Sus `Cuatro estaciones' sonaron en el Colón
Piazzolla, clásico y popular
'Las cuatro estaciones porteñas de Piazzolla'. Por la Camerata Bariloche, con Horacio Lavandera (piano) y Néstor Marconi (bandoneón). Función del ciclo dedicado al músico en el teatro Colón, el miércoles 10.
Una nueva propuesta en el marco del Festival dedicado al centenario del nacimiento de Astor Piazzolla, en el Colón, bajo un estricto control del protocolo sanitario, con aforo reducido y distanciamiento, barbijo para los intérpretes y el público. La misma tuvo como título convocante `Las cuatro estaciones porteñas', que el músico marplatense originalmente compuso como integrante de una suite, allá por la década del sesenta.
Como una suerte de símil temático con las estaciones vivaldianas, retrató a Buenos Aires con su peculiar estilo en las cuatro estaciones del año, bien reproducidas y evocadas por la Camerata Bariloche y el pianista Horacio Lavandera en la función que presenciamos.
En todo momento ese estilo, ese peculiar sesgo compositivo como referente del tango estuvo allí presente y el diálogo de las catorce cuerdas armonizó con el elegante fluir de las notas del piano a cargo del talentoso Lavandera.
Pero la sesión ofrecería también otras evocaciones compositivas, como el breve 'Decarísimo' en homenaje a Julio De Caro; el llamado `Diálogo y fuga', tango para cuerdas de David Bellisomi (presente en la Camerata), y el curioso 'Oblivion', que en arreglo de Néstor Marconi hizo entrar al escenario al famoso interprete del instrumento, que lució en esa página instrumental que saliera a la fama en una película de Marco Bellocchio, aludiendo a una imagen musical del olvido.
HOMENAJE
'La muerte del ángel' y 'La milonga del ángel' (que datan de los años '60) mostraron al autor evocado en una segunda parte cómo explora una raíz sentimental con acordes quebrados. Estas obras preludiaron para cerrar el concierto con la'`Suite Punta del Este', en tres movimientos (introducción, coral y fuga), que es obviamente una obra instrumental en homenaje a la ciudad balnearia uruguaya donde Piazzolla gustaba pasar sus temporadas de descanso.
Se trata de una obra escrita para bandoneón, ensamble instrumental y orquesta de cuerdas, de la cual existe una grabación donde Astor ejecuta el bandoneón -grabada en Caracas-. En la ocasión fue muy aplaudida la intervención del solista Néstor Marconi, oriundo de la localidad de Alvarez, provincia de Santa Fe.
Precisamente fue el mismo bandoneonista quien también satisfizo los aplausos del público concediendo fuera de programa el celebérrimo 'Adiós Nonino'.
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