'Astor, nosotros' es el nombre de una obra del coreógrafo Leonardo Cuello, que combina danza moderna y tango, y se estrenará este jueves a las 20 en el Centro Cultural de la Cooperación, pensando en homenajear al gran músico argentino en el centenario de su nacimiento, celebrado en 2021.
"Es un espectáculo que habla del artista, su encuentro y creación conectada profundamente con el mundo tanguero y también con Buenos Aires, con la urbe'', describe la obra Leonardo Cuello. El trabajo, dice "es de trazo libre, que es como yo vengo trabajando el tango. No creo ni he querido atenerme nunca a las normas o los cánones habituales del género tango show''.
Acerca de este viaje que propone la obra por el universo del gran bandoneonista marplatense, el reconocido director de propuestas como 'Inside Tango' y 'Santa Buenos Aires' dice que lo que más le interesa "es fusionar con libertad y poder conjugar elementos de danza, teatralidad y dramaturgia'', como lo hace en cada uno de sus anteriores espectáculos.
"Pensar en crear algo para Astor liberó aún más ese trazo en mí, ¿Qué otro artista que no fuese Piazzolla hubiese podido generar esa libertad? Astor la impulsa en todos los artistas de cualquier lenguaje, porque estimula siempre la búsqueda libre'', expresa Cuello.
Con diez bailarines en escena (Julia Urruty, José Lugones, Laura Zaracho, Federico Ibáñez, Jimena Calarco, Quique López, Juan Pablo del Greco, Ayelén Alvarez Miño, Esteban Simón y Marilú Lopardi) y grandes estructuras escenográficas, 'Astor, nosotros' recupera el espíritu piazzolleano en una ciudad en permanente ebullición, desde una puesta poética. La obra se ofrecerá ver en ocho únicas funciones, los jueves de junio y julio a las 20 en la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543).
ESTIMULOS
Fue en 2005 que Cuello creó su propia compañía de danza, con la que ya ha realizado decenas de giras internacionales presentándose en Italia, Colombia y Chile, entre otros países. El director ha coreografiado también para el Ballet Folklórico Nacional, el Ballet Contemporáneo del Chaco, el Ballet Oficial de Córdoba y el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, entre más.
-¿De alguna manera siente que este nuevo espectáculo refleja la música de Piazzolla?
-¡Piazzolla es un artista tan prolífico! En Astor se ven todos los estímulos, las ideas que motorizaban una creación en permanente mutación, arreglos orquestales, introducción de nuevos instrumentos, otros formatos que hacían que su producción cambie constantemente. Eso se refleja a través de dispositivos escenográficos móviles, estructuras que en el escenario me permiten crear diversos paisajes poético-urbanos para desde allí crear la danza. Creo que Astor es la urbe, el cemento, el hormigón y la dureza de la ciudad, y quise tener la posibilidad de que las coreografías emergiesen de esas imágenes que yo tenía en mi cabeza.
-¿Cómo es el balance entre lo moderno y lo tradicional en la obra?
-Por un lado, quise mostrar al Astor romántico, al más tradicional. Al Piazzolla bandoneonista de orquesta clásica, el de los arreglos para Troilo, el que tocó con él. El inicio de la obra tiene cierto romanticismo propuesto desde el vestuario, la luz y lo coreográfico. Y luego, lentamente, ese romanticismo estético empieza a mutar, a metamorfosearse, a modernizarse, a buscar nuevas líneas en dos tiempos diversos. Hay entonces un inicio más romántico, un momento intermedio que es el inicio de la metamorfosis, y un final más liberado, contemporáneo. No quise seguir una línea histórica de sus composiciones, ni fui estricto en proponer la banda de sonido de manera cronológica. En ese sentido me permití colocar las diversas composiciones de Astor en los posicionamientos que más sentía que eran útiles para el espectáculo.
-¿Qué rol ocupan las musas y los duendes en el espectáculo?
-Me gusta pensar que los bailarines que dan forma a esta obra de danza, en realidad son los inspiradores de la música y del arte de Piazzolla; así entretejo las historias. Las musas y duendes ocupan las celdas, los huecos y recovecos de las composiciones del maestro y son obras tremendas, llenas de historias y de dramaturgia. Mis musas y mis duendes son el amor, la muerte, un ángel, la primavera, la sombra, la luna, el café, el mar y un ave.