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Pachelo reveló en el juicio la "inteligencia" que hacía para ingresar a robar en casas de countries
Nicolás Pachelo, quien es juzgado como posible autor del crimen de María Marta García Belsunce y por 10 robos en countries del Gran Buenos Aires, admitió hoy que en los atracos que concretó en el country Tortugas realizaba inteligencia previa, que consistía en asegurarse que no hubiera vehículos, que alguna ventana estuviera abierta o no funcionara bien y que tocaba cuatro veces el timbre en un lapso de 15 minutos para confirmar que no hubiera nadie en las viviendas a las que ingresaba.
"Yo me aseguraba que las casas estén vacías, sin ocupantes", admitió Pachelo (46) en una nueva declaración ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, quienes tienen a su cargo el debate.
El principal acusado relató cómo fue su modalidad para establecer si estaban sin ocupantes las viviendas en las que ingresó el 29 de marzo de 2018, durante la Semana Santa de ese año, en el country de Tortugas.
Si bien en audiencias anteriores Pachelo reconoció haber ingresado a tres viviendas en el Tortugas ese mismo día, los investigadores lo acusan de otros dos hechos más, con lo que sumarían cinco casas asaltadas en una misma jornada.
Pachelo enumeró una serie de puntos que tuvo presente para cometer los robos a viviendas, entre ellas las de Osvaldo Brucco y Arturo Piano, delitos que reconoció haber llevado a cabo.
"Hay dos o tres formas: la primera, el vehículo. Es fundamental porque en una casa que no hay un vehículo es que está vacía. Segundo, si no se corre o hay una ventana abierta que después no se cierra, tampoco es que hay ocupantes", detalló y continuó: "El punto tres es cuando cae el sol y no se prende ninguna luz. Para reconfirmar todo esto, se toca tres o cuatro veces timbre en 15 minutos".
Al escuchar su relato, el juez Ecke le consultó sobre el tiempo que le llevó concretar los robos, ya que su registro de ingreso al country fue pasadas las 14 y minutos después de las 20 una cámara tomó su retiro, ambos momentos a bordo de una camioneta Dodge RAM conducida por el golfista Matías Marasco (43), imputado por los robos junto al caddie Iván Martínez (33).
"Yo me tomaba el trabajo y me cercioraba de que no haya nadie durante varias horas. Me tomé mi tiempo para ver si había cosas de valor", dijo y aclaró que ese recorrido previo "fue lineal" para determinar si había algún movimiento en las casas.
Esta información introducida hoy de la boca del mismo Pachelo fue de gran interés para la fiscalía, dado que los fiscales consideran que, al momento del crimen de María Marta García Belsunce, en su casa de Carmel solo estaba su auto y no el del viudo Carlos Carrascosa, por ende el imputado sabía que la socióloga se encontraba sola, y de esa manera el acusado concretó el presunto ataque con alevosía debido al estado de indefensión de la víctima.
En tanto, para la defensa, la intención del testimonio de Pachelo fue demostrarle a los jueces que "no era un improvisado" y que la inteligencia previa que hacía en cada vivienda era con el objetivo de entrar cuando estén vacías porque lo hacía desarmado.
Por otra parte, Pachelo reconoció que los robos los efectuó siempre en soledad, descartando así la participación de Marasco y Martínez.
"Es algo que quedó en el pasado, no volverá a repetirse. No hay plata en el mundo que valga esta situación (estar detenido) y que justifique lo que uno sufre y le pesa estar separado de sus seres queridos como mis hijos, mi pareja y mis amigos. Además, el gustito amargo de sentirme mal, tener la palabra devaluada. Me angustia y mortifica todos los días este arrepentimiento", sostuvo Pachelo.
El vecino de Carmel se encuentra detenido desde el 7 de abril de 2018 cuando la Justicia le imputó 10 robos a casas de countries: cinco en Tortugas; dos en Nordelta; dos en el barrio privado El Carmen y un restante en el country Abril, estos últimos ubicados en el partido de Berazategui.
Por otra parte, el acusado intentó desacreditar el testimonio que brindó días atrás Dionisio Simón, quien se presentó como amigo y socio de Roberto Pachelo, el fallecido padre de Nicolás, y que trabajó en la tosquera de Pilar hasta su cierre.
Este testigo había dicho la semana pasada en el juicio que Pachelo le había preguntado, días después de la muerte de la socióloga en 2002 cuando sólo se hablaba que había muerto en un accidente doméstico, qué pasaba "si no aparecía el arma con que había matado" a García Belsunce.
Sin embargo, Pachelo aseguró hoy que la tosquera de su padre se había puesto en venta un año antes y que desde entonces no se volvió a abrir, "por ende es una falsedad lo que declaró el señor Simón que la tosquera estaba abierta en octubre de 2002 tras la muerte de María Marta y donde se trató el tema del arma".
La declaración de Pachelo finalizó con un tenso cruce con el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, sobre la actividad que desarrolló luego del cierre de la tosquera.
El imputado dijo se dedicó "al rubro financiero", entre lo que incluía "cambiar cheques", aunque aclaró que no era su actividad principal.
Ferrari le salió al cruce al afirmar que los cuatro meses posteriores al crimen de María Marta "nunca se escuchó ninguna comunicación que sea sobre cambio de cheques", contradiciendo así la versión de que la tosquera permaneció abierta tal como lo mencionó el testigo Simón.
"Yo me aseguraba que las casas estén vacías, sin ocupantes", admitió Pachelo (46) en una nueva declaración ante los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, quienes tienen a su cargo el debate.
El principal acusado relató cómo fue su modalidad para establecer si estaban sin ocupantes las viviendas en las que ingresó el 29 de marzo de 2018, durante la Semana Santa de ese año, en el country de Tortugas.
Si bien en audiencias anteriores Pachelo reconoció haber ingresado a tres viviendas en el Tortugas ese mismo día, los investigadores lo acusan de otros dos hechos más, con lo que sumarían cinco casas asaltadas en una misma jornada.
Pachelo enumeró una serie de puntos que tuvo presente para cometer los robos a viviendas, entre ellas las de Osvaldo Brucco y Arturo Piano, delitos que reconoció haber llevado a cabo.
"Hay dos o tres formas: la primera, el vehículo. Es fundamental porque en una casa que no hay un vehículo es que está vacía. Segundo, si no se corre o hay una ventana abierta que después no se cierra, tampoco es que hay ocupantes", detalló y continuó: "El punto tres es cuando cae el sol y no se prende ninguna luz. Para reconfirmar todo esto, se toca tres o cuatro veces timbre en 15 minutos".
Al escuchar su relato, el juez Ecke le consultó sobre el tiempo que le llevó concretar los robos, ya que su registro de ingreso al country fue pasadas las 14 y minutos después de las 20 una cámara tomó su retiro, ambos momentos a bordo de una camioneta Dodge RAM conducida por el golfista Matías Marasco (43), imputado por los robos junto al caddie Iván Martínez (33).
"Yo me tomaba el trabajo y me cercioraba de que no haya nadie durante varias horas. Me tomé mi tiempo para ver si había cosas de valor", dijo y aclaró que ese recorrido previo "fue lineal" para determinar si había algún movimiento en las casas.
Esta información introducida hoy de la boca del mismo Pachelo fue de gran interés para la fiscalía, dado que los fiscales consideran que, al momento del crimen de María Marta García Belsunce, en su casa de Carmel solo estaba su auto y no el del viudo Carlos Carrascosa, por ende el imputado sabía que la socióloga se encontraba sola, y de esa manera el acusado concretó el presunto ataque con alevosía debido al estado de indefensión de la víctima.
En tanto, para la defensa, la intención del testimonio de Pachelo fue demostrarle a los jueces que "no era un improvisado" y que la inteligencia previa que hacía en cada vivienda era con el objetivo de entrar cuando estén vacías porque lo hacía desarmado.
Por otra parte, Pachelo reconoció que los robos los efectuó siempre en soledad, descartando así la participación de Marasco y Martínez.
"Es algo que quedó en el pasado, no volverá a repetirse. No hay plata en el mundo que valga esta situación (estar detenido) y que justifique lo que uno sufre y le pesa estar separado de sus seres queridos como mis hijos, mi pareja y mis amigos. Además, el gustito amargo de sentirme mal, tener la palabra devaluada. Me angustia y mortifica todos los días este arrepentimiento", sostuvo Pachelo.
El vecino de Carmel se encuentra detenido desde el 7 de abril de 2018 cuando la Justicia le imputó 10 robos a casas de countries: cinco en Tortugas; dos en Nordelta; dos en el barrio privado El Carmen y un restante en el country Abril, estos últimos ubicados en el partido de Berazategui.
Por otra parte, el acusado intentó desacreditar el testimonio que brindó días atrás Dionisio Simón, quien se presentó como amigo y socio de Roberto Pachelo, el fallecido padre de Nicolás, y que trabajó en la tosquera de Pilar hasta su cierre.
Este testigo había dicho la semana pasada en el juicio que Pachelo le había preguntado, días después de la muerte de la socióloga en 2002 cuando sólo se hablaba que había muerto en un accidente doméstico, qué pasaba "si no aparecía el arma con que había matado" a García Belsunce.
Sin embargo, Pachelo aseguró hoy que la tosquera de su padre se había puesto en venta un año antes y que desde entonces no se volvió a abrir, "por ende es una falsedad lo que declaró el señor Simón que la tosquera estaba abierta en octubre de 2002 tras la muerte de María Marta y donde se trató el tema del arma".
La declaración de Pachelo finalizó con un tenso cruce con el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, sobre la actividad que desarrolló luego del cierre de la tosquera.
El imputado dijo se dedicó "al rubro financiero", entre lo que incluía "cambiar cheques", aunque aclaró que no era su actividad principal.
Ferrari le salió al cruce al afirmar que los cuatro meses posteriores al crimen de María Marta "nunca se escuchó ninguna comunicación que sea sobre cambio de cheques", contradiciendo así la versión de que la tosquera permaneció abierta tal como lo mencionó el testigo Simón.