Murió Guillermo Bártoli, cuñado de María Marta García Belsunce
Bártoli era el esposo de Irene Hurtig, la hermanastra de María Marta, y junto a otros dos familiares, un vecino y un médico, en 2011 fue condenado en un juicio oral a cinco años de prisión por encubrimiento agravado, aunque actualmente estaba en libertad a la espera del fallo del Tribunal de Casación.
Guillermo Bártoli, condenado por el encubrimiento del crimen de su cuñada María Marta García Belsunce, asesinada en 2002 en el country Carmel de Pilar, murió hoy en el sanatorio privado Mater Dei del barrio porteño de Palermo, donde estaba internado por padecer cáncer, informaron fuentes allegadas a la familia.
Bártoli, de 52 años, era el esposo de Irene Hurtig, media hermana de María Marta, y junto a otros dos familiares, un vecino y un médico, en 2011 fue condenado a cinco años de prisión por encubrimiento agravado, aunque estaba en libertad bajo fianza a la espera de que el Tribunal de Casación bonaerense confirme o revoque la sentencia.
Voceros judiciales indicaron que ni bien sea formalmente notificado, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro -a cargo de su juicio-, declarará extinta la acción penal contra Bártoli y se lo notificará a Casación que analizaba las apelaciones a las condenas para que en el caso de éste no se pronuncie.
Fuentes familiares y de la defensa explicaron que hacía una semana que Bártoli estaba internado en terapia intensiva del Mater Dei, donde hacía meses que se trataba con los oncólogos.
Incluso, hace unas semanas, Carlos Carrascosa -condenado a prisión perpetua como coautor el asesinato de su esposa García Belsunce-, logró un permiso especial para salir de la cárcel de Campana y poder visitarlo.
Si bien el primer fiscal de la causa, Diego Molina Pico, llegó a sugerir en el primer juicio que Carrascosa cometió el homicidio con colaboración de Bártoli y de su esposa Irene, en el segundo debate el cuñado de la víctima terminó condenado por encubrimiento pese a que la fiscalía intentó cambiarle la imputación.
Ese juicio terminó el 4 de noviembre de 2011, cuando el TOC 1 de San Isidro condenó por "encubrimiento agravado" a Bártoli a la pena de 5 años de prisión, en un fallo donde también terminaron sentenciados el hermano de la víctima Horacio García Belsunce (h) a cuatro años de prisión; el medio hermano John Hurtig, a tres años y seis meses; y el vecino Sergio Binello y el médico Juan Ramón Gauvry Gordon, a tres años.
Bártoli vivía en el mismo country Carmel de Pilar cuando fue asesinada María Marta e incluso aquel el 27 de octubre de 2002, antes del crimen, ésta pasó a saludar por su casa, donde Carrascosa estaba mirando un partido de fútbol.
Además, fue el primero en llegar a la casa del matrimonio Carrascosa-García Belsunce para hacer maniobras de resucitación junto a la masajista Beatriz Michelini, juzgada también por encubrimiento pero absuelta en el debate.
En el fallo, los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, le atribuyeron a Bártoli “haber modificado la escena del crimen”, “ocultar y hacer desaparecer rastros de dicha escena” y “gestionar un certificado de defunción falso, sin intervención policial”.
También le adjudicaron “ordenar a una empleada doméstica que se deshiciera de un pantalón de Carrascosa con manchas de sangre”, “trasladar el cuerpo de lugar", “cambiar las prendas que vestía la víctima” y “dar una versión de la muerte que no se correspondía con la real, cuyo conocimiento de su naturaleza violenta, traumática y homicida le constaba".
Al declarar en el juicio, Bártoli dijo que era inocente, que sólo quiso ayudar y que de lo único que se arrepentía era de no haber cargado a María Marta en su auto para llevarla al Hospital Austral.
En las últimas palabras que tuvo antes de conocerse el fallo, llegó a decir: “Soy inocente. Tienen la oportunidad histórica para reencauzar la causa para llegar a la verdad. Hay un inocente preso que es Carlos Carrascosa. Ustedes pueden averiguar quién es el verdadero asesino. María Marta se lo merece”.
El día que fue condenado y fue detenido, Bártoli se quebró en llanto abrazado a sus hijos y gritó: “Esperen un minuto que me despido de mis hijos, ¿qué quieren, que me torturen?".
Bártoli ya había esto preso pero por pocas horas, el 20 de diciembre de 2002, a pocos días de conocerse la autopsia que revelaba que a su cuñada la habían asesinado y no había muerto en un accidente en la bañera.
Había sido detenido en un ferry por la Prefectura Naval cuando viajaba junto a su familia rumbo a Uruguay, pero en el marco de la causa paralela que se inició en Capital Federal por el certificado de defunción trucho.
Bártoli volvió a estar preso, pero sólo por 14 días y en la Unidad 41 de Campana junto a Carrascosa, desde el día de su condena y hasta el 18 de noviembre de 2011 cuando la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro ordenó su excarcelación, y las del resto de los condenados, bajo una fianza que en su caso fue la más alta, de 500.000 pesos.
Su abogado, Alejandro Novak, había apelado la condena el 25 de octubre de 2011 y a poco más de tres años de aquel fallo del TOC 1, se esperaba ahora que la Cámara de Casación confirme o revoque las sentencias, algo que ahora no sucederá con Bártoli porque con su fallecimiento se extingue la acción penal.