Perspectiva alucinada sobre el mundo laboral

 

 

Suicidados

Por Andrés Vaccari

Ediciones Diotima. 123 páginas

 

En su reciente ensayo ¿Para qué sirven las novelas? (Fondo de Cultura Económica), la docente e investigadora argentina Alejandra Laera señala cómo “las ficciones narrativas más apocalípticas abastecen de argumentos al imaginario social sobre el estado del mundo y sus modos de vida”. Laera apunta al sistema capitalista en crisis con su lógica economicista, precararización laboral, aceleración y cortoplacismo.

Precisamente, en su más reciente novela Suicidados, Andres Vaccari -él mismo también investigador del Conicet y docente- aporta un ejemplo claro y contundente al argumento de Laera en su ensayo.

Vaccari habla de un presente levemente distorsionado, pero muy reconocible. Su ficción está basada en un caso real que ocurrió en Francia, China y la Argentina. Luego de la fusión de dos empresas multinacionales de telecomunicaciones, directivos de la nueva compañía decidieron reducir su planta de cuajo. Para ahorrarse las indemnizaciones, forzaron a los empleados a renunciar. Pusieron en práctica condiciones de trabajo humillantes y convirtieron al ambiente laboral en un infierno. Como consecuencia, se desencadenó una ola de suicidios entre el personal. El escándalo terminó en un juicio en Francia (aunque no en la Argentina).

El autor vivió parte de su juventud en el exterior, especialmente en Australia, donde trabajó en corporaciones gigantes, y utiliza ese “background” para construir su mundo.

El material ofrece una mirada no precisamente amorosa sobre Buenos Aires -“la ciudad deja entrever sombras de lo que fue; ostenta su historia como una herida”-. También sobre el Río de la Plata con su “color excremento”.

Hay un narrador omnisciente que mezcla en su prosa la crítica de arte, la arquitectura y brinda datos reveladores sobre la vida y costumbres de los personajes. Se destaca un supervillano, Jean Jacques Lefléau, que será el encargado de instrumentar en la Argentina el brutal plan de reducción corporativa.

El autor utiliza una variedad de géneros para dar sustancia a su ficción. Hábil en la literatura fantástica en sus varias modalidades (ciencia-ficción, terror, New Weird), Vaccari construye un mundo distópico pero muy probable en Suicidados. El texto ahonda en la actualidad y ofrece una perspectiva alucinada, terrorífica y, sobre todo, urgente del mercado laboral.