Relaciones peligrosas



Hugo Auradou pesa cien kilos y mide 1,80 metros. Tiene 21 años y juega de segunda línea. Su compañero de andadas dentro -y fuera- de las canchas se llama Oscar Jegou, tiene 20, es tercera línea, pesa 90 y mide 1,90. Son atletas de elite y representan el presente y el futuro del siempre promisorio rugby francés. Están presos en Mendoza desde hace casi dos semanas acusados por una mujer de abuso sexual con acceso carnal agravado. La historia, como tantas que parecen multiplicarse por estos tiempos de la -supuesta- vejación, es tremenda.

Mientras la causa va y viene, los acusados recibieron el miércoles la chance de cursar prisión domiciliaria tras ser considerada la inexistencia del riesgo procesal. Horas antes, la denunciante, de 39 años, volvió al hospital tras sufrir una descompensación. La mujer, internada la semana pasada, ya había recibido el alta. Tuvo una recaída.

Cerca de las 5 de la madrugada del 7 de julio, Auradou la invitó al hotel Diplomatic, en Mendoza, a tomar unos tragos. "Abrió la puerta y solamente había botellas de agua, pero no bebidas. Le pedí ir al baño y sin mediar palabras me tomó de ambos brazos y me tiró en la cama. Le grité que me dejara ir, se lo decía en inglés", declaró la víctima. “Me quitó la ropa, me empezó a ahorcar, me pegó cachetadas en la cara y abusó sexualmente de mi sin usar preservativo", denunció. Y agregó en su declaración que, 40 minutos después de esa primera agresión, entró a la habitación el otro rugbier, su compañero de habitación. "Un rubiecito (Jegou) quien, al verme, se desnuda, me arrastra, y empieza a abusar de mi. Yo les pedía por favor que no lo hicieran y que me dejaran ir", recordó entre lágrimas.

La poderosa selección de rugby de Francia cerró su gira por el país el sábado pasado con la derrota que sufrió a manos de Los Pumas en la cancha de Vélez, 33-25. Una semana atrás, horas antes del hecho aberrante que ocupó enormes espacios en la prensa francesa (allá el deporte de la ovalada es número uno y lo sucedido con dos integrantes del su seleccionado cobró mucha más relevancia que acá), los galos le habían ganado con comodidad a la Argentina 28-13. Quizá lo sucedido con sus compañeros de plantel horas después de esa victoria haya perjudicado el andar del equipo europeo en el Amalfitani.

Florian Grill, presidente de la Federación Francesa de Rugby (FFR), recordó el martes que los dos detenidos aún no dieron su versión de los hechos. Pero lejos de defenderlos, reconoció que hay problemas de comportamiento en su deporte… Y, sobre todo, habló del consumo de cocaína como gran flagelo. "Nosotros no somos ni jueces ni investigadores. Hay dos versiones. La versión de los jugadores aún falta. Confiamos en la justicia argentina", afirmó el dirigente en rueda de prensa.

Los deportistas están acusados de abuso sexual con acceso carnal agravado.

Grill contó que desde la federación giraron dinero para la representación legal de ambos jugadores con la intención de que los gastos de las familias "no sean tan onerosos". Si Jegou (del Stade Rochelais) y Auradou (del Section Palois) son juzgados por violación, la legislación argentina establece una pena de 8 a 20 años de prisión en caso de ser culpables.

El mandamás francés reconoció que lo que pasó en Mendoza es "un asunto dramático para la demandante, para los dos jugadores y sus familias". Y alumbró un tema recurrente en el ambiente del rugby francés. No se puede pasar por alto la referencia del hombre a la existencia de serios problemas de comportamiento en su deporte asociados, en muchas ocasiones, al consumo de cocaína.

"En febrero pusimos en marcha una comisión de investigación sobre las adicciones en general, con acento en la cocaína. En todos los centros de formación se ha hecho un trabajo de sensibilización", informó Grill, metiéndose en un asunto escabroso pero que, lamentablemente, no es el único que preocupa en el ámbito deportivo ni es exclusivo de los franceses.

Hay más miserias. Paralelamente al turbio episodio, la gira de la selección de Francia por Sudamérica tuvo que lidiar con otro incómodo hecho. Melvyn Jaminet (jugador del RC Toulon) fue excluido del plantel ya estando en estas tierras luego de postear un mensaje con contenido racista en sus redes sociales, un día después de la victoria de su equipo, cuando todavía no había trascendido el episodio de la supuesta violación, aunque son temas que no se conectan.

Florian Grill, presidente de la Federación Francesa de Rugby, cree en la justicia, pero también habla de las consecuencias del abuso de drogas por parte de los rugbiers.

Jaminet es más grandecito que sus compañeros detenidos (tiene 25 y juega en la selección blue desde 2021) en la provincia del sol y el buen vino. No obstante su supuesta madurez, escribió: "Al primer árabe que me cruce en la carretera le doy un golpe con el casco". Su mensaje causó conmoción en la expedición francesa y luego el jugador pidió disculpas. Sobre el caso, la propia FFR emitió un comunicado y lo separó del plantel. Habrá "tolerancia cero", anunciaron contra Jaminet.

Mientras tanto, por estas horas, se espera que se expidan Jegou y Auradou y se les busca domicilio. La medida incluye una caución personal para ambos imputados y el uso de pulseras de monitoreo. Según precisó el portal Mdzol, los rugbiers pasaron por la requisa de rigor, por la enfermería y luego estuvieron alojados en un calabozo de 6 metros cuadrados. La situación de ambos mejorará por estas horas. De todos modos, dada la trascendencia internacional del caso, los letrados defensores analizan los convenios de extradición y reciprocidad vigentes entre Argentina y Francia. La víctima espera.

Entre las pruebas que evalúa la Justicia están las grabaciones de las cámaras de seguridad del local Beerlin, ubicado sobre la calle Arístides Villanueva. Allí se observa al grupo de rugbiers franceses y, casi en primer plano, a Auradou, principal sospechoso de haber abusado de la mujer... al menos seis veces.