"Shakespeare se habría enamorado de él''­

­Entre la gran cantidad de artistas argentinos -actores, directores, músicos- que adquirieron reconocimiento en España, hay un nombre que se recorta por la calidad de sus puestas y lo heterogéneo de sus búsquedas. Es el de Matías Umpierrez. Nacido en 1980, se formó y consolidó su pasión por el teatro en Buenos Aires, llegó a dirigir el área cultural del Rojas y se consagró como director y curador. Desde Madrid, donde fijó residencia casi permanente en 2015, irradia su trabajo hacia el resto de Europa, Estados Unidos y, por supuesto, la Argentina, lugar que visita con asiduidad.­

Artista imposible de clasificar, siempre en el borde entre lo teatral y lo performático, sus trabajos y curadurías se presentaron en espacios abandonados, estaciones de tren o fábricas, pero también en lugares consagrados y consagratorios como el Museo de Arte Moderno de Moscú, el Museo Reina Sofía (Madrid) o el MoMA de Nueva York, entre otros. En 2014, fue destacado por la Fundación BGH como uno de los 100 argentinos más innovadores de los últimos 100 años.­

Sin embargo, a pesar de estos tremendos pergaminos, Umpierrez aparece afable, alcanzable, claro. Los más de 10.000 kilómetros que separan la capital española y la argentina se esfuman a su primer "hola, cómo estás'' o "dale, todo bien''. Sin un milímetro de acento español, como si viviera acá a la vuelta -pasó diciembre y enero en Buenos Aires-, podría decirse que este gran creador cumple con el lugar común de que los consagrados suelen ser los más humildes. Si actúa la humildad, poco importa. Se muestra así y así se disfruta.­

­DESAFIO­

Y ahora se encuentra ante un nuevo desafío. Se trata de reponer, en Madrid, una videoinstalación performática que ya estrenó en Berlín en 2018, y pasó también por San Sebastián y Moscú. Se trata de `Museo de la ficción I: Imperio', una mezcla de cine, teatro y performance que atraviesa géneros y está basada "muy libremente'' en `Macbeth', de Shakespeare, traspasándola a la década de 1990 en España.­

El título del espectáculo responde a la búsqueda que el creador viene desarrollando desde hace años: "Voy haciendo dispositivos para poner en cuestión cómo nos relacionamos con la ficción en una sociedad a la que le cuesta distinguirla de la realidad, más en un contexto pandémico como el que estamos viviendo''.­

La cita será hasta el 13 de junio en Naves del Español en Matadero, un espacio multidisciplinario que es sede de las últimas tendencias artísticas madrileñas. "El público se encontrará con grandísimas pantallas de 9 metros por 5 de alto que lo rodean y hacen que cada persona sea en cierta manera parte del montaje. La gran dificultad fue filmarla con cuatro puntos de vista. Cada pantalla tiene su propio sistema de sonido, incluso'', explica Umpierrez en un recreo de la "situación de montaje'', así la llama, en la cafetería de Matadero desde donde habla por teléfono con La Prensa.­

­UN ICONO­

La videoinstalación tiene al frente de su numeroso elenco nada menos que a Angela Molina, un verdadero ícono del cine y el teatro internacional, tan cercana a los argentinos desde `Las cosas del querer' (1989) o por sus filmes con Pedro Almodóvar (`Carne trémula', por ejemplo). Molina filmó más de cien películas en varios idiomas y protagonizó incontables obras de teatro. Todas características que le vinieron muy bien al espectáculo ideado por Umpierrez, que busca ser, entre otras cosas, un "reservorio de la actuación'', que algo de lo fugaz del teatro quede inscripto de alguna manera en la "perpetuidad'' de un museo. "Todo lo que trae Angela me sedujo mucho. Fue muy inspirador'', dice el director.­

La actriz, en tanto, se mostró encantada de aceptar la propuesta del comparativamente joven creador argentino. De hecho, en una entrevista con Radio Nacional de España cuando la puesta se mostró en San Sebastián, señaló: "Al leer esta adaptación de `Macbeth' dije, ¿quién hay ahí detrás? Es que Shakespeare se habría enamorado absolutamente de Matías. Con él pueden unirse todas las artes escénicas. Lo que creó es un espacio alucinógeno, una experiencia con una dimensión de ensueño y es muy extraño: nunca me he enfrentado a algo así, no es teatro, no es cine. Es trans''.­

Precisamente, en el trailer de la videoinstalación -que circula por internet- puede verse una Angela Molina explosiva, con una vestuario y maquillaje apabullantes. Lo mismo ocurre con el otro protagonista: el consagrado director y actor canadiense Robert Lepage.­

Lo transgénero en la obra, en tanto, se ve, por ejemplo, en el cambio de género de los personajes: "En todos mis trabajos los géneros no son para quienes fueron otorgados originalmente. Angela hace de Macbeth, personaje masculino en el original, y Lepage encarna a Lady Macbeth''.­

"Mi transdisciplina -agrega- es juntar diferentes lenguajes y volverlos piezas que por momentos son inclasificables. Ese es uno de los gestos que más me interesa expresarle a esta época: dejemos de categorizar; por momentos sirve, pero en otros no, porque las nuevas formas, o las formas de la transexualidad, no expresan un modo de género específico sino uno que tal vez no necesita ser definido''.­

­PIZZA CON CHAMPAN­

Si bien la puesta está ambientada en el sueño neoliberal de los años '90 en España, hace espejo con lo que sucedía en la Argentina de los años de la pizza con champagne. "El proyecto tiene 150 cambios de vestuario. Es súper grande. Son todas piezas de los años '90 y míticas en algunos casos como las del diseñador Thierry Mugler. Están relacionadas con la manera en que se mostraba el poder en esa época aquí y allá. El neoliberalismo viene con eso de que todos podamos ser empresarios, que todos podamos ser ricos. Esa idea del sueño americano que después cayó. Además, es una época que convive con la tragedia de una manera constante, pero a la vez plantea una negación de esa tragedia por un exceso de visibilidad, por una fiesta''.­

-¿Y por qué `Macbeth'?­

-Es una obra que sigue lamentablemente viva por el uso y abuso del poder. Hay personas que pueden ser una promesa y cuando llegan al poder se vuelven locas. Ese juego me parecía que encaja muy bien en los '90.­

Traerla a Buenos Aires es el deseo de Umpierrez, quien continúa muy ligado al país a través de la Plataforma Fluorescente, un dispositivo transdisciplinar que lleva adelante como curador y director. Además, mantiene su rol de titular del Festival Internacional de Dramaturgia de la Ciudad.­

Mientras tanto, cranea nuevos desafíos y su trabajo recibe elogios y apoyos en el exterior. ¿Fuente de orgullo para el ego argentino? Seguro que sí: "Está bueno lo que pasa con los argentinos en España, pero ojalá que muchos de los que podemos mostrar acá, también podamos hacerlo en Buenos Aires. Yo tengo una motivación natural por presentar cosas en la ciudad en la que me formé. Ojalá sea pronto''.­

El `Museo de la ficción I' girará próximamente por Colombia, México y Canadá, y tendrá nuevas versiones en el futuro.­

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