Sueño convertido en pesadilla
"El hijo" (Argentina, 2019) Dirección: Sebastián Schindel. Guion: Leonel D"Agostino. Actores: Joaquín Furriel, Martina Gusman, Luciano Cáceres, Heidi Toini, Regina Lamm. Duración: 92 minutos. Clasificación: apta para mayores de 16 años.
En "El hijo", la segunda ficción de Sebastián Schindel, el director de "El patrón. Radiografía de un crimen" vuelve a trabajar con Joaquín Furriel. Acá, el actor encarna a Lorenzo, un pintor que espera con ansias la llegada de su hijo, luego de haber tenido un pasado complicado. Perdió la tenencia de sus hijas de un matrimonio anterior y tuvo problemas con el alcohol.
Ahora, su actual mujer, Sigrid (Heidi Toini), una bióloga noruega que trabaja en el laboratorio del sótano del caserón de la pareja, a medida que avanza el embarazo se obsesiona con el cuidado del bebé. Una de las tantas decisiones que toma es la de parir en su casa. Por eso invita a una compatriota, quien cuidó de ella en su infancia, para que la ayude a dar a luz, mientras que Lorenzo queda relegado de cualquier tipo de participación.
El thriller, que está narrado mediante saltos temporales, también presenta a la pareja amiga del protagonista, Renato y Julieta (Luciano Cáceres y Martina Gusman), quienes los ayudan a relanzar su carrera artística y además a enfrentar conflictos judiciales (sobre esto último no se puede spoilear).
PERTURBADOR
Basada en la nouvelle "Una madre protectora", de Guillermo Martínez, la película -a diferencia de su antecesora que tiene un tono más realista y social- navega por las aguas de lo pesadillesco en relación a la maternidad.
Como aquel cuadro de Goya al que hace alusión el filme, "Saturno devorando a su hijo", el relato puede ser por momentos perturbador. Sin embargo, más allá de alguna escena mejor o peor lograda, la película tiene un problema y es que genera varias preguntas, de las cuales muchas quedan sin resolver. Si "El patrón" desde lo narrativo es conciso, "El hijo", por el contrario, intenta acaparar varios temas que no logran estar del todo bien trazados.
Con una buena dirección de arte y fotografía, la película se destaca por la simbología que el director logra darle a esas imágenes. Un thriller que por momentos linda con el cine de terror y pone en foco el tema de la paternidad y maternidad en medio de una situación inquietante.
Calificación: Buena: