Retrato del artista deprimido

Como todo apasionado del cine, el escritor español Miguel Ángel Oeste utiliza su visión estética para recrear una época entre desconocida, inquietante y motivadora como la Gran Bretaña de 1970. Y dentro de esa euforia creativa y experimental de vidas breves pero intensas, fiestas, sexo libre, drogas y mucho rock and roll en sótanos lúgubres, rescata la figura del músico Nick Drake, su nuevo héroe literario y eje de una historia revestida con dos personajes de ficción que hacen de imán con el presente, Janet Stone y Richard West. Su nuevo libro Perro negro (Tusquets) es una biografía novelada con muchas licencias poéticas sobre un artista que fue reconocido muchos años después de su temprana muerte a los incipientes 26 años.

Nacido en Málaga en 1973, Oeste registra en su currículum los títulos de Licenciado en Historia y en Comunicación y varios libros de cine y novelas como las exitosas Arena (2020) y Vengo de ese miedo (2022). Colabora en diversos medios de España y forma parte del Comité de Dirección del Festival de Cine de Málaga y de la Semana de Cine en Melilla. En su nuevo libro reconoce la influencia del argentino Rodrigo Fresán, de quien afirma: “Desde que leí Historia argentina lo he leído con devoción, tiene un talento descomunal. De él leería todo, hasta su lista de la compra”.

FASCINACION

En esta entrevista exclusiva relata el derrotero que lo llevó a la publicación de Perro negro, libro que pareciera exigir una versión cinematográfica como la artística Blow-Up o ese cine británico de colores pasteles estridentes representativo de Trainspotting.

-¿Por qué la figura de Nick Drake a 50 años de su muerte?

-Un amigo me hizo descubrir su música en los años noventa. Quedé fascinado con sus canciones y me obsesioné tanto que empecé a buscar información sobre su vida. En esa época no era fácil. Pero aunque luego han salido biografías y diversos textos la pregunta seguía ahí: ¿Quién fue Nick Drake, el músico inglés, rey indiscutible del otoño como lo llamó Juan Forn? ¿Por qué se suicidó a los 26 años? ¿A qué respondían sus fobias sociales?

-¿Qué encontró en su legado?

-Su música ha trascendido épocas y generaciones. Si en vida apenas vendió unos centenares de discos y su nombre no fue conocido más allá de sus círculos más próximos, hoy no es difícil encontrar su influjo en las composiciones de muchos artistas. Robert Smith, el líder de The Cure, lo mencionó en varias ocasiones como una de sus influencias, al igual que Elliott Smith y Norah Jones. Drake poseía una prodigiosa técnica con la guitarra, de formación autodidacta, se convirtió en uno de los mejores guitarristas de su generación, no tanto por la maestría de sus punteos sino por la originalidad de los acordes y la excentricidad de las afinaciones, que introducían un elemento perturbador en sus melodías.

-¿Qué lo inquietó para que se convirtiera en el protagonista de su historia?

-La ausencia de reconocimiento, su gran timidez, el uso de drogas. Con las revelaciones de su familia después entendimos que lo que sufría Nick Drake era depresión. Pero que no le impidió dejarnos un legado donde la belleza y la melancolía se daban la mano para volverlo inmortal.

-La aparición de personajes de ficción como Janet Stone y Richard West le permitían reescribir su vida, de la cual había poca información.

-El personaje de West, el actor que quiere dirigir una película sobre Drake está inspirado en Heath Ledger, que también tuvo problemas de salud mental y terminó suicidándose. Es decir, ellos funcionan como medio para contarlo, para mostrar unas emociones y sentimientos que siempre han estado ocultos, que incluso han sido prohibiciones, pero que en el libro van saliendo, mientras las canciones representan cierta sanación. No solo el personaje del actor está sumido en una enfermedad mental, sino que cada uno lo está y se muestran como seres con la necesidad de ser queridos. El personaje de Janet es más complejo. Me interesaba mostrar una mujer educada en una familia conservadora y religiosa en un mundo que se abre, mientras que en ella fluctúan un sinfín de contradicciones por la educación que ha tenido. En cierto modo, la novela habla de los vínculos que se establecen entre las personas y cómo determinan sus vidas.

-Los años ‘70 en Europa son un marco muy tentador para escritores, guionistas y directores.

-Porque es una época en que las expresiones artísticas significaban algo, se creía que iban a cambiar el mundo. Se experimentaba y había una libertad en la que se buscaban nuevas fórmulas. Aunque también creo que la novela habla de nuestro presente o de algunos de los temas que más preocupan a nuestra sociedad. Temas como la depresión y la ansiedad. También está presente el deseo de éxito de una persona con el talento y las cualidades para lograrlo pero que se boicoteaba a sí mismo. O dicho de otra manera, Nick Drake es la excusa para tratar varios asuntos urgentes de hoy mismo. La Organización Mundial de Salud advierte que se han multiplicado los casos de depresión, hipersensibilidad, ansiedad. Y su música se adelantó a eso.

-¿Cómo fue el proceso de investigación, dado que Nick Drake es un artista de culto?

-El proceso de documentación duró años y, en cierto modo, no terminó. Pero la novela es otra cosa. No sólo intento reconstruir y repasar la vida de Nick Drake, rendir un homenaje a una de las figuras más interesantes y misteriosas de la música; sino que abordo todo un conjunto de asuntos que son atemporales y que afectan a la vida cotidiana: la búsqueda de fama, la incomunicación, la empatía, la fidelidad, las obsesiones, el dolor, la amistad, el poder sanador del arte, las vocaciones, el talento y los procesos creativos, hasta llegar a la representación de la muerte y el manejo del duelo en diferentes circunstancias. Pienso que Perro negro es una novela que le permite al lector reconocerse tanto en la bondad como en las asperezas de sus protagonistas.

INFLUENCIAS

-En sus entrevistas reconoce la influencia de libros como ‘Drácula’, ‘El gran Gatsby’ y ‘Jardines de Kensington’, del argentino Rodrigo Fresán.

-Fueron tres novelas que tuve muy presentes en la escritura de Perro negro. La novela de Bram Stoker juega un gran influjo en mi novela, también estructuralmente. Nick Drake está tratado como el conde Drácula, está sin estar, visto por los demás, y ejerce cierto magnetismo vampírico en los demás. El gran Gatsby me parece la novela perfecta y me fijé en el tono melancólico de la misma. La novela de Rodrigo Fresán es un maravilloso viaje por el Swinging London con Ray Davies mutado con el biopic de James Matthew Barrie, el creador de Peter Pan, que también me sirvió de un modo atmosférico.

-Ubica a nuestro Fresán a la altura de F. Scott Fitzgerald.

-De Rodrigo Fresán me interesa todo. Tiene un talento descomunal. Desde que leí su Historia argentina lo he leído con devoción. Además he tenido la fortuna de conocerlo en persona y poder conversar con él y es una persona generosa y un escritor único, genial. De él leería todo, hasta su lista de la compra.