaque cuando comienza entre ellos un juego de seducción, sexo desenfrenado y límites que van más allá de un affaire.

En el párrafo anterior se mencionó la palabra ‘dominar’ pues el vínculo entre ambos personajes gira en torno a esta acción. ¿Quién obedece a quién? ¿Quién goza de jugar el doble rol dominado/dominante? ¿Qué pasa con los que los rodean? Samuel no tiene a nadie, pero Romy debe sostener, si es que puede, su familia y su matrimonio. Ahí aparece el personaje de Antonio Banderas, que ama a su mujer pero que, en definitiva, por más años de matrimonio que lleven, no logra complacerla como ella realmente desea.

El elenco, al servicio de la trama, brinda convincentes interpretaciones, destacándose entre ellos Dickinson, con un personaje entre misterioso, trastornado, frágil y oscuro.

El problema de ‘Babygirl’ es la falta de profundidad de su guion. El hilo narrativo es recurrente, toca el mismo tema una y otra vez, y no profundiza sobre los tópicos ni lo que ocurre con ellos. También adolece de falta de originalidad en la resolución de ciertos planteos.

La figura de la denuncia, de la extorsión o de la intromisión en la privacidad familiar del otro queda sólo en el discurso pero no hay una escalada de tensión o drama que justifique haberse metido con ese tema. Se cuentan demasiadas aristas que quedan, lamentablemente, en la superficie.

La música de ‘Babygirl’ es un aspecto a destacar pues acompaña con eficiencia los altibajos de esa relación prohibida, el fuego del sexo desenfrenado y también el ocaso, el peligro.

 

Calificación: Buena