Renunció el primer ministro de Portugal por un megaescándalo de corrupción

António Costa, primer ministro de Portugal desde 2015, renunció este martes tras verse envuelto en una investigación relacionada con tráfico de influencias, corrupción y prevaricación en proyectos energéticos. Costa presentó su renuncia ante el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, en la segunda visita que realizó a su residencia oficial de Belém en menos de cuatro horas, cuando ya se había divulgado que el Tribunal Supremo había abierto una investigación separada para esclarecer el papel del primer ministro en la concesión de dos explotaciones de litio en Montalegre y Covas do Barroso y un proyecto de producción de hidrógeno verde en Sines. “Obviamente, presenté mi dimisión”, ha dicho Costa, que ha asegurado abandonar el cargo “con la conciencia tranquila”.

En su declaración ante la prensa en el palacio de São Bento, que horas antes había sido registrado por la policía, Costa ha señalado que “la dignidad del cargo es incompatible con la apertura de una investigación” por el Supremo. “Mi obligación es también preservar la dignidad de las instituciones democráticas”, ha subrayado. Las dos ideas que ha repetido durante su intervención, que ha incluido algunas preguntas de la prensa, fueron que ignoraba los actos que son considerados sospechosos, pero que el simple anuncio de la Procuradoría General de la República (Fiscalía) de que sería investigado le invalida para continuar al frente del Gobierno. “Yo no estoy por encima de la ley. Si hay alguna sospecha, que sea investigada”, ha indicado tras reivindicar el “orgullo” de haber reforzado los medios judiciales para combatir la corrupción. “Estoy tranquilo con el juicio de mi conciencia, no ya respecto a actos ilícitos, sino incluso censurables”, ha destacado.