Ser padre es el regalo más hermoso que puede tener un hombre en la vida. Ver nacer a un hijo es un momento sublime, único. Protegerlo, educarlo y acompañarlo en su crecimiento es la tarea y el gran desafío. Tengan la edad que tengan los hijos, el padre estará pendiente de ellos.
Sabemos que a veces la realidad no funciona así y esto es preocupante. El mejor lugar que tiene un ser humano para recibir afecto, contención y educación es la familia. La mamá y el papá son irremplazables.
¿PARA QUÉ ´SIRVE´ UN PADRE?
Desde el punto de vista del desarrollo del psiquismo infantil, la figura del padre incide en la ruptura de ese vínculo tan fuerte y especial entre la mamá y el bebé, que, durante el primer tiempo de vida, ayudó a sostener desde un segundo plano. No es que antes no haya sido importante, ni mucho menos, pero cerca del segundo año del hijo, hace su irrupción más manifiesta. La figura paterna lo abre al mundo. El padre que en este momento es descubierto en su rol, representa la apertura a la sociedad. El padre no es una “segunda madre” que colabora en la crianza, es el “otro” que le abre un nuevo camino. No es casual que la marginalidad, las adicciones y las conductas antisociales están ligadas, en gran cantidad de casos, a un padre ausente o con una presencia débil y menospreciada. Aceptando normas y pautas, se aprende a hacerlas propias y a autogobernarse.
Quizás hablar de la función protectora del padre podría parecer anacrónico, pero cuando viene de la mano de la neurociencia ya no parece tanto. Dice Brizendine, autora de “El cerebro masculino” que, en él, la amígdala –sistema de alarma de la amenaza, el miedo y el peligro– es de mayor tamaño que en la mujer. Por lo tanto, los varones suelen conocer más fácilmente cuándo se presenta un agente agresor y están más preparados para responderle. El Núcleo Premamilar Dorsal, en la zona más profunda del hipotálamo, es el área de defensa del territorio, también más amplia en el varón, que contiene circuitos especiales para detectar los desafíos de otros hombres. Esto le confiere una mayor sensibilidad ante potenciales amenazas.
Por otra parte, el varón también suele tener mayor capacidad de pensamiento lógico y es más objetivo frente a situaciones que implican un gran desgaste emocional a la mujer. Continúa diciendo la autora antes citada que, “La unión témporo-parietal es el centro cerebral de la “empatía cognitiva”, es un buscador de soluciones que aúna los recursos del cerebro con el fin de resolver problemas inquietantes, tomando en consideración la perspectiva de las demás personas implicadas”. Descentrarse de “su propia perspectiva” le permite reconectarse rápidamente con los hechos de la realidad y lo ayuda a no perderse en enredos afectivos.
Por lo tanto, aunque las pautas familiares se consensuan entre mamá y papá, él es el más apropiado para bajarlas y hacerlas cumplir.
Cita también en el libro que “Los investigadores han observado que los padres dan órdenes más directas que las madres. Y las madres permanecen más en sintonía emocional con sus hijos, por lo que no necesitan dar tantas órdenes directas. Las madres utilizan frases más breves y se ajustan al tono de voz de su hijo más que los padres. (…) Los investigadores creen que la forma de hablar de papá tiende un puente importante para la comunicación con el mundo real, donde los hijos pronto descubrirán que los demás no adivinan el pensamiento ni prevén todas las necesidades como hace mamá”.
Obviamente, lo que significa ser padre y lo que representa un padre para sus hijos es mucho más que las características mencionadas, pero valen a modo de ejemplo.
EL LUGAR DEL VARÓN
En las últimas décadas, fruto del feminismo radical, la mujer adquirió una preponderancia tal, que muchas veces se excede la búsqueda de equidad para convertirse en un atropello al varón, dejándolo relegado a un lugar pasivo y expectante.
Botones de muestra son la nula posibilidad de defender la vida de su hijo por nacer si es atacada por su misma madre; la inversión de las pruebas en caso de acoso o violencia, la mayor condena para el femicidio, y varios etcétera..
Se le pide que se “deconstruya” en busca de una “nueva masculinidad” y en la familia se le exige ser solo un asistente de mamá. Se lo describe simplemente como un consumista con pocas luces, violento o sin iniciativa. Para el feminismo radical es su enemigo: padre significa patriarcado, abuso de poder, machismo, autoritarismo, represión. Basta ver los graffitis que dejan después de una marcha feminista y las pancartas que llevan.
El padre es el protector de la familia. Eso no lo convierte en autoritario, ni en un ser superior. Es el máximo responsable en el cuidado y manutención de su mujer y sus hijos, pero no es el único que puede proveer a la familia lo que necesiten.
Nunca en la historia se puso en duda el rol del hombre en la familia como ocurre ahora. Nunca como ahora la sociedad ve sus límites tan diluidos.
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