La cosa comienza en Halloween, esa celebración conocida como "Noche de Brujas" del 31 de octubre, que festeja especialmente la comunidad de habla inglesa y terminó por imponerse también en nuestro país con su cuota de disfraces, historias de miedo y casas encantadas. Un grupo de adolescentes disfrazados (estamos en 1968 en Estados Unidos) comienza con sus juegos y persecuciones en broma y en serio contra otra pandilla y un adolescente cuestionado por el grupo. La cosa estalla en una broma pesada que sale demasiado bien y trae consecuencias.
Todo se oscurece y los chicos, conscientes o no, caen en la clásica "casa encantada" del pueblo, con famoso libro escrito en sangre incluído, y la historia de Sarah Bellows, que desfigurada por una serie de estigmas, luego de vivir recluida como prisionera, terminó en un loquero. Por supuesto que la casa está enferma con su espíritu en pena, pero dispuesta a contar historias de sangre con sorpresas que no develaremos para no arruinar lo que sigue.
ALVIN SCHWARTZ
El productor de la película, Guillermo del Toro ("El laberinto del fauno", "La forma del agua"), se enamoró de la serie de libros del norteamericano Alvin Schwartz publicados en la década del "90, ilustrados por otro mago del horror llamado Stephen Gammell. Así apostó al miedo con esta película que lleva el nombre de aquellas historias y se las dio a un noruego, el tal Ovredal, para dirigir.
El caso es que la película tiene todos los clichés del género: chicos adolescentes encantadores con algún viraje a la maldad, casas con misterios, espíritus maléficos, libros malditos, viajes en el tiempo y hasta, de fondo, al presidente Nixon y su actitud respecto de la política de Vietnam. Lo que ocurre es que la fórmula funciona, pero no deja de ser fórmula, y la creatividad no asoma demasiado, salvo en los casos en que el desborde y la conjunción realidad-fantasía se desata sin control y alucina en imágenes monstruosas que los CGI hacen realidad.
Con atractivos actores adolescentes, especialmente Zoe Margaret Colletti ("Past Life"), "Historias de miedo para contar en la oscuridad" es un buen entretenimiento del que se esperaba más, avalado por la presencia de su productor Del Toro, un obsesivo serial de las más terroríficas formas.
Calificación: Buena