Ideas y proyectos de Gerardo Grieco, nuevo director general de nuestro máximo coliseo
“Soñamos con el Colón como uno de los mejores teatros del mundo”
El gestor cultural de nacionalidad uruguaya asumió la conducción de esa nave insignia de la cultural argentina con el objetivo inicial de fortalecer los elencos estables en la celebración de su centenario.
Simpático, desenvuelto, muy cortés, Gerardo Grieco (60) recibe a La Prensa en su despacho del Teatro Colón, del que es director general desde fines del año pasado, y le preguntamos de entrada si concretó finalmente su mudanza de Montevideo a Buenos Aires. Nos aclara que sí, y que pudo conseguir felizmente un departamento ubicado a sólo siete cuadras de la sala. Aunque confiesa que en el terreno futbolístico, sigue siendo hincha de Danubio.
-En sus currículos usted es definido siempre como “gestor cultural”. ¿Esto qué significa?
-Se trata de lo que en el mundo anglosajón en los años ‘90 se denominaba ‘administradores de las artes’ y en los ámbitos de habla hispana, Barcelona en especial, ‘administrador cultural’. Ello hasta que se unificaron los conceptos bajo la denominación que usted menciona. La noción se refiere, en definitiva, a aquellos que promueven y difunden el arte y la cultura en sus variadas expresiones y desde cualquier posición en que se encuentren. Productores, managers, mediadores, gestores de territorios.
-En esta dirección, ¿cuáles son sus antecedentes en cuanto a la conducción de un recinto de ópera, conciertos y ballet?
-Le cuento: dejé la carrera de ingeniería en Uruguay, fui lutier de guitarras, y alrededor de 1995 desempeñé durante un lustro un alto cargo en la Dirección General de Cultura de la Intendencia de Montevideo. Fui después, por cerca de nueve años, director del Teatro Solís, de cuya restauración y modernización me ocupé, y tuve a mi cargo posteriormente la rehabilitación y puesta en marcha del Anfiteatro del Sodre, sala prestigiosa, casi centenaria, que había permanecido cerrada desde su incendio en 1971, cuyos destinos me tocó conducir.
CONCURSOS
-Avancemos un poco ahora por el interior del Colón. Aparte de los del ballet, ¿va a haber otros concursos?
-Con respecto al ballet, en estos días comenzamos con las audiciones, con Julio Bocca asistido por tres calificados maestros, y estamos trabajando a fondo con el tema de las jubilaciones, que en realidad involucra al Gobierno nacional y no tanto al local. Pero además, como se sabe, siempre se encuentran resistencias a los cambios. La idea es que los bailarines que no estén en condiciones de asumir papeles de agudo compromiso técnico puedan integrarse a un grupo de menores exigencias, algo así como una silver company. O en su defecto, que se desenvuelvan como maestros, presten servicios administrativos u opten por el régimen de retiro voluntario que estamos generando. Además del cuerpo de baile, estamos haciendo noventa y cinco concursos para cubrir plazas en la Orquesta Estable, la Filarmónica, el plantel escenotécnico, de archivo y otros lugares. Es un hito, porque son necesarios y hace mucho tiempo que no se realizaban.
-En 2025 se cumplen cien años de la creación de los cuerpos estables.
-En el marco de este nuevo modelo de gestión, una conducción con liderazgos compartidos, y aprovechando justamente que este año se festeja el centenario de su creación, trataremos de fortalecer a los cuerpos estables como uno de nuestros objetivos prioritarios. Los vamos a jerarquizar y poner en valor, fortificando su excelencia y compromiso profesional y ético, en un camino de reencuentro con las esencias fundacionales de este teatro, que pretendemos que sea nuevamente uno de los más importantes del mundo. La apuesta es mostrar de qué son capaces los argentinos. Tengamos en cuenta que las exigencias del siglo XXI son crecientes y están muy alejadas de las de treinta años atrás, lo que nos obliga a todos aún más.
CELEBRACIÓN
La primera función conmemorativa será este próximo 18 de febrero con un concierto de la Estable. Luego, el Día de la Mujer, el 8 de Marzo, en el Puente de la Mujer (aclaramos que se trata del Puente de Calatrava), su actual titular, Zoe Zeniodi, estará al frente de la Filarmónica en una gran velada a realizarse al aire libre, en Puerto Madero.
-¿Habrá incursiones en las provincias o en el exterior?
-Tenemos previstas funciones de ballet en el interior, celebrando los cien años de la compañía. Y estamos trabajando en alguna salida de las orquestas y del coro, aún sin precisiones definitivas. En cuanto al ámbito internacional, todavía no puedo adelantar nada.
-¿Y las tradicionales funciones para infantes y adolescentes, tan valiosas porque permiten acercarlos al ámbito de la música clásica?
-En marzo vamos a anunciar una programación para niños, y también veladas de grandes intérpretes con precios especiales promocionales para jóvenes, asistencia sin cargo a los ensayos generales, acciones nuevas vinculadas con estudiantes, visitas de liceos y escuelas. Es también importante el compromiso del Instituto Superior de Arte (antes Conservatorio del Teatro Colón), en cuanto a los vínculos con la Orquesta Académica juvenil y su operatividad como cuna de nuestros propios talentos. Ámbito que ha generado tantos encumbrados artistas a lo largo de varias generaciones. Queremos recuperar y afianzar esas vocaciones juveniles, porque el Colón las necesita para volver a ser uno de los grandes.
-En este nuevo esquema de responsabilidades compartidas, el director de música, Gustavo Mozzi, ¿qué funciones cumple?
-Digamos que es el estructurador de todo. Este es un teatro donde la música está siempre. Y el suyo es un trabajo transversal, de coordinación, orquestas, foso, escenarios, cantantes, coro, bailarines, Salón Dorado, la Dirección de Música de la Ciudad. Su función es trascendente, vital, de articulación coherente.
-¿Seguirá el ciclo de la ópera de cámara?
-No le puedo anunciar nada, por ser cuidadoso en cuestiones presupuestarias, pero desde ya que va a haber algunas sorpresas. Le agrego, porque es importante repasar estos conceptos, que los argentinos hicieron una inversión gigantesca, monumental para construir un teatro como el Colón, a fin de colocar a Buenos Aires en el mismo nivel de las grandes capitales del mundo. Y lo dotaron luego de cuerpos permanentes de reconocida especialización y alta competencia. Esta es nuestra mirada central. Procuraremos por todos los medios resignificar esa visión de los fundadores, y ser fieles a ella, y por eso soñamos con colocar al Colón entre los mejores teatros del mundo en su sello. Lo que requiere planteles, elencos de máximo rango. Pero es lo que Buenos Aires y los argentinos se merecen.
-¿En cuanto a los recitales de artistas de música popular?
-Es lógico traer a Piazzolla al escenario del Colón porque su música alcanzó un genuino nivel de concierto. Pero no ocurre lo mismo con el muchachito pop que está de moda. Lo que pasa es que todos quieren decir que estuvieron en este escenario consagratorio. Tengo en este aspecto fuertes presiones de todos lados, incluidas algunas de personajes poderosos. Que no se dan cuenta que hay espectáculos que no son para el Colón y deben encontrar su lugar apropiado en el Movistar Arena, el Opera, el Gran Rex o cualquier otro sitio. Es una lucha que tengo que librar a brazo partido todos los días.
-¿Qué podríamos decir de su libro ‘Para los que sueñan’?
-El título está tomado de una canción de Eduardo Darnauchans. La gestión cultural hace cosas para los que sueñan. Es que la cultura, las artes, trabajan en definitiva para generar una experiencia espiritual. Se arma todo en equipo, en conjunto. En el caso de ‘Aída’, con la que dejaremos inaugurada la temporada lírica (el próximo 9 de marzo), habrá centenares de personas entregadas a una meta, la de generar el hecho artístico. Hasta que se abre el telón y al cabo de tantos esfuerzos y agitación, suena esa maravillosa primera nota que atraviesa el alma de “todos los que sueñan”.
FOTO: GENTILEZA TEATRO COLON