Política
Rodolfo Barra fue ministro de la Corte y de Justicia durante el menemismo
El designado procurador del Tesoro, Rodolfo Barra, fue ministro de la Corte Suprema durante la gestión de Carlos Menem, así como ministro de Justicia de ese mismo Gobierno, constituyente en la reforma constitucional de 1994 y Auditor General de la Nación hasta 2002.
El flamante procurador, confirmado hoy por un comunicado de la Oficina del presidente electo Javier Milei, nació en 1947 y se recibió de abogado en la Universidad Católica Argentina (UCA) en 1970.
Según su currículum, se inició en la función pública como secretario de Obras de la Nación, cargo que ejerció menos de un año, cuando fue designado como secretario de Interior del Ministerio del Interior.
Luego fue designado en la Corte Suprema, a partir de abril de 1990 y hasta 1993, cuando pasó a desempeñarse como vocal del directorio del Instituto Nacional de Administración Pública.
En paralelo a su carrera como funcionario, Barra se desempeñó como docente, aún sin estar recibido, como profesor ayudante de la cátedra de Doctrina Social de la Iglesia de la UCA.
El ahora procurador, siguió sumando cargos docentes en la UCA y también en la Universidad de Buenos Aires, en el período 1974-1976, durante la intervención de Alberto Ottalagano.
La renuncia de Barra como ministro de la Corte llegó acompañada de un fuerte cruce con el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, por el pago de sentencias contra el Estado y la acusación de que el ministro saliente había tenido responsabilidad en el estancamiento de las causas por los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel.
No obstante su perfil polémico, como parte de la denominada "mayoría automática" de la Corte, Barra regresó a las primeras líneas del poder político en 1994, cuando fue designado por Menem como ministro de Justicia, cargo que ejerció hasta julio de 1996.
Durante su gestión, estableció la "Ley Mordaza", un proyecto que limitaba la libertad de prensa.
Una vez oficializada la designación de Barra, el Foro Argentino contra el Antisemitismo (FACA) manifestó su "rechazo" ante el nombramiento y consideraron que se trata de "una afrenta directa al espíritu democrático y plural de nuestro país".
"Resulta inadmisible que una persona con antecedentes vinculados al Movimiento Nacionalista Tacuara, con tendencias próximas al nazismo, sea nombrada para un cargo de tal relevancia en nuestro país" alertó el FACA en un comunicado de prensa.
El foro se refirió así a la foto publicada en la tapa de la revista Noticias de junio de 1996, con Barra haciendo el saludo nazi y admitiendo su paso por Tacuara: "Si fui nazi, me arrepiento", dijo en esa oportunidad.
Desde su salida de Justicia y hasta 1997, Barra ocupó un cargo como asesor presidencial "ad-honorem" para "las cuestiones vinculadas a la protección de los derechos de la persona por nacer".
Es autor de varios libros; entre ellos, “Temas de Derecho Público”, “Tratado de Derecho Administrativo”, “Derecho Público Canónico” y "Capitalismo de Rostro Humano".
En su página de internet (rodolfobarra.com), el designado procurador del Tesoro pondera la experiencia recogida durante su paso por la función pública pero privilegia la carrera docente como "la experiencia más fructífera y más gratificante".
El flamante procurador, confirmado hoy por un comunicado de la Oficina del presidente electo Javier Milei, nació en 1947 y se recibió de abogado en la Universidad Católica Argentina (UCA) en 1970.
Según su currículum, se inició en la función pública como secretario de Obras de la Nación, cargo que ejerció menos de un año, cuando fue designado como secretario de Interior del Ministerio del Interior.
Luego fue designado en la Corte Suprema, a partir de abril de 1990 y hasta 1993, cuando pasó a desempeñarse como vocal del directorio del Instituto Nacional de Administración Pública.
En paralelo a su carrera como funcionario, Barra se desempeñó como docente, aún sin estar recibido, como profesor ayudante de la cátedra de Doctrina Social de la Iglesia de la UCA.
El ahora procurador, siguió sumando cargos docentes en la UCA y también en la Universidad de Buenos Aires, en el período 1974-1976, durante la intervención de Alberto Ottalagano.
La renuncia de Barra como ministro de la Corte llegó acompañada de un fuerte cruce con el entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, por el pago de sentencias contra el Estado y la acusación de que el ministro saliente había tenido responsabilidad en el estancamiento de las causas por los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel.
No obstante su perfil polémico, como parte de la denominada "mayoría automática" de la Corte, Barra regresó a las primeras líneas del poder político en 1994, cuando fue designado por Menem como ministro de Justicia, cargo que ejerció hasta julio de 1996.
Durante su gestión, estableció la "Ley Mordaza", un proyecto que limitaba la libertad de prensa.
Una vez oficializada la designación de Barra, el Foro Argentino contra el Antisemitismo (FACA) manifestó su "rechazo" ante el nombramiento y consideraron que se trata de "una afrenta directa al espíritu democrático y plural de nuestro país".
"Resulta inadmisible que una persona con antecedentes vinculados al Movimiento Nacionalista Tacuara, con tendencias próximas al nazismo, sea nombrada para un cargo de tal relevancia en nuestro país" alertó el FACA en un comunicado de prensa.
El foro se refirió así a la foto publicada en la tapa de la revista Noticias de junio de 1996, con Barra haciendo el saludo nazi y admitiendo su paso por Tacuara: "Si fui nazi, me arrepiento", dijo en esa oportunidad.
Desde su salida de Justicia y hasta 1997, Barra ocupó un cargo como asesor presidencial "ad-honorem" para "las cuestiones vinculadas a la protección de los derechos de la persona por nacer".
Es autor de varios libros; entre ellos, “Temas de Derecho Público”, “Tratado de Derecho Administrativo”, “Derecho Público Canónico” y "Capitalismo de Rostro Humano".
En su página de internet (rodolfobarra.com), el designado procurador del Tesoro pondera la experiencia recogida durante su paso por la función pública pero privilegia la carrera docente como "la experiencia más fructífera y más gratificante".