Eduardo Blanco ante un nuevo desafío junto a Campanella, ‘Empieza con D…’

“No es fácil estrenar una obra de autor argentino”

El actor y Fernanda Metilli protagonizan esta pieza que el ganador del Oscar escribió con su esposa, Cecilia Monti, que entre la risa y la emoción habla de las nuevas oportunidades que ofrece la vida.


Cuando Eduardo Blanco empezó a trabajar en ‘Empieza con D, siete letras’ supo que la gente se iba a reír y a conmover cuando viera la obra. Sin embargo hoy, algunas semanas después del estreno, asegura que lo que le pasa al público es mucho más de lo que podría haber imaginado.

Después de diez años de hacer ‘Parque Lezama’, el actor vuelve a trabajar con Juan José Campanella en esta historia que muestra que a cualquier edad la vida puede sorprender con un nuevo capítulo. En la pieza, que protagoniza junto a Fernanda Metilli y Gastón Cocchiarele en el Politeama, Blanco es Luis, un médico recientemente viudo y jubilado que conoce en la sala de espera de un consultorio dental a Miranda Delgado, una profesora de yoga que le hace creer que las segundas oportunidades sí existen.

BUENA RESPUESTA

-¿Cómo está viviendo estas primeras semanas de ‘Empieza con D…’?

-Divino, la verdad; estamos muy contentos. No es fácil estrenar una obra de autores argentinos que no fue probada en ningún sitio. Lo digo sin menospreciar a nadie, pero la mayoría no apuesta a algo nuevo, algo argentino. Si mirás en la cartelera comercial no hay tantos dramaturgos nacionales. Pero lo entiendo desde el punto de vista de los productores, porque sin duda una comedia francesa o norteamericana probada ya en otros sitios y que funcionó, uno puede pensar que también va a funcionar acá, aunque no necesariamente pase. Cuando vos vas con algo nuevo tenés la incertidumbre. Sinceramente, cuando leí la obra me gustó mucho, pensé que se iban a reír y a conmover, pero se ríen y se conmueven más de lo que imaginé. Y la gente que nos espera o que manifiesta cosas espontáneas en las redes es maravillosa.

-¿Cómo define a Luis, su personaje?

-Es un hombre recientemente viudo y jubilado, con una vida supuestamente ordenada. Eso, hasta la muerte de su esposa y hasta jubilarse, porque a partir de ahí empieza un nuevo momento que no tiene nada de orden. Va a descubrir una nueva etapa que no se sabe cómo es porque la vida siempre te sorprende, para bien y para mal. Entonces, de repente, le trae una nueva oportunidad y eso le hace doler bastante también. O mejor dicho, tiene sus costos. Y él se debate entre pagar esos costos o poder enfrentar esto que le pasa con la mayor felicidad posible. A veces eso se puede encontrar y a veces no es tan fácil y en el medio de las risas de la gente vamos transitando esas decisiones que uno tiene que tomar ante los distintos caminos que la vida te pone por delante.

-¿Qué le sedujo de la propuesta?

-Me es difícil contar, cuando Juan me propone un trabajo, lo que me pasa. No es un director o un productor cualquiera que me ofrece un trabajo y me da la cosa lista y me dice “es esto, ¿lo querés hacer o no?” Por ejemplo, esta obra, que la empezó a escribir Cecilia (Monti), yo ya sabía qué estaba haciéndola, aunque de ninguna manera sabía de qué iba. De hecho, mi mujer leyó la obra primero que yo porque la conoce a Cecilia también desde hace muchos años. Siempre que me convoca Juan para que caminemos juntos un recorrido me pone muy feliz por muchas cosas: porque me gustan sus historias, porque me gustan los personajes que me ofrece, porque sé cuál es su forma de trabajar y, además de todo, el plus de que es un amigo.

Fernanda Metilli y Eduardo Blanco en ‘Empieza con D, siete letras’, que se presenta de miércoles a domingos en el Politeama.

CON TODOS 

-¿Cómo es esa forma de trabajo con Campanella?

-Uno va construyendo el camino porque esto no es la obra, esto es un espectáculo teatral que hicimos entre todos. La obra es la columna vertebral, es una parte importantísima, pero Juan tiene una forma de trabajar que va construyendo con todos, y vos te sentís partícipe de eso. Es difícil explicarlo sin marcar la diferencia con otro productor o director. Incluso, aunque me guste el trabajo, lo siento como más industrial. Esto para mí es como ‘vamos a averiguar de qué se trata, a investigar esto, a construirlo entre todos’. Te sentís involucrado en todos los aspectos.

-¿Cómo viene siendo la devolución del público?

-Yo estoy sorprendido porque no te olvides que vengo de hacer con ‘Beto’ Brandoni ‘Parque Lezama’ durante un montón de tiempo y, la verdad, es muy difícil conseguir lo que conseguimos con esa obra. No es sencillo, aunque no quiero decir que lo vayamos a conseguir con esta, pero sí encuentro algunas características similares en las manifestaciones de la gente. Con ‘Parque Lezama’ siempre hacíamos la broma con Brandoni diciendo que eran diez espectadores que la volvían a ver, porque mucha gente repetía, y acá ya nos pasó en estas semanas de encontraros con personas que te dicen “volví a sacar entradas para verla” o “la quiero ver de nuevo”. Es muy pronto, con lo cual yo estoy sorprendido. También con el aplauso que tenemos porque es bastante parecido al que teníamos en ‘Parque Lezama’, muy efusivo.

“Esto no es sólo la obra; es un espectáculo teatral que hicimos entre todos.”

-¿Por qué cree que pasa eso?

-No lo sé. Yo lo disfruto y nada más... Ojalá supiera la fórmula, la aplicaría siempre, he hecho un montón de cosas donde la reacción de la gente no es así. Pero lo que sí puedo decir de la obra es que creo que lo que pasa con la gente es lo que les sucede en general con las historias que cuenta Juan. Yo siempre digo que para mí es un autor popular, sin usarlo como termino peyorativo, sino en el buen sentido de todo lo que tiene esa palabra, no como algo básico sino que cualquier espectador que se siente en una butaca puede apreciar o sentirse identificado con las cosas que él cuenta, esas historias con una mezcla de estilo italiano y judío, con ese humor tan particular que tienen los italianos y los judíos, a pesar de la tragedia. Y nosotros tenemos mucha influencia en esta ciudad de eso. A pesar de la tragedia siempre está el humor presente y en todas sus historias sucede eso. Y, por otro lado, él tiene una mirada muy positiva hacia la vida y en sus historias se refleja que, más allá de cualquier raspadura que la vida te pueda ocasionar, siempre hay una mirada positiva. En general, también te podés conmover, emocionar, te invita a reflexionar ya que te sentís identificado con alguna historia o personaje, o con alguna situación sobre tu propia existencia.

PARQUE LEZAMA 

-¿En qué etapa está el proyecto de la película de ‘Parque Lezama’ para Netflix?

-En mayo comenzamos a filmar porque tiene que ser en otoño. Juan está volviendo en abril, pero sus colaboradores ya están trabajando. Sé que estuvieron haciendo scouting en el Parque Lezama con el director de fotografía y un equipo de gente.