LO QUE VENDRA

Te tocan el timbre y te quieren decir que son los buenos

El sistema del timbreo se puso moda entre los partidos políticos. Una costumbre iniciada por Macri cuando era jefe de gobierno porteño que ahora practica hasta la ex presidenta, que parece obsesionada con querer imitar el proselitismo de Cambiemos.

El tema es tocar el timbre casa por casa de cualquier barrio y sorprender al vecino con la presencia de algún candidato o funcionario que procederá a hablarle de lo buenos que son, de las ventajas de votarlos, de lo bien que hacen las cosas (o lo mal que las hacen sin son del partido opositor). La cosa es que el vecino desprevenido se verá rodeado de miembros de un partido político que lo abrumarán, y como los Testigos de Jehová, intentarán venderle su propia `biblia`en la que se resumen los milagros de una ideología poco consistente a juzgar por los últimos años de nuestra democracia .

Y el ciudadano o ciudadana timbreado casi no tendrá posibilidad de eludir el sermón y de poco valdrá que diga “ estoy ocupado” o “estaba por desayunar” o “ya me iba a casa de mis padres”, por poner solo algunos ejemplos; los timbreadores insistirán con folletos, copia de las boletas electorales y un discurso que será más o menos convincente en función de quién lo escuche.

Abrir la puerta y encontrarse a Macri, Vidal, Cristina, Randazzo o Massa puede ser una buena noticia o que te amarguen el día, para colmo, aunque no se noten, todos llevan custodios, o sea que eso de esperar que me toquen el timbre para abrir la puerta y decirles “TODO LO QUE PIENSO”, es peligroso.

Así que mejor es o no abrir o salir con una sonrisa y despacharlos rápido o colgar en la puerta un cartelito que diga: “Si usted es político le ruego no tocar el timbre, nuestra  paciencia está agotada”.

V. CORDERO